El blanco y negro del Plan Centro de Sevilla

A Plan Centro puesto, Plan Centro muerto. Ya se ha cerrado el círculo, como estaba anunciado, desde antes del 22 de mayo, en el caso de que Zoido alcanzase la alcaldía de la ciudad. Que haya sido por decreto y no en el pleno, como bien dice Juan Carlos Blanco, es lo de menos. No por su abundancia, sino por su escasez, brillan el diálogo y el consenso políticos en estos tiempos.

La cuestión relevante no es la de las formas con las que el alcalde ha echado abajo el plan de restricción del tráfico en el centro, sino el mismo hecho de echarlo abajo y qué va a suponer, si el libre albedrío del vehículo privado o si esta derogación dará paso a un nuevo plan hecho sin prisas y con alternativas de transporte y de estacionamiento de vehículos en las zonas periféricas.

A falta de solventar esta duda, nos encontramos en el punto de tránsito del blanco de Monteseirín al negro de Zoido. O viceversa, que en este quita y pon de planes los colores son un tanto monta, monta tanto, Alfredito y Juan Ignacio. Uno impuso el plan casi a la fuerza, como medida disuasoria (más bien forzosa y sancionadora) contra el uso del vehículo privado en el centro, y el otro lo ha eliminado como el uno lo instauró, y aquí paz y después gloria, y Sevilla, como siempre, eterna por impasible, de estar igual que antes y de desandar lo andado.

Mientras tanto, el transporte público sigue muerto de risa esperando a que alguien le dé su sitio. Hemos pasado de la prohibición sin algo a cambio -con una línea 2 del Metro con la que la Junta le daba coba día sí y día también a los sevillanos, y con Tussam en una constante e incontrolada espiral de ruina- del plan de Monteseirín a la cerrazón de Zoido en querer coger por la calle de enmedio en lugar de reparar los desperfectos del sistema y suavizar las aristas, algo que sin duda hubiera sido más rápido, barato y eficaz, y además hubiera contentado a los grupos políticos y a la, por haber querido dar el gusto a unos pocos, hoy descontenta mayoría de colectivos.

Zoido ya anda prometiendo alternativas, entre ellas el refuerzo del transporte público con microbuses. Pero mientras esas medidas de impulso del transporte público llegan y no -amén de la construcción de la línea 2 del metro y de la recuperación de los servicios de Tussam suprimidos durantes el último año, dos acontecimientos que no se esperan sino con mucha fe-, quienes pierden son los sevillanos, que ven cómo cada día es más complicado no sólo llegar al centro de otro modo que no sea en vehículo privado, sino, ahora también, transitar por sus calles, convertidas, con cada nuevo despropósito del área de Movilidad, de laberinto bullicioso a un antipático decorado de cartón piedra en blanco y negro.

Al PSOE de Andalucía le crecen los enanos

Gregorio Verdugo / Jesús Rodríguez

Aún sin haber puesto un circo en la explanada ferial, al Partido Socialista de Andalucía no paran de crecerle los enanos. Por si no tuvieran bastante con la que está cayendo a causa del escándalo de las prejubilaciones fraudulentas en los ERE de la Consejería de Empleo, ahora se asoman al ya ajetreado panorama político dos nuevos asuntos de indiscutible impacto mediático: la dimisión del consejero de Gobernación, Luis Pizarro, y las informaciones publicadas por el diario El Mundo relativas a las actividades profesionales de varios integrantes de la familia del actual vicepresidente tercero y ministro de Política Territorial y ex Presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves.

Todo ello como caído del cielo al unísono sobre un partido al que apenas le da tiempo a reaccionar ante la publicación de tanto hecho novedoso en los titulares de los medios. Tener la condición de rival electoral de los socialistas andaluces en los tiempos que corren debe ser poco menos que una verdadera delicia ante tanta y tan variada munición disponible para orquestar los ataques.

A tortas con la Justicia por los ERE

La insistencia de la juez encargada de la investigación del caso de las prejubilaciones fraudulentas en los ERE de la Junta, Mercedes Alaya, ha desembocado en un enfrentamiento abierto entre ambas administraciones.

La reiteración de la instructora en que la Junta entregue las actas de los Consejos de Gobierno celebrados desde 2001 a 2010 y la negativa sistemática a hacerlo por parte de la administración autonómica ha derivado en un requerimiento de incompetencia ante el Tribunal Supremo presentado por la Junta y que demorará la investigación en este apartado unos cuatro meses.

El Gobierno andaluz se escuda en la Ley del Gobierno de Andalucía, que en su el artículo 31.1 dice textualmente: “los documentos que se presenten al Consejo de Gobierno tendrán carácter reservado hasta que el propio Consejo de Gobierno acuerde hacerlos públicos”. La juez, por su parte, entiende que sólo gozan de tal condición las deliberaciones, informes y votaciones del citado órgano. Tras la tozudez de la Junta a entregar los documentos solicitados subyace el temor cada vez más extendido entre los socialista de que el caso pueda acabar convirtiéndose en una causa general contra el PSOE-A.

