III

Al abuelo

Me acuerdo de las tardes de verano,
el aldabón tocando aquella puerta
carcomida y raÌda por los años,
la escalera y sus pasos encorvados,
los cuartos con olor a polvo antiguo
y tu vieja figura en la cocina,
silente, triste y corva, despojada
de todo cuanto vale en esta vida.
Parece que fue ayer cuando te fuiste
y me dejaste solo, en esta casa
vieja, de techo apolillado y tejas
cubiertas de verdina y jaramagos.
Parece que fue ayer, y aún te veo
sentado en el aljibe, junto al pozo,
en este patio angosto y silencioso.
Pero ya no seré más ese niño
que buscaba impaciente un beso tuyo.

22-02-09

Vídeo resumen del Ciclo de Invierno 2008 del Grupo Númenor

Los pasados días 17, 18 y 19 de diciembre tuvo lugar en el Salón de Grados de la Facultad de Derecho de la Universidad de Sevilla el Ciclo de Invierno 2008, organizado por el grupo poético Númenor.

Este año, la cita volvió a incluir en su cartel eventos de diverso tipo. El primero de los días, el doctor en Filosofía José María Prieto versó sobre Rainer María Rilke y los diversos aspectos que influyen en su obra, en una ponencia en la que ofreció al público un «modo de empleo» (tal era el título de la charla) con el cual poder acercarse y comprender al poeta alemán.

El día siguiente tuvo lugar la mesa redonda sobre Blogs y Literatura, en la que Enrique García-Máiquez —profesor y columnista del Diario de Sevilla—, Rocío Arana —doctora en Filología— y Juan José Fernández Cerero —estudiante de Comunicación Audiovisual—, todos ellos poetas además de blogueros, reflexionaron acerca de la fusión entre la literatura y los blogs —¿soporte o género?— y sobre la evolución y las consecuencias que la una provoca en los otros y viceversa. Asimismo, tras las ponencias, el público asistente a la mesa tuvo la oportunidad de entablar con los conferenciantes un interesante debate.

Finalmente, el viernes se cerró el Ciclo con la presentación del número 21 de la revista de poesía Númenor. En dicho ejemplar predomina la presencia de los poetas del Grupo Númenor, y por eso la lectura poética que acompañó a la presentación de la revista corrió a cargo de algunos de ellos: José Julio Cabanillas, Ramón Simón, Juan José F. Cerero, Pablo Buentes y Pablo Moreno, accésit de la edición 2007 del Premio Adonais con su poemario Discurso de la ceniza.

Como complemento a los eventos, tanto el público como los ponentes pudieron disfrutar de su mutua compañía al calor de unas cervezas, unos cigarrillos y unas palabras de amistad en la cercana Cafetería San Fernando. Un broche de oro perfecto para unos días de encuentros en los que todos juntos celebraron la vida.

Vídeo resumen del III Congreso de Nuevo Periodismo de Cáceres

El III Congreso Internacional de Nuevo Periodismo de Cáceres nos ha dejado como recuerdo muchos momentos, buenos y no tanto. Ya hemos hablado de algunos de ellos en alguna que otra entrada en este blog, pero se nos quedan muchos en el tintero. Sería imposible relatarlos todos, y por eso os traemos este pequeño vídeo resumen del Congreso (con imágenes capturadas por Soulinake). ¡Que lo disfrutéis!

Música: The Seatbelts – Time to know ~ Be waltz

Roquefordcast vol. 4

Después de dos meses de descanso, vuelve Roquefordcast con una edición especial dedicada al III Congreso Internacional de Nuevo Periodismo, celebrado la semana pasada en Cáceres, y donde estuvimos algunos de los integrantes de Sin Futuro y Sin Un Duro.

En esta edición, os contamos lo que pasó detrás de los focos y de las conferencias, lo que no todos pudieron ver, aquello de lo que no se habla en la blogosfera, y los detalles que no se discuten en ninguna redacción. El backstage del Congreso, algunos personajes que asistieron y sus aventuras, al descubierto.

¡Disfrutad, y no os olvidéis de dejar vuestro comentario!

Omodaka – Cantata No. 147

Omodaka -una de las mayores sorpresas musicales de este año- es un proyecto conformado por dos japoneses que, en palabras del señor Buko -quien me los descubrió, gracias-, «tienen que estar to locos».

De estos persoajes se sabe poco. Hay algunos vídeos -tan surrealistas como los temas- rulando por el Tubo, pero no encontraremos nada si nos ponemos a buscar por el videoclub eMule, e incluso en Gúguel encontraremos poca cosa, de modo que me he visto obligado a tirar de torrent para bajar el único disco que he encontrado: Cantata No. 147.

El LP consta de 10 temas cuya su esencia está conectada al tiempo que hay gran diferencia de matices entre ellos. El punto común lo encontramos en la presencia de una estética electrónica cercana a lo experimental en algunos temas, pero no tanto en otros. Vayamos por partes, como dijo Jack el Destripador.

