La Sevilla invisible

Hace algo más de seis años, en marzo de 2014, realicé un vídeo que recopilaba las principales historias de sevilla report, con motivo del segundo aniversario de nuestro periódico. En él aparecen titulares impresos sobre planos de recurso relacionados con cada información en cuestión. De fondo, la música de mi compañero Juanjo Cerero (a.k.a. bkwsk).

Disfruté tanto grabando y editando aquellos planos que rescaté muchos fotogramas para editarlos como fotografías bajo una serie común: la Sevilla invisible. Al fin y al cabo, las historias de sevilla report tenían un denominador común: dar una visión diferente de Sevilla y contar la ciudad que no se ve (porque la prensa local no la publicita en su escaparate diario).

Después de mucho tiempo guardadas en una carpeta de mi ordenador, el confinamiento me ha dado la oportunidad de rescatarlas, editarlas y publicarlas por fin. Ha pasado tanto tiempo que algunos lugares han cambiado por completo, pero quizá eso mismo hace más interesante esta serie, porque ahora algunas fotos son de sitios doblemente invisibles.

Pulsa sobre las fotos para verlas ampliadas con su descripción en una galería.

(N.B.: la calidad no es muy buena porque son fotogramas de vídeo de una cámara con bastante menos calidad que una réflex, y además han sido exportados y comprimidos varias veces)

Sevilla invisible - La Ronda Norte a la altura de Pino Montano, con el Puente del Alamillo al fondo
La Ronda Norte a la altura de Pino Montano, con el Puente del Alamillo al fondo
Sevilla invisible - Un hombre circula en bicicleta por el Puente de Hierro de San Juan de Aznalfarache
Un hombre circula en bicicleta por el Puente de Hierro de San Juan de Aznalfarache
Sevilla invisible - Una anciana contempla desde su ventana un desahucio en la Barriada del Carmen de Triana
Una anciana contempla desde su ventana un desahucio en la Barriada del Carmen de Triana
Sevilla invisible - Solares baldíos junto al Puerto y el Puente del Centenario
Solares baldíos junto al Puerto y el Puente del Centenario, en lo que hoy es el centro comercial Lagoh
Sevilla invisible - Un hombre camina por Tres Barrios junto a un solar donde se había proyectado una promoción de viviendas protegidas aún sin construir
Un hombre camina por Tres Barrios junto a un solar donde se había proyectado una promoción de viviendas protegidas aún sin construir
Sevilla invisible - El Puente del Alamillo visto desde San Jerónimo
El Puente del Alamillo visto desde San Jerónimo
Sevilla invisible - Solar abandonado a merced de los jaramagos junto a un bloque de pisos
Solar abandonado a merced de los jaramagos junto a un bloque de pisos
Sevilla invisible - Barcos atracados en la dársena del Puerto, junto a las naves de la Avenida de las Razas
Barcos atracados en la dársena del Puerto, junto a las naves de la Avenida de las Razas
Sevilla invisible - Muelle logístico de trenes de ADIF en La Negrilla
Muelle logístico de trenes de ADIF en La Negrilla
Sevilla invisible - El Puente de Alfonso XIII, abandonado en una parcela del Puerto, con el Puente del Centenario al fondo
El Puente de Alfonso XIII, abandonado en una parcela del Puerto, con el Puente del Centenario al fondo
Sevilla invisible - El Puente de Hierro de San Juan de Aznalfarache; al fondo, un tren del Metro de Sevilla
El Puente de Hierro de San Juan de Aznalfarache; al fondo, un tren del Metro de Sevilla
Sevilla invisible - San Jerónimo, con el puente del Alamillo al fondo
San Jerónimo, con el puente del Alamillo al fondo
Sevilla invisible - Un hombre coge tagarninas junto a las naves del Puerto, en lo que hoy es el centro comercial Lagoh
Un hombre coge tagarninas junto a las naves del Puerto, en lo que hoy es el centro comercial Lagoh
Sevilla invisible - Vallas
Vallas en La Negrilla
Sevilla invisible - Anuncio del nuevo Brico Depôt junto a una parada de Tussam
Anuncio del nuevo Brico Depôt junto a una parada de Tussam en San Jerónimo
Sevilla invisible - Fábricas de San Jerónimo
Fábricas de San Jerónimo