La juez ha mantenido una breve reunión con el letrado de la Junta en la que le ha reiterado la negativa a entregar las actas y su decisión de recurrir al Supremo. Con posterioridad ha emitido un nuevo auto en el que insta a la administración autonómica a depositar las 480 actas en sobre lacrado antes de 72 horas como medida cautelar hasta que el alto tribunal determine, bajo apercibimiento de cometer un posible delito de desobediencia si no lo hace.

También ha reclamado las actas de los acuerdos adoptados en el seno de diversas consejerías y del antiguo Instituto de Fomento de Andalucía (IFA) y ha dado diez días a las partes para que se pronuncien sobre la cuestión de su incompetencia.

El Gobierno andaluz, a través de su portavoz, Mar Moreno, ha accedido finalmente a hacer entrega de la documentación requerida y se ha mostrado por primera vez bastante crítica con el “tratamiento” recibido por parte de la magistrada. A estas alturas, ya no es ninguna sorpresa que Alaya no se fía en absoluto de la Junta.

Cuarta crisis de Gobierno de la era Griñán

La cuarta crisis de gobierno de Griñán como Presidente de la Junta de Andalucía se fraguó durante el Congreso Extraordinario del PSOE-A celebrado en Sevilla un fin de semana de marzo de 2010. En aquel congreso procesión, en el que Manuel Chaves lloró, Francisco González Cabaña, secretario general de los socialistas gaditanos no aceptó incorporarse a la nueva ejecutiva regional de Griñán. El nuevo secretario general había optado por Rafael Velasco como número dos del partido, relegando a Luis Pizarro que se tuvo que conformar con un cargo de consejero. Era el principio de una crisis largamente anunciada.

La dimisión del último referente de Chaves en el Gobierno andaluz no hace sino confirmar dos cosas: que la sucesión del anterior Presidente se cerró totalmente en falso y que, a día de hoy, la ruptura entre Griñán y su antecesor en el cargo es definitiva.

Las discrepancias con el rumbo que estaba tomando el partido desde aquel congreso eran evidentes, aunque no notorias, y se han acentuado con la forma de llevar el escándalo de los ERE. Sin embargo, el detonante definitivo ha sido la destitución del delegado del Gobierno de la Junta en Cádiz, Gabriel Almagro, esta misma mañana por el Consejo de Gobierno, ya que el consejero de Gobernación se negó a hacerlo.

La chispa que encendió la mecha se produjo tras una reunión que mantuvieron el 12 de marzo pasado en Benalup, antigua Casas Viejas, Manuel Chaves, Luis Pizarro y Francisco González Cabaña con Manuel González Fustegueras. Durante aquel almuerzo, propusieron a Fustegueras encabezar la lista a la alcaldía de Jerez, en detrimento de la actual alcaldesa, Pilar Sánchez. El motivo no era otro que la alcaldesa se había comprometido a no pactar con Pedro Pacheco para lograr la alcaldía.

Griñán lo entendió como una injerencia intolerable. No fue la única, también en Córdoba se produjo un intento de desbancar a la delegada de la Junta, Isabel Ambrosio, afín al ex vicesecretario general Rafael Velasco. La reacción del aparato no se iba a demorar como así ha sucedido. La crisis, pues, está servida.

La evidencia de la ruptura se ha escenificado en las nuevas designaciones para los cargos vacantes, Francisco Menacho como consejero y Manuel Jiménez Barrios como delegado del Gobierno, dos personas integrantes de la oposición a Pizarro en Cádiz.

El ruido de sables en las filas socialistas no se ha hecho esperar. El propio Pizarro no ha asistido a la toma de posesión de su sucesor y su número dos en la consejería, el viceconjerero José Antonio Gómez Periñán, ha presentado su renuncia al cargo.

La guerra no ha hecho sino comenzar. Mientras desde la Junta se resta importancia a la trascendencia y el calado de la crisis, sectores críticos con la actual directiva pedían en privado la celebración de primarias para elegir a otro candidato. Se sienten molestos por la utilización del BOJA para desbancar al oponente político, una medicina en cuya aplicación Pizarro era ciertamente un experto. Incluso el vicepresidente primero del Gobierno y presumible aspirante a la sucesión de Zapatero, Alfredo Pérez Rubalcaba, se ha visto obligado a terciar para quitar hierro al asunto.