Lo primero que suena es un tema chocante: Otemoyan. Una base casi bossera acompañada de un piano y trompetas de corte muy latin, y un bajo muy remarcado. Pero cuando aún no nos hemos repuesto del shock, explota Asadoya yunta, una sucesión de bucles, reverts y breaks, en la línea de la electrónica más pura, que recuerda mucho a Orbital (especialmente a Are we here?, entre otros).

Dentro de esta misma línea, aunque cambiando siempre de registro, está Hanagasa ondo, un tema que empieza con un toque a lo Timo Maas, pero que explota en una base y un bajo acid jazz espectaculares. Recuerda en cierto modo al High times de Jamiroquai. Todos los temas están cantados por la misma vocalista, aunque al final del LP están estos tres en versión instrumental.

A mitad de disco nos damos un paseo por el Ambient con Monkey turn, de corte más cercano quizá a algunas obras del Moby de los primeros años o, más aún, de Afterlife. También hay cabida para el pizzicatto con la versión del Cantata no. 147 de Johann Sebastian Bach, cantada en japonés y con una base dancera.

Y para el final dejamos la traca gorda de la fusión perfecta de electrónica y sintetizadores, al estilo de Daft Punk, Mylo, Linus Loves, y otros productores del mejor Electro-House (no, esa música enlatada para pijas que ponen en Máxima FM no). El primero de ellos es Kokiriko bushi, una paranoia musical que combina una perfecta base electro-house con synts sacados de algún arcade de la Mega Drive y vocales daftpunkeras. Brutal, sencillamente.

Pero mejor aún es Fortunate 1 mark, para mí el mejor tema del disco, con el que permanecemos en las vertientes más electrónicas del House, aunque con un toque bailable que recuerda a productores desde Dj Kawasaki a los Rinôçerôse, pasando incluso por el sonido más italiano y disco (DB Boulevard incluso, véase). Una joya. Con él os dejo. Espero que lo disfrutéis.

Ventanas

Pa la Lola y la Esther, que ya les queda menos pa la jubilación

Hace unos días estuve en el hospital de Bormujos, acompañando a mi hermana. Como la cosa iba para largo y yo no tenía ni siquiera un paquete de pipas para distraerme, decidí sentarme fuera, en la puerta de Urgencias.

Me dediqué a observar las ventanas de las habitaciones. Siempre me han fascinado las ventanas. Mirar por ellas, asomarme a los balcones, y observar qué se ve en otras que están más alejadas. Sobre todo de noche, cuando se encienden y apagan las luces, como luciérnagas en las paredes de los bloques de pisos.

Cuando tenía cinco o seis años solía pasar el verano entero jugando en la calle, de sol a sol. Algunas veces, después de cenar, bajaba con mis padres al bar y correteaba por mi calle. Es una de esas calles peatonales con bancos, columpios y plátanos de sombra. En uno de los extremos, antiguamente, había una tapia. Más allá, a lo lejos, se veía la parte superior de un enorme bloque de pisos.

La pared era de color blanco, con muchos desconchones y un sinfín de ventanas: iluminadas, oscuras, centelleantes, blancas, amarillentas, con cortinas… Solía sentarme en un banco y mirar en la misma dirección, hacia el norte, durante largos ratos. Pero me gustaba más otear desde mi balcón. Desde allí podía divisar todo el bloque blanco que se alzaba a lo lejos, además de los pisos de enfrente, también de color blanco, y con ventanas cuadradas y alargadas.

Si, en cambio, me iba a la salita y miraba hacia el sur, podía ver muchas otras ventanas, de muchos tipos diferentes. Justo ante mí estaba la maraña de casas bajas del Faro. A la izquierda se veían los gigantescos pisos de Santa Eufemia, en Tomares. Muchas hileras de luces conformaban un mosaico variable. Más lejos aún, aún podían verse algunas lámparas encendidas en las torres de Ciudad Aljarafe, y si te fijabas bien, incluso podías apreciar el tono blanquecino de los fluorescentes del hospital de Valme.

Nunca me cansaba de mirar aquellos puntitos de luz, ora brillantes, ora difusos. Lo hacía con atención, intentando imaginar qué había más allá de los marcos de las ventanas, de quién eran las sombras que veía moverse en las paredes de aquellas habitaciones, o qué historias guardaban tras de sí. Y aunque en verano ni siquiera los niños tienen toque de queda, siempre llegaba la hora de irse a la cama, y ésta normalmente coincidía con el momento en que no quedaban ya más pipas que comer en el alféizar.

Era el momento más dulce. La ventana de mi cuarto daba a un patio interior. Más bien era un patio de luz, pero en las noches de verano parecía el clásico patio de vecinos trianero. Se oían voces aquí y allá. Un chaval llamaba a su madre, que quizá era quien provocaba ese ruido de platos y cubiertos entrechocándose, mientras otra persona abría un frigorífico viejo y ruidoso para tomar un vaso de leche antes de acostarse.