Inventario

Tengo días de lluvia, la manta de tu abrazo
y los diálogos de todas las películas
que aún no me he aprendido de memoria.
Tengo un filtro de sueños en las fotos
de un joven periodista que ya apenas conozco.
Tengo todo un muestrario de cuadernos en blanco
para guardar el sol de un día cualquiera,
y el manuscrito de aquella vieja historia
con personajes huérfanos de un fin.
Tengo un reloj que da la hora de São Paulo,
un zorro de peluche que habla en sueños
y los mundos que pinta Nujabes en su música.
Tengo un parchís, mis dados y un juego de piratas
que imponen su codicia en el Mediterráneo
o acaban con sus huesos en galeras.
Tengo el polvo en mis discos de vinilo,
las veinte mil fronteras de mi mapa del mundo,
un huerto con macetas y una bici
que abre nuevas sendas. Tengo este gato chino
que convoca a la suerte con costumbre abnegada
y otros cinco que velan mi desvelo
en madrugadas de café y teclado.
Tengo una deuda en páginas aún vírgenes
con Vargas Llosa, Tolkien, García Márquez,
Chaves Nogales, Kapuscinsky y Auster.
Tengo en la voz la herencia de mis padres,
la perfección de su acento, palabra del Sur.
Tengo el calor de octubre, un balcón con vistas
a un trigal siempre verde, un sol de medianoche
y la mitad del cielo que no cabe en tu risa.
Aún tengo unos escombros de otros tiempos,
legado inerte de una muerte en vida,
como reliquias fúnebres de una edad olvidada.
No sé darles sentido ni valor
pero ayudan a hacer este inventario,
este poema alegre que canta lo que tengo,
mi colección de esencias, sencilla y minuciosa,
que repaso a diario y custodio y defiendo
por si algún día arrecia la tormenta.

14-X-2019

[Música: Late Night Alumni – Sun space]

Una alfombra roja hacia el pasado

1992 era el futuro y cabía en una isla. Era el monorraíl, el telecabina y la pantalla gigante del Jumbotron. Las primeras pantallas táctiles, los prototipos de teléfonos móviles y el albor de las redes de datos de fibra óptica. La televisión por satélite, los vehículos eléctricos y las pérgolas con microclima. Un espectáculo audiovisual con láseres impresos sobre agua pulverizada y el cine en 3D con asientos móviles. La arquitectura más innovadora de la historia. La ciencia y el espacio. Era ser el centro del mundo, la ciudad donde la cultura, todas las culturas, se reunían en una explosión multicolor.

De aquello apenas quedan ruinas cubiertas de grafitis, hierba y herrumbre, algunos pabellones ―con dispar suerte― y un canal invadido por la maleza. Si la Híspalis colonial tardó 200 años en dejar de ser puerto y puerta de las Indias, a esta Sevilla que celebra ―con la boca chica― el V Centenario le ha bastado un par de décadas para volver a desviarse del camino de la modernidad, en el que, a juzgar por su efímero periplo, cayó más por casualidad que por empeño.

Superponer la imagen de las dos urbes nos da una idea del sendero transitado desde entonces. Donde una vez se halló una de las cuatro puertas que abrieron la hermética Sevilla al mundo, se yergue hoy un rascacielos como símbolo de una provinciana aspiración de modernidad. En la parcela contigua, en 1992, teníamos el único cine IMAX de España. Hoy hay un Primark y un hotel. Y así todo por igual (valientes).

Tampoco hay que asombrarse de este panorama, si se tiene en cuenta que el Ayuntamiento ha pasado ambicionar convertir a Sevilla en la cabeza de la vanguardia mundial a congratularse por reunir en un congreso a gerentes de cadenas hoteleras y empresas turísticas. Valga el testimonio de Juan Espadas, que considera que la cumbre mundial del turismo de esta semana “es el evento más importante que se ha celebrado en la ciudad desde la Expo 92”.