Los intentos por frenar el desastre pasan por enterrar el hacha de guerra hasta que pasen las elecciones de 2012 y después ya se verá. El adelanto electoral está prácticamente descartado. También la celebración de unas primarias en estos momentos, por lo que de suicidio político conllevaría de cara al electorado. Sin embargo hay un hecho que podría cambiar radicalmente el paisaje y desencadenar la batalla definitiva; un resultado catastrófico en las próximas elecciones municipales. Si se produjera, el liderazgo de Griñán quedaría bastante cuestionado y alguien podría considerarlo un buen motivo para intentar el asalto a la jefatura del partido. Algunos aseguran que los sectores críticos ya están pensando en el ex consejero Francisco Vallejo como alternativa. Pero los más cercanos a Griñán apuestan a que su figura como líder del partido no peligra mientras mantenga el apoyo unánime de la agrupación de Sevilla, algo que ya Chaves tuvo muy en cuenta durante su etapa como secretario general y que combatió hasta el final de su mandato. En cualquier caso, las cartas no están todas todavía encima de la mesa.

La sombra de Chaves sobre la Junta de Griñán

Precisamente el actual vicepresidente tercero del Gobierno de la nación y ex presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, es otro de los grandes pesos con los que tiene que cargar Griñán en estos días de crisis en el PSOE-A y en el Gobierno regional.

Al marchar a Madrid, Chaves no sólo dejo abierta la puerta a las disputas por el poder dentro del Gobierno y el aparato regional del partido, que han desembocado en la dimisión de Luis Pizarro y el consiguiente baile de cargos y nombres, sino una larga sombra de presunta corrupción como legado para el actual Gobierno.

La noticia, destapada en El Confidencial por Melchor Miralles y Javier Chicote, de que Iván Chaves, hijo del ex presidente andaluz, recibió trato de favor para ejercer de mediador de empresas ante la Junta de Andalucía a cambio de comisiones ha cogido a pie cambiado no sólo al propio Chaves sino a todo el Gobierno andaluz, desubicado entre tantos golpe, al tiempo que ha avivado el fuego de la corrupción durante su etapa como presidente.

A la luz de esta noticia, la prensa ha recordado otros casos de presunta corrupción protagonizados por el ex presidente y otros familiares suyos durante su etapa al frente de la Junta. Entre ellos destaca la subvención de 10 millones que la Junta, entonces presidida por él, concedió a la empresa Minas de Aguas Tintadas (Matsa), en la cual trabajaba su hija Paula Chaves. La subvención se aprobó en Consejo de Gobierno presidido por Chaves, a pesar de que es ilegal aprobar ayudas públicas a entidades relacionadas con familiares de algún miembro del Consejo.

Otro caso, conocido en el verano de 2006, implica a dos hermanos de Chaves, Leonardo y Antonio José. El primero de ellos, director general de Tecnología e Infraestructuras de la Junta desde 2004, adjudicaba contratos públicos a la empresa Climo Cubierta, de la cual Antonio José Chaves era asesor, tras haber sido socio y administrador. Dos sobrinos carnales del ex presidente, uno de cada uno de los hermanos, también estaban implicados en el escándalo al tener relación con Climo Cubierta, en calidad de trabajador y de administrador, respectivamente.

La inquietud en la Junta de Andalucía ante los casos de presunta corrupción durante la etapa de Chaves como presidente son fruto de la incidencia que todo escándalo protagonizado, o no, por el hoy ministro de Política Territorial tiene en el Gobierno regional. La sombra de Chaves es alargada y llega en forma de seísmos hasta el actual gabinete encabezado por Griñán, a pesar de sus intentos por hacerse con el control del partido en Andalucía y de desligarse de las personas afines al antiguo presidente. Algo que se ha visto en la gestión del caso de los ERE, otro de los escándalos gestados durante la presidencia de Chaves, y en el que se han visto implicados algunos de sus hombres fuertes, como el secretario general del PSOE de Sevilla, José Antonio Viera, aislado por el actual aparato regional del partido ante las acusaciones crecientes.

No es para menos la inquietud del Gobierno andaluz ante las embestidas continuas del PP, que no tiene reparos en sacar toda su artillería y subir hasta el Congreso de los Diputados para acosar a Chaves a base de preguntas sobre los escándalos en Andalucía, sabedores de que derribar al vicepresidente tercero provocaría un cataclismo en la Junta, a cuyo Gobierno muchos andaluces siguen asociando su figura.

Otro punto de vista del conflicto libio

Foto: AP Photo/Jerome Delay

Gregorio Verdugo / Jesús Rodríguez

Tres días después de aprobar la resolución 1973 de la ONU que autoriza el empleo de la fuerza armada para imponer una zona de exclusión aérea sobre Libia con el objetivo de proteger a la población civil y, una vez iniciadas las acciones militares, las dudas y los interrogantes sobre su idoneidad comienzan a brotar en la opinión pública y de ello se hace eco, desde numerosas perspectivas, el universo periodístico.

Son muchas las cuestiones que aún no están aclaradas del todo y que cobran fuerza con cada día que pasa y desembocan en diferentes interpretaciones de los periodistas. Desde quienes defienden la necesidad de la intervención, aunque con variados matices, hasta quienes se oponen a ella por considerar que no tiene la suficientes garantías o justificaciones.