Recuerdo la primera vez que me encaramé al alféizar y asomé la mirada al patio. Vi muchas ventanas, iluminadas y oscuras, reunidas en torno a cuatro paredes desconchadas en las que se anclaban las poleas de los tendederos. Siempre había escuchado las voces, pero no sabía de dónde procedían. Y cuando vi lo que había realmente allí, seguía sin adivinar desde dónde llegaba uno u otro ruído. Era lo que más me fascinaba de esa cueva mágica repleta de luz, sombras y sonidos misteriosos.

Esa noche descubrí que aquellos lejanos puntos de luz que veía en otros edificios en verdad encerraban otras vidas, otras historias, otros mundos por descubrir. Lo supe porque en el mismo patio había treinta ventanas que eran treinta universos desconocidos y diferentes. Recuerdo que la ventana que estaba frente a la mía siempre se iluminaba a la misma hora, y siempre aparecía la misma muchacha deshaciendo la cama, de espaldas a mí. No sabía ni siquiera cómo se llamaba. Nunca llegué a verle el rostro, porque cuando ella se daba la vuelta, yo me agachaba rápidamente para que no me sorprendiera mirándola desde mi atalaya.

Era como una aventura sin fin. Cada noche, mirando al techo, con las voces de mis vecinos de fondo, inventaba historias sobre los mosaicos que veía en los pisos de Santa Eufemia, o sobre las sombras que se adivinaban en el bloque de paredes blancas y desconchadas, o sobre la misteriosa muchacha de la ventana de enfrente.

La otra noche, delante de Urgencias, me di cuenta de que había olvidado por completo el patio, y las historias, y las noches en el balcón. Ahora que habían vuelto a mí, quise seguir paladeando esa dulce sensación mientras volvía solo a casa. Realmente fui feliz mientras recordaba por momentos las ventanas de la infancia. Pero luego volví a entrar en mi habitación, a oscuras, y me encontré de nuevo con una ventana a través de la que sólo se ven una reja y un muro cochambroso.

Roquefordcast vol. 3

En el tercer capítulo de Roquefordcast hablamos de…

  • … la Coalición de Creadores y su cruzada anti-p2p.
  • … la campaña ‘Ponle freno’ del Grupo Antena 3.
  • … las elecciones en Estados Unidos y la obsesión por la seguridad en este país.
  • … el amarillismo en los medios y la psicosis que provoca en la población.
  • … la censura en las empresas de comunicación.
  • … y alguna que otra sorpresa más.

Y además, esta semana, ampliamos el tiempo a 30 minutos, sin ningún motivo en especial, simplemente porque me puse a hablar como un desesperado y cuando me di cuenta ya me había pasado. Ahora me ausentaré hasta mediados de septiembre, debido a que tengo por delante algunos asuntos importantes.

Enjoy and comment!!

Pica aquí para descargar el podcast.

Roquefordcast vol. 2

Que no, cojone, que no se libráis de mí y de mi aburrida voz aunque cuelgue el podcast con dos días y medio de retraso -debido a causas de fuerza mayor-. En esta segunda edición damos un repaso a los Juegos Olímpicos de Pekín y a la maquinaria de censura y represión del estado chino, a la par que comentamos la actualidad en algunos países del mundo islámico y vemos cuáles son los últimos movimientos en la ‘guerra’ de las cadenas de televisión por controlar los derechos de los partidos de fútbol, si bien tampoco faltará nuestra sección de ‘Noticias breves y curiosas a la par que interesantes’.

Espero que disfrutéis, y no dudéis en dejar vuestros comentarios. Y al que encuentre la redundancia, le dedico una canción en el próximo programa.

Pica aquí para descargar.

Roquefordcast vol. 1

Sé que lleváis tiempo descansando de mí echándome de menos, pero eso se ha terminado, porque vuelvo y además en nuevo formato. El monopolio del Telediario Precario se ha acabado, porque aquí llega el auténtico podcast del Sinfu.

Cada semana iré colgando un podcast de unos 25 minutos (como ésta edición) en el que comentaré algunas de las noticias que me llamen la atención durante esa semana, haciendo hincapié en las que tengan que ver con el mundo de la comunicación (como es costumbre en este blog).

De momento, el podcast no tiene nombre, así que os animo a que me hagáis sugerencias en los comentarios. Asimismo, me gustaría que me digáis qué os parece este primer post, y que me ayudéis a mejorar.

Eso es todo. Espero que os guste y que disfrutéis escuchándolo.

Descárgalo desde aquí.

ACTUALIZADO [04.08.08] >>>

Muchos de vosotros ya me habéis dado vuestras ideas para bautizar el podcast, pero creo que al final he encontrado una combinación más o menos decente entre la palabra podcast y una que tenga algo que ver conmigo, y en este caso la elegida es roquefort (y los que me conozcan ya sabrán por qué). De modo que oficialmente, y en sucesivas ediciones, este podcast se denominará Roquefordcast. Sé que seguramente no os gustará el nombre, pero es que somos precario hasta para eso.