Barack Obama habla durante la conferencia inaugural del WTTC de Sevilla, el 2 de abril de 2019
Obama ha pronunciado la conferencia inaugural del WTTC por el módico precio de 400.000 dólares | Foto: Pepo Hernández

Es curioso comprobar cómo una década de crisis ha desnudado de pretensiones la política municipal española. En 2007, la mayor ambición de un alcalde, el culmen de su carrera política y casi la principal razón para pelear por ganar unas elecciones era legar a la ciudad un proyecto urbanístico megalómano en el que, de paso y como el que no quiere la cosa, dejar su nombre grabado per sæcula sæculorum. Hoy la máxima aspiración de un regidor es algo más modesta: inaugurar un congreso o posar sonriente en la apertura de una franquicia.

De golpe y porrazo, como traca final de un mandato insulso, a Espadas se le ha puesto cara de Juan Ignacio Zoido, que llegó a la Plaza Nueva como adalid de la micropolítica y acabó intentando dejar un legado magnífico ―material o no― a toda costa. Con esta coda, el regidor socialista ha dejado claro, como desde hace tiempo se sospechaba, que su modelo de ciudad es el mismo que el de su predecesor: ninguno, salvo apostar de forma desbocada por esta nueva tríada mediterránea compuesta por bares (de diseño), hoteles y centros comerciales.

Zoido solía proclamar que a las multinacionales extranjeras que querían instalarse en Sevilla había que ponerles por delante una alfombra roja. Suponemos que se refería a las facilidades de las que, por ejemplo, disfrutó el Brico Depôt, que abrió su tienda del Higuerón Sur sin contar aún con la obligatoria licencia de ocupación de Urbanismo.

Espadas, que ha aprendido tanto de su antiguo rival como para adoptar algunos de sus principales preceptos, no quiere quedarse atrás. Por eso ha ofrecido a los inversores extranjeros todo el suelo disponible para que construyan hoteles. No industrias, centros empresariales o infraestructuras que propicien la innovación o el empleo de calidad, sino hoteles, por si no hay suficientes.

Según estimaciones del INE, Sevilla ya acumulaba en febrero casi 23.000 plazas de hotel, 3.000 más que cuando el PSOE accedió a la alcaldía en 2015, y se prevé que en los próximos años haya al menos otras 1.000 merced a las nuevas licencias hoteleras que expide como churros la Gerencia Municipal de Urbanismo. Y eso sin contar los pisos turísticos que funcionan al margen de la ley. Pero dice el alcalde que “necesitamos dos o tres Alfonso XIII más”.

Con su all-in por el turismo, Espadas deja en pañales a Zoido, no sólo en grandilocuencia sino en su empeño por convertir la ciudad en un parque temático de cartón-piedra para guiris. Símbolo de esta escalada fue el destino del inmueble de la Plaza de la Encarnación 6, cuya compra y rehabilitación costó a todos los sevillanos varios millones de euros. El objetivo era dedicarlo a viviendas sociales, pero ha acabado alojando, cómo no, un hotel.

¿Y qué hay de los sevillanos? Que se impliquen en este modelo de turismo masivo, dice la ministra de Turismo. Que sonrían y acojan con alegría al turista, aunque sus casas terminen convertidas en apartamentos de AirBNB, los comercios de proximidad sustituidos por locales hipsters y tiendas de souvenirs, sus barrios gentrificados y los vecinos expulsados. Que no frene la sangría de sevillanos que emigran porque, sobre todo, el modelo económico de su ciudad no les ofrece un trabajo digno.

Protesta de vecinos de Sevilla contra el turismo masivo y la WTTC en la Giralda, el 2 de abril de 2019
Protesta de vecinos de Sevilla contra el turismo masivo y la WTTC en la Giralda

Al final, la alfombra roja llena de comodidades que Zoido abogaba por poner a los extranjeros ―con pasta― ha resultado ser para nosotros el camino de vuelta a los años 60. A una España transformada en patio de recreo de británicos y alemanes a los que los españoles servían sonrientes por un sueldo de miseria.