Es casi generalizada la opinión de que la intervención militar no obedece tanto a motivos humanitarios como a la salvaguarda de intereses petrolíferos y de otra índole, aunque a esta diatriba le sigue a continuación la de qué pasaría con la población civil libia si la actuación no se hubiera producido. Esto no es óbice para que algunos la consideren imprescindible, aunque un tanto tardía, y otros llegan a calificarla como justicia, a fin de cuentas.

En lo que parece que todo el mundo está de acuerdo es en que Gadafi estaba atentando contra su población civil, aunque algunos se preguntan “si no son tan buenos los buenos de Benghazi”, ya que en la actualidad estamos hablando de gente armada y que ataca a la par que se defiende.

También existe cierto grado de consenso en las sospechas que levanta un acuerdo de intervención de la ONU tan rápido cuando la comunidad internacional no atiende a los conflictos similares que se suceden en otros países.

Otras de las dudas no disipadas con la suficiente claridad es quién está detrás de los rebeldes y cuál es el supuesto Gobierno de oposición al que Francia ha reconocido oficialmente. Demasiadas preguntas a las que las informaciones periodísticas que nos llegan desde Libia no acaban de dar respuesta.

Leonor Massanet es una licenciada en Farmacia y en Psicología que viaja a Libia cuatro o cinco veces al año por temporadas largas como un mes, desde hace cinco años. Actualmente se encuentra en España y regresó de la zona en conflicto una semana antes de que estallara la revuelta. Afirma mantenerse en contacto permanente con personas libias de su confianza, con las que habla por teléfono varias veces al día. Su versión de los hechos no es la que reflejan a diario los medios, sino todo lo contrario. Por eso traemos aquí una entrevista que nos ha concedido por correo electrónico.

¿Cómo está repartido el apoyo de la población con respecto a Gadafi?

El 80% de la población está con el Gobierno actual. La gente no está politizada y no vive la política como nosotros porque ahora está recibiendo tanto, se está reconstruyendo el país por completo, está esperando sus casas antes de final de año, vive muy bien y hay tanto trabajo. En el área de Benghazi siempre ha habido, y es sabido por el Gobierno y por todos los Libios, algunas tribus que están en contra del Gobierno y además se quejan de que el Gobierno les favorece menos. Desde hace unos 5 años Gadafi está intentando hacer un cambio de la política repartiendo los beneficios del petróleo entre la población y que luego todo el mundo sea responsable de sus gastos, como colegios, hospitales, universidades , etc., que ahora son gratis. Hay una serie de políticos que se oponen totalmente al reparto y quieren seguir administrando el dinero del petróleo y dicen que son los que están encabezando la revuelta.

¿Cómo se han vivido los ataques de las tropas de Gadafi a los bastiones rebeldes?

Desde el principo se oye decir que esta revuelta está apoyada por el exterior y es sólo por el petróleo y el gran miedo de la gente es una intervención extranjera. Cuando han visto que ya entraban a bombardear han olvidado las rencillas, muchos rebeldes han vuelto a unirse con Gadafi para unirse contra los extranjeros. Dicen que Gadafi son 5 millones de libios y que morirán antes que él. Han hecho más daño esta noche con los bombardeos que con todo el mes de problemas.

¿Qué parte del país controla en realidad Gadafi?

Gadafi controla y siempre ha controlado todo el país. Los rebeldes están en la región de la Cirenaica, que es el noreste de Libia, en la frontera con Egipto, por donde les estaba entrando la ayuda exterior. Empezaron en Benghazi e hicieron una serie de movidas grandes y muy agresivas quemando, robando polvorines, etc., y Gadafi intentó resolverlo hablando y negociando con las tribus hasta que tuvo que tomar medidas porque estaban invadiendo el país con muchas armas y Occidente les apoyaba. Llegaron a ocupar la región de la Cirenaica del Este pero en este momento los rebeldes sólo controlan parte de Benghazi y me dijeron que los dirigentes habían huido todos.

¿Hay ahora mismo movimientos de la oposición en Trípoli?

Tripoli estaba totalmente tranquila. Ahora solo están ya pendientes de los bombardeos y nadie sabe lo que pasará, porque los medios de comunicación están hablando de una auténtica invasión de aviones, barcos, portaaviones y submarinos de un montón de países. Está claro que Occidente va a por todas, independientemente de lo que esté ocurriendo dentro.

¿Se conoce el número de bajas que la represión ha causado entre la oposición en Trípoli?

Yo no conozco el número de bajas que han causado los rebeldes ni las que ha causado el Gobierno libio porque ha habido mucho fuego cruzado. Me consta que al que ha depuesto las armas ni se le ha pedido el nombre y los chicos jovencitos, casi niños, que al principio luchaban con los rebeldes se les devolvían a sus familias. Si fuera cierto que el Gobierno ha hecho masacres, como se dice, habría cortado la rebelión en pocos días porque no son tantos y están muy localizados.

¿Hay opositores detenidos en estos momentos?

A los opositores que deponen las armas los dejan, a los niños los devuelven a su casa, pero los que son extranjeros están en la cárcel, porque dicen que hay muchos egipcios, palestinos y tunecinos que han venido sólo a luchar con la oposición.

¿Con cuántos mercenarios cuenta Gadafi y cuál es su procedencia?

En Libia hay un ejército que se estaba hablando de disminuir el año pasado porque no era necesario y al continuar la rebelión se presentaron 480.000 libios voluntarios para ayudar a resolver la situación lo mejor posible. Los rebeldes están utilizando muchos mercenarios y esto lo está dificultando mucho porque son gente a las que se les dan armas y la zona se ha convertido en muy peligrosa ya no sólo por la revuelta, sino porque roban y se ve que se han cometido muchos atropellos. Las mujeres y niños en Benghazi están dentro de sus casas y no se atreven a salir.

¿Crees necesaria la intervención internacional para parar la supuesta matanza del pueblo libio?

No es cierto que haya una matanza del pueblo libio, para empezar porque la mayoría del pueblo libio está con Gadafi aunque no guste a Occidente. Esta intervención está haciendo mucho más daño que los rebeldes y está claro que se está buscando eliminar a Gadafi aunque sea a costa de devastar y matar al pueblo Libio.

¿Ha habido víctimas civiles tras los primeros ataques de la fuerza internacional?

Se ha bombardeado un hospital en Tripoli, y ha quedado totalmente destruido. Era un hospital de dermatología. Se han bombardeado casas particulares y se habla de 48 muertos por el momento y muchos heridos.

¿Cuál es la zona de Trípoli más dañada por los ataques?

Han bombardeado los aeropuertos de Tripoli, Benghazi y Misrata, los depósitos de petróleo de Misrata.

¿Ha habido miembros del ejército que se hayan negado a disparar contra la población?

La población Libia y Gadafi no quieren esta revuelta porque todos tienen parte de familia en ambos lados y porque las tribus son muy extensas y están repartidas por toda la geografía del país. La presión y fuerza exterior está dando una gran virulencia a la situación.

¿Crees que Gadafi está en condiciones de lanzar un ataque a otros países ribereños del mediterráneo?

Lo que Gadafi ha dicho es que no entregarán el petróleo y todos los libios con los que hablo dicen que no cederán el país ni el petróleo a los extranjeros y defenderán hasta la muerte.

¿Crees que hay alguna posibilidad de que Gadafi abandone el poder de forma pacífica?

La mayoría del pueblo Libio no quiere que Gadafi abandone el poder y esta petición viene desde fuera y desde una pequeña minoría de dentro, por tanto un Gobierno no se abandona así. Gadafi es Libio y vive para Libia, donde tiene toda su familia y dice que no abandonará Libia y, si es necesario, morirá en Libia.

¿Prevés que se derrumbe el régimen o, por el contrario, que se lance a una ofensiva casi suicida?

La única forma de que logren su objetivo es que hagan una ofensiva suicida, destruyan Libia y maten a la mayoría de los libios, porque lo que pretenden es lograr el petróleo libio eliminando el estorbo de Gadafi.

¿Te llegan noticias de la zona rebelde o sólo desde Trípoli?

Los Libios son tribales y las tribus están extendidas por todo el país. Se comunican por teléfono y van teniendo información de Trípoli, Benghazi y otros lugares. Conocen gente o familia casi por todo y en este momento todo el mundo está pendiente de todo lo que está pasando y me lo van contando.

Las informaciones que llegan desde Bengasi y zonas de dominio rebelde dejan constancia de que la situación de los niños es segura -que juegan por las calles-, y que las mujeres se han unido a la rebelión.

Benghazi es el área más peligrosa en este momento porque hay mucha gente armada. Hay zonas de Benghazi con la bandera Libia. Hace varios días que Gadafi ha parado de enfrentarse a los rebeldes para evitar la entrada de los aviones y, a pesar de ello, han entrado y dicen que miente. Esta noche, los Estados Unidos están lanzando misiles sobre Benghazi y han dado sobre el hospital más grande de la ciudad, y dicen que disparan sobre el ejercito del Gobierno para ayudar a los rebeldes.

¿Cómo es posible, si los rebeldes son sólo unos pocos, que hayan tomado y mantenido el control de toda la región de la Cirenaica del Este y algunas ciudades del Oeste, hasta llegar a cercar incluso Trípoli?

En primer lugar los rebeldes son muy pocos comparados con la población Libia que está del otro lado, pero han entrado mucha gente que dicen que son mercenarios por la frontera egipcia y son de Arabia Saudí, tunecinos, egipcios y de otros lugares, y son como soldados profesionales. Gadafi les dejó avanzar y, al principio, empezaron a quemar edificios, robar los polvorines de armas y gente joven de las universidades se unieron viéndolo como una reivindicación, pero poco a poco, con la virulencia que ha tomado y todo lo que ha pasado, los jóvenes han vuelto a sus casas y algunas tribus han ratificado que están con el Gobierno. Éste, al ver que no podía convencerles y que no querían negociar, mandó su ejercito y entonces fue cuando se dijo que Gadafi mataba al pueblo Libio, que se había levantado contra la opresión. ¿Qué tenía que hacer el Gobierno Libio?