La estampa de estos días lo resume todo. Las autoridades locales, autonómicas y nacionales haciendo reverencias a Barack Obama, que ha venido a la WTTC como ése al que uno se arrima porque conoce a gente de dineros ―apadrina un tieso, decía el eslogan―; luego, de visita en el Alcázar, y al final de tapitas en el centro. Vendíamos “turismo de calidad”, pero acaso esto es todo lo que puede ofrecer Sevilla a los guiris: servilismo, restos de la urbe que dejó de ser hace 500 años y Cruzcampo con aceitunitas. Que no les falte de ná.

Essential Mix 28 mayo 16

Aquí, por fin, está el primer Essential Mix, que es el primer set que mezclo con una controladora externa (una Behringer CMD Studio 2A) en lugar de mezclar directamente con el software, algo que hice dos veces (una y dos) y que es una guarrada, pero cuando la necesidad obliga es lo que hay. En esta ocasión, el software que he usado es Virtual DJ 8, en lugar de Ableton Live. Para ser la primera no está mal el resultado. Digo yo. Menos mal que la música se vende sola.

Por otra parte, antes de que nadie me diga que Essential Mix, el nombre de esta serie de sets, es el mismo que uno de los principales programas de música de baile de BBC Radio, ya lo digo yo. Lo cierto es que lo escogí sin haber reparado en ello, sólo por relación con mis listas de Spotify, que están divididas por estilos musicales y tienen el sobrenombre de Essentials. Listas que, por cierto, actualizo cada semana y a las que podéis suscribiros desde aquí.

Si queréis llevaros el primer Essential Mix con vosotros, podéis descargarlo directamente desde Google Drive. Espero vuestros comentarios e impresiones. Y que bailéis mucho, u os mato.

Tracklist

  1. Atjazz & Jullian Gomes feat. Wunmi – Agbara
  2. Milton Jackson – Cycles
  3. Ian Pooley – Long Johns
  4. Random Factor – Move on (Jimpster’s House Dub)
  5. Simon Grey feat. Abby Joyce – Prophecy
  6. Solu Music feat. Kimblee – Fade (Grant Nelson Big Room Vocal)
  7. Mambana – Libre (Axwell vocal mix)
  8. Home & Garden feat. Colette – Sexuality… he’s 2 young (Home & Garden’s Drum Lingo Mix)
  9. Nick Holder feat. Jemeni – No more dating dj’s (John Ciafone Remix)
  10. Roland Clark – Resist (Southern Divide Remix)
  11. Afromedusa – Pasilda (Knee Deep Remix)
  12. Marco de Souza – PBC (Club Mix)
  13. Dj Kawasaki feat. Lena Fujii – Let it rain

Un Instagram sobre el urbanismo en Sevilla

El urbanismo siempre ha sido mi gran debilidad. Siempre, desde antes de comenzar a estudiar Periodismo, he procurado estar al tanto sobre el desarrollo urbano de Sevilla y su área metropolitana y por las nuevas infraestructuras que se iban a construir. Pero el reportaje sobre el acoso inmobiliario en San Luis que Gregorio Verdugo y servidor realizamos en el quinto año de la carrera me abrió los ojos a otras facetas del urbanismo, como la geografía social.

En los últimos años, gracias a los trabajos realizados en sevilla report, ha aumentado mi interés por la relación entre el territorio y quienes lo habitan. Sobre todo, por cómo el planteamiento urbanístico—un instrumento que parece inocente y aséptico pero que es el mayor arma de cambio social— y sus modificaciones configuran uno u otro modelo de ciudad y condicionan a sus habitantes. En estos años he tenido algunas ideas para contar —sobre todo con mapas y datos, otra disciplina que me encanta y que he trabajado en este tiempo— diversos problemas urbanísticos y habitacionales.

Lo cierto es que aún les doy vueltas, pero no encuentro el tiempo que algunas de ellas merecen y necesitan. Otras, en cambio, son a la vez sencillas de realizar y potentes como documento periodístico. Es el caso de un proyecto que he puesto en marcha hace poco y que ya he comenzado a desarrollar: una galería fotográfica sobre urbanismo, geografía social, patrimonio y vivienda en Sevilla, alojada en la red social Instagram.