Dices que no se han tomado represalias contra los rebeldes. Sin embargo, conocemos por los medios el caso de familias enteras encarceladas durante años por cuestionar a Gadafi.

Gadafi les dice que si entregan las armas no se les toma el nombre y se les devuelve a las familias, y esto me consta. Yo no soy periodista ni estoy en posesión de la verdad absoluta, soy una persona particular que transmite lo que ha vivido y lo que le están diciendo libios, buena gente en la que confía.

¿Qué opinas acerca de las detenciones de periodistas de Al-Jazzeera y otros medios extranjeros por parte del Gobierno libio? ¿No crees que impiden que los ciudadanos de otros países dispongan de información verídica y contrastada?

Están tergiversando las noticias y dando una agenda siempre que favorezca a los rebeldes y en contra de Gadafi desde el principo. Para entrar en Libia hace falta un visado y más en un momento como el actual, en que les puede pasar algo, y parece ser que, aprovechando que los rebeldes durante un tiempo tuvieron la frontera con Egipto, entraron muchos periodistas que se han quedado con los rebeldes y han estado informando sólo lo que ellos les han dicho, y el resto de Libia se ha sentido muy dolida por esta información tan sesgada y a veces falsa. Supongo que los detienen porque han entrado en el país ilegalmente, porque Gadafi invitó a la prensa de todo el mundo, pero muchos periodistas prefirieron entrar sin visado porque seguramente pensaron que serían más libres para informar de lo que quisieran y lo que yo creo que ha ocurrido es que sólo han visto y oído a una pequeña parte de Libia. Por ejemplo, cuando Gadafi dijo que por favor no se mataran entre ellos, que eran hermanos y primos, y dijo que si querían que les ocurriese como en Madrid con Franco, es decir, que se mataron entre hermanos, lo decía como un drama al que no quería llegar, y sin embargo Aljazeera lo tradujo en el sentido contrario. Me consta que en Tripoli hay algunos periodistas que están informando.

¿Qué tendrían que ver -o ganar- los “muchos egipcios, palestinos, tunecinos, etc., que, según tú, han venido sólo a luchar con la oposición”?

Ha entrado mucha gente muy preparada por la frontera de Egipto y se sabe que esto ha sido preparado desde fuera. No sé exactamente quién o quiénes han organizado todo esto, pero está muy claro que lo único que interesa es eliminar a Gadafi sin importar los efectos secundarios.

Partidarios del Gobierno libio afirman que los rebeldes reciben armas de Occidente, aunque hay constancia de los contratos de venta de armas que numerosos países occidentales firmaron con Gadafi en la última década.

Gadafi estaba hablando el año pasado de reducir el ejercito e ir progresivamente desarmando el país porque ya no era necesario defenderse. Lógicamente, el Gobierno Libio tiene armas en parte vendidas por España. Los rebeldes son unas personas que se han levantado contra el Gobierno, han robado los polvorines del Gobierno, han recibido armas y han iniciado un ataque apoyados por muchos países de Occidente, de una manera muy intensa con los medios de comunicación y ahora con aviones, barcos, portaviones, etc.

Como mucha gente, afirmas que Occidente quiere derribar a Gadafi para hacerse con el petróleo libio, aunque la Libia de Gadafi es uno de los principales abastecedores de petróleo de Europa desde hace décadas y la rebelión, precisamente, puso en peligro este suministro.

Con el rey Idris, las empresas extranjeras se llevaban entre el 80 y el 90% de los beneficios del petróleo y sólo quedaba el 10%, aproximadamente, que se lo quedaba el rey. Con Gadafi se ha invertido completamente, porque el 80% de los beneficios se queda en Libia y además hay bastantes pozos cerrados que se guardan para más adelante, porque Gadafi dice que el petróleo es de los Libios y debe durar también para los hijos, pero Occidente quiere explotar más y le exigen que saque más. Además, el petróleo Libio es muy puro y sale muy barata su extracción. Gadafi es la pared que no les permite administrar el petróleo ni sus beneficios.

Gadafi parece sostener que él y en su Gobierno son la personificación de la revolución libio. ¿No son demasiados 41 años de Gobierno personal?

En primer lugar, Gadafi no gobierna desde hace mucho tiempo. En segundo lugar, en Libia hay un Gobierno que es el que gobierna y que está formado de la siguiente manera: los vecinos de un área determinada se reúnen y eligen a unos representantes de cada área, es decir, Sanidad, Obras etc. Luego se reúnen y eligen a uno de ellos, que representará a todos ellos para transmitir sus decisiones. En cada ciudad habrá varios grupos de éstos que habrán elegido a su representante. Todos los representantes de los grupos de una misma ciudad eligen a uno que les representa en Tripoli. Todos los representantes de las ciudades en Tripoli conforman el Gobierno Libio y entre ellos eligen al primer ministro y a todos los integrantes del Gobierno. Nosotros no somos quién para decidir cuándo un país que no es el nuestro y que está funcionando mejor que nunca debe cambiar de Gobierno.

En sus sucesivos discursos, desde hace casi un mes, Gadafi ha amenazado en varias ocasiones a la población libia, además de haber acusado a sus opositores de ser islamistas al servicio de al-Qaeda. ¿Cuál es tu opinión sobre estas afirmaciones?

Gadafi está cada día pidiendo a los jóvenes que por favor depongan las armas, está ofreciendo de todo y dando mil vías para conseguirlo. Al principio les dio dinero no recuerdo para qué, repartió ordenadores portátiles, etc. Respecto al problema de los islamistas radicales, viene a cuento porque en Libia Gadafi tiene una meta: que no le entrara ningún terrorista, y hasta ahora no ha habido terrorismo porque lo han cuidado mucho y esto me consta desde hace muchos años y ahora en este tiempo que ha estado la frontera abierta dicen que han entrado islamistas y que han tenido noticias de que han entrado algunos de Alkaeda y temen que haya alguna agresión porque se la tienen jurada a Gadafi. Han encontrado a algunos rebeldes que no eran libios y luchaban por la “guerra santa”. No dice que los rebeldes sean islamistas sino que hay islamistas entre los rebeldes.

¿No es paradójico que Gadafi haya perdido la simpatía y el apoyo de todos los líderes y países del mundo, no sólo Occidentales, excepto Venezuela, amén de numerosos diplomáticos libios en todo el mundo, incluido el representante ante la ONU, así como algún ministro del Gobierno?

En este momento le odian muchas personas de las altas esferas, porque no quieren que se repartan los beneficios del petróleo entre los Libios, como quiere hacer Gadafi, y esto es algo que ya lleva varios años en el candelero libio y luego la crisis mundial, porque Gadafi retiene petróleo. Lo que no se puede hacer es juzgar con nuestra cultura y planteamiento a un país que es tan distinto a nosotros, porque cometemos muchos errores.

ACTUALIZACIÓN [22.03.11, 12:20 h.]

Más preguntas que suenan a conclusiones sacadas sobre la intervención militar internacional en el conflicto de Libia.

Juan Espadas: «Quiero que los sevillanos identifiquen al PSOE con el proyecto para mayo de 2011»

Dos días después de la presentación de su candidatura, el aspirante del PSOE a la alcaldía de Sevilla en las elecciones municipales de mayo de 2011, Juan Espadas, nos concedió al compañero Jack Daniel’s y al que esto escribe una entrevista exclusiva, la primera que concede como candidato a alcalde, que os traemos aquí desglosada en cinco vídeos.

Parte 1

Sigue leyendo Juan Espadas: «Quiero que los sevillanos identifiquen al PSOE con el proyecto para mayo de 2011»

La Historia en las cunetas

«La batalla de la memoria la ganó Franco, pero bien ganada», dice el historiador José María García Márquez con la mirada intensa agazapada tras unas gafas de cristal estrecho. En esos ojos se adivinan años de escudriñamiento sobre la Guerra Civil en Sevilla y Huelva, sobre la represión y sobre la identidad de miles de personas que aún vagan por cunetas y olivares, sin nombre, sin recuerdo.

La carrera de José María está basada en la búsqueda de la historia de muchos de aquellos que murieron reprimidos desde el alzamiento de 1936, y sus historias, como leyendas negras narradas en noches de tormenta, asaltan su memoria, como la de aquél que cortó unas orejas a un fusilado para guardarlas como trofeo y fue considerado un «ardiente defensor del glorioso movimiento nacional». Historias de estar «dentro del fango, de las catacumbas del terror».

Su labor de investigación y reconstrucción de la historia a partir de los documentos del régimen franquista tiene como fin, además de la recuperación de la identidad y el emplazamiento de miles de personas represaliadas, el esclarecimiento de una de nuestras épocas más oscuras, «algo que no se estudia en la escuela, que es donde se debería tratar esto, como se hizo con las dictaduras del nazismo y el comunismo en Alemania». Contribuir a «que se sepa quién era Francisco Franco o cualquier otro, que es lo importante, y no quitarle su nombre a una calle cualquiera».

La obra histórica de José María García Márquez es fundamental para tapar los desconchones que pueblan la tapia de aquellos años oscuros sobre los que, poco a poco, con la suavidad de la distancia, comienza a caer la luz.

Un post y una entrevista realizada por Jack Daniel’s y el que esto firma.