Urbanismo, geografía social, patrimonio y vivienda en Sevilla: un proyecto fotográfico de Jesús Rodríguez en Instagram

El propósito de este proyecto es documentar la cara urbana oculta y underground de Sevilla y los problemas y las consecuencias soterradas bajo el urbanismo desordenado, olvidado y apartado. Las fotos ayudan a arrojar luz sobre una ciudad invisible en varios sentidos. Por un lado, están todos esos lugares olvidados —vías de tren, descampados, fábricas y edificios abandonados, barrios del extrarradio…— por la administración y por nuestro propio ojo, cansado por el trasiego cotidiano y ciego a un paisaje demacrado que no deslumbra con luces de neón.

Por otro lado, en relación directa con esos lugares, están los agujeros negros de la ordenación urbana. Lugares que durante años o incluso décadas, por un motivo u otro, han supuesto un problema por no encajar en el trazado y los usos de los sevillanos, y cuya solución se ha postergado sine die hasta que acaban arrinconados en la memoria colectiva, como si fueran parcelas malditas y no pudiera hacerse nada por rescatarlas para la ciudad.

Santa Justa. La actual estación central de trenes de Sevilla, una de las infraestructuras que se construyeron ante la celebración de la Exposición Universal de 1992, sustituyó a la estación de la Plaza de Armas y vino acompañada del soterramiento del ramal de vías que cruzaba la ciudad desde el Polígono Sur hasta la propia Santa Justa. Sin embargo, desde allí hacia el norte los raíles han quedado al aire libre y dividen la ciudad en dos, incluso justo delante de la estación –donde está tomada esta fotografía–. Desde hace lustros hay proyectos de reurbanización de la plaza que precede a Santa Justa, pero las vías aún siguen al descubierto y no hay visos de que deje de ser así. #Sevilla #urbanismo

Una foto publicada por Jesús Rodríguez (@jesusrodriguezgonz) el

Y por debajo de todo eso están las consecuencias del urbanismo para los sevillanos. La existencia de estos lugares olvidados, la aplicación de determinadas políticas y la permisión de según qué prácticas inciden directamente en los habitantes de barrios que a menudo queda troceados, divididos, degradados o condenados a la gentrificación junto con sus vecinos.

Para explicar convenientemente este tipo de procesos y que el proyecto no quede en un mero ejercicio de fotodenuncia sin sentido ni propósito, cada una de las fotos irá acompañada por un breve contexto en el que se explicará qué se ve en la imagen, qué supone y cuál es la razón de que forme parte de la galería.

La Plata, Su Eminencia. Una de las barriadas más antiguas de Sevilla, construida a partir de los años 50 por población obrera procedente, en su mayor parte, del éxodo rural. Al igual que en otros barrios cercanos, como Padre Pío y Palmete, las casas –bajas, al estilo típico de pueblo sevillano– fueron levantadas sin licencia ni planificación urbana debido a la falta de recursos de los vecinos, aunque luego el Ayuntamiento las regularizó ante la necesidad de hacerlo. Sin embargo, el barrio sufrió cierto grado de marginalidad y hasta 2002 las calles permanecieron sin asfaltar, y aún hoy los vecinos denuncian graves carencias en los mínimos servicios públicos, como la limpieza. #urbanismo #vivienda #Sevilla

Una foto publicada por Jesús Rodríguez (@jesusrodriguezgonz) el

Además, la galería también la compondrán otras imágenes que no tengan que ver con un caso concreto de olvido institucional, sino que formen parte de ese enorme corpus de edificios, infraestructuras o elementos urbanos —edificios privados a medio terminar, casas en ruinas, obras, muros con grafitis…— abandonados, ocultos o que, simplemente, pasan desapercibidos en el devenir cotidiano.

Todas las semanas actualizaré el proyecto varias veces. Sin filtros, por supuesto, como corresponde a un retrato de urbanismo underground. Recuerda que puedes seguirme y ver las nuevas fotos en @jesusrodriguezgonz, y que, cómo no, espero tus comentarios.

El mapa de los radares de tráfico en Sevilla

La Dirección General de Tráfico ha anunciado esta semana la implantación de 30 radares móviles en las carreteras de Sevilla, que se unen a los más de 30 fijos que ya controlan la velocidad en las principales vías de la provincia.