Sevilla en los cables de Wikileaks

El cablegate también pasó por Sevilla, como lo hicieron los americanos por Villar del Río en la inolvidable Bienvenido Mr. Marshall de Berlanga. La única diferencia es que aquí, al contrario que en la película, los americanos sí se detuvieron. Y como bloguero de Sevilla vuestro que soy os debo una explicación, y esa explicación os la voy a dar porque os la debo.

Sucedió el 3 de junio de 2004, durante la visita de un día a la ciudad que realizó el por entonces embajador de los Estados Unidos, George L. Argyros, dentro de su programa de viajes regulares a las 17 comunidades autónomas de España.

Durante su estancia, se entrevistó con el entonces Presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, con el Delegado del Gobierno en Andalucía, José Antonio Viera, hoy secretario general del PSOE de Sevilla, y con representantes de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA).

En el cable que Argyros remitió a sus superiores seis días después, el embajador pone de manifiesto que se había estudiado a fondo la tarea. Empezando ya desde el principio por el título del cable, “Ambassador’s visit to Seville, socialist heartland”  (La visita del embajador a Sevilla, corazón del socialismo).

A continuación detalla su visión de Andalucía como “bastión socialista” y hace hincapié en que es la región más grande y poblada de España y también “una de las más pobres”. Para Argyros, en Andalucía, “decenas de miles de habitantes rurales viven de la asistencia social (conocida como PER) destinada a las temporadas de los trabajadores agrícolas. El Gobierno socialista distribuye los beneficios a nivel local y este patrocinio les proporciona un sólido conglomerado de votantes”.

De su encuentro con Manuel Chaves informa sobre la insistencia de éste en justificar la derrota del Partido Popular en las recientes elecciones de Marzo de 2004 no como consecuencia de los atentados del 11M en Madrid, sino en exclusiva por el hecho de que Aznar involucrara a España en la guerra de Irak. Lo que justificaría que Zapatero retirara las tropas españolas a su llegada al poder.

Sin embargo, más adelante relata que Chaves reitera la intención del Gobierno español de “normalizar y fortalecer” las relaciones con Estados Unidos, ya que a juicio de Chaves “el vínculo trasatlántico es esencial” y “de hecho es la pieza clave del orden mundial”.

Argyros no desaprovechó el encuentro para defender los intereses de su país y recordó al Presidente de la Junta que “las compañías de Estados Unidos han invertido más de 50.000 millones de dólares en España en los últimos cinco años” y que “la confianza de los inversores fue clave para mantener esa tendencia”. A esto, Chaves respondió que “no había razón para que los empresarios estuvieran preocupados” porque “el gobierno no cambiará los principios fundamentales” de la política económica reciente.

Durante el almuerzo que siguió a su reunión con los líderes de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), estos le manifestaron su preocupación por un  posible boicot de los consumidores estadounidenses por la retirada de las tropas de Irak y por la posibilidad de una “pérdida de disciplina presupuestaria” con el gobierno de Zapatero, a pesar de que el Ministro de Economía, Pedro Solbes, les produce un “gran respeto”, pero se cuestionan si Solbes podrá “prevalecer sobre otros que no compartan su filosofía” dentro del gobierno.

La otra persona con la que mantuvo un encuentro fue con el actual secretario general de los socialistas sevillanos, José Antonio Viera, por entonces Delegado del Gobierno en Andalucía, tras su última etapa como Consejero de Trabajo y Tecnología en el anterior gabinete de Manuel Chaves.

Además de las inminentes elecciones al Parlamento Europeo y de algunas cuestiones relacionadas con la Unión, Viera transmitió al embajador su temor por “la capacidad de los terroristas para mezclarse” entre los alrededor de 2,7 millones de marroquíes que iban a atravesar España ese verano con sus familias durante su viaje de vacaciones a través del Estrecho de Gibraltar. Al respecto, Viera prometió que España “añadiría más patrullas aéreas en los próximos meses para mejorar la eficiencia” del sistema de monitoreo electrónico que vigilaba las costas andaluzas.

A pesar de esta explicación que, como bloguero de Sevilla vuestro que soy, os he dado, la escena final no fue tan diferente a la de la película de Berlanga. Si en esta tierra se detuvieron, el único rastro que también dejaron a su paso fue una inmensa nube de polvo que cubrió como un fino manto nuestras caras de lelos.

Artículo realizado por Gregorio Verdugo y el que esto escribe.

 

Juan Espadas, las redes sociales y la calle

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Gregorio Verdugo / Jesús Rodríguez.

Juan Espadas, candidato del PSOE a la alcaldía de Sevilla, presentó ayer su política 2.0, una de sus principales apuestas para la campaña electoral y, afirma él, para su Gobierno de la ciudad en caso de que los electores le den la vara de mando en mayo de 2011.

De la presentación que hizo Espadas podemos deducir una fuerte apuesta por las tecnologías como medio para que las personas tengan una comunicación más cercana y certera con el Gobierno. De hecho, el propio Espadas sostiene