Según la DGT, los nuevos dispositivos de control se han instalado en vías con un elelvado número de siniestros. En su mayoría, se trata de carreteras secundarias que unen poblaciones importantes de La Vega, la Sierra Norte y La Campiña (Écija, Osuna, Carmona, Utrera o Lora del Río), además de nacionales como la N-433 o la N-IV. Esta última, por ejemplo, contará con tres tamos controlados que suman más de 60 kilómetros.

El control en carreteras secundarias se aleja del que ejercen los radares fijos, instalados sobre todo en autovías, vías de gran tránsito y la ronda de circunvalación SE-30. Sin embargo, en algunos casos, como en la N-433 (Sevilla-Rosal de la Frontera) o la A-8058 (Sevilla-Coria del Río), ambos tipo de dispositivos confluyen.

Este mapa interactivo, elaborado a partir de los datos que ha hecho públicos la Dirección General de Tráfico, contiene la ubicación de todos los radares fijos y de los tramos de carretera controlados por radares móviles. Para conocer los detalles de cada radar, pulsa sobre cada punto o tramo o bien despliega la lista de radares, en la esquina superior izquierda.

La rimbombancia de Zoido

A Juan Ignacio Zoido le apremia el reloj. No ése suizo como el que dijo que iba a funcionar Sevilla, cosa que nunca ocurrió, sino el que lleva en la muñeca y le marca los escasos veinte días que le quedan antes de las elecciones municipales. Dos semanas largas en las que el alcalde tendrá que pasearse por los barrios de nuevo con un traje de candidato-loseta que a estas alturas aún no se ha enfundado.

A Zoido se le ve nervioso últimamente. Estos cuatro largos años al frente de la Corporación no le han reportado frutos suficientes que poder presentar ante los sevillanos. Ni siquiera disponiendo del rodillo de una mayoría absolutísima de veinte concejales, la mayor de la historia de la ciudad, ha sido capaz de sacar adelante proyectos con los que maquillar una gestión parca.

Zoido inaugura una pista de petanca en el Parque Amate
Zoido inaugura una pista de petanca en el Parque Amate

A falta de nada, el regidor enarbola como su mayor éxito el saneamiento de las cuentas, una obra magna pero de difícil venta electoral. El resto, al parecer, lo confía a la propaganda partidista disfrazada de publicidad institucional y pagada, cómo no, con dinero público. La Junta Electoral de Zona ya le ha obligado a retirar tres campañas, tres. Ante el último varapalo de este órgano, Curro Pérez, el portavoz del PP, ha respondido que «es época de hacer balance de todo» y que «no voy a parar de trabajar por las elecciones». Es comprensible. No cabe duda de que buscar motivos para sacar pecho ante el electorado debe de ser una tarea hercúlea para el primer edil y su equipo, sobre todo cuando se recurre a artimañas ilegales.

En su carrera por encontrar un logro que enarbolar como estandarte antes de la escabechina que las encuestas le auguran para el 24 de mayo, Zoido ha sacado a pasear su rimbombancia con una de esas promesas a los que tanto bombo da él mismo como la prensa afín: plantar 8.000 árboles. Algo que recuerda a la incumplida promesa de 1.000 VPO anuales. En su programa para 2011, el regidor ya se comprometió a llevar a cabo una «plantación masiva de árboles» y a que cada alcorque estuviera ocupado por un ejemplar, en lugar de tapiado.

Dos objetivos cuyo cumplimiento ha quedado bastante lejos. Sobre todo si tenemos en cuenta un nimio detalle: los centenares de árboles que el Gobierno municipal ha talado, algunos sin justificación, como los plátanos de Almirante Lobo. Ha sido muy conveniente que a la prensa hispalense se le haya olvidado hacer la correspondiente resta para ver cuántos de los nuevos ejemplares irán destinados a suplantar a los desaparecidos.

Podas salvajes

Es de suponer que los cronistas andaban ocupados tomando nota de las más de 180.000 podas que, según Zoido, se han efectuado en estos cuatro años por obra y gracia del sacrosanto macrocontrato de zonas verdes. La cifra ha sido reproducida como si per se tuviera algún significado o fuera reflejo de algo. Al contrario: la realidad oculta tras la grandilocuencia de ese dato es una ciudad privada de sombra y llena de árboles muertos por culpa de podas indiscriminadas que, según los jardineros municipales, permiten los técnicos de Parques y Jardines.

Los trabajadores de este departamento municipal, epicentro de un Caso Madeja que ha manchado hasta al propio PP de Zoido —muy esmerado siempre por mostrarse inmaculado—, llevan años denunciado la connivencia de sus jefes y algunos mandos intermedios con las malas prácticas de las empresas concesionarias del servicio, a cambio de presuntas dádivas.

El caso más notable y conocido es el de Fitonovo y sus empresas pantalla, Conversa y Bremacons. Tres empresas implicadas —siempre presuntamente— en uno de las mayores tramas de corrupción de la ciudad, con dádivas —también presuntas— de todo tipo a cambio de contratos, han sido —y siguen siendo, en el caso de las dos filiales— responsables de las innumerables podas. No es algo que induzca a la confianza. Todo se torna más negro si se tiene en cuenta que tales podas salvajes le han costado a la ciudad más de 48 millones de euros, y que ello, además, ha supuesto que el dinero dedicado a privatizar Parques y Jardines haya aumentado nada menos que un 138% desde 2011.

No tanta austeridad

En los últimos años es más que palpable el enfado de la ciudadanía con unos representantes políticos más preocupados por mantener sus privilegios que por gobernar para la gente. Una cuestión que estos días, con la votación de investidura en el Parlamento de Andalucía y el acuerdo entre Susana Díaz y Ciudadanos, está más presente que nunca. Zoido, que no pierde una oportunidad para sacar provecho mediático a su mayor logro, el de sanear las cuentas, aprovechó la coyuntura y se colgó el pasado domingo la medalla de haber puesto fin a los «privilegios» de los políticos en el Ayuntamiento de Sevilla.

El primer edil sostuvo que «me los cargué todos» cuando accedió a la alcaldía gracias a iniciativas como bajar el sueldo de los concejales —él entre ellos—, eliminar las dietas en empresas públicas o reducir el número de vehículos oficiales. Sin embargo, otras medidas que ha señalado, como la de la bajada de impuestos, no se ajustan tanto a la realidad. Empezando por que ésta poco tiene que ver con los privilegios. Es cierto que Zoido bajó los impuestos en 2013, pero después de haber ordenado una notable subida de numerosas tasas municipales y tarifas públicas —IMD, Tussam— el año anterior.

Tampoco puede tomarse como verdad absoluta que haya reducido los cargos de libre designación. Es complicado conocer el número y el sueldo reales de estas personas, sobre todo teniendo en cuenta el afán de transparencia de este Gobierno. Valga como muestra el botón de los presupuestos municipales de 2015, presentados en la web como un PDF escaneado. Una foto, a efectos prácticos. Un documento totalmente inútil si uno quiere extraer los datos que contiene y trabajar con ellos.

Las partidas presupuestarias dedicadas a los sueldos del personal del Ayuntamiento dejan en evidencia el esfuerzo de Zoido por promover la tan cacareada austeridad. En 2011, último presupuesto aprobado por la coalición de PSOE e IU, los cargos directivos de los distintos departamentos —sin incluir las empresas municipales— cobraron algo más de 983.000 euros. Bajo el Gobierno del PP esta cifra ha crecido cada año hasta alcanzar 1,43 millones en 2015, lo que supone un incremento del 45,31%.

The end

Es domingo de feria y las flamencas
apuran manzanilla sobre el albero húmedo.
En el barrio la gente va con prisa.
El cielo está llorando con nosotros.
Una noche de abril, hace dos años,
se unió la carne trémula en los campos del puerto.
Estallaron cohetes a lo lejos
y el río fue un incendio de colores fugaces.
La tarde se consume entre volutas
de un cigarro liado con manos temblorosas.
«This is the end, my friend», canta Jim Morrison.
Ya es casi medianoche y no hay más cerveza
y es estrecho el camino y amanece temprano.
Desde el puerto contemplo los fuegos de artificio.
Han ardido deprisa y en la orilla del río
se han ahogado las chispas de colores.

26-IV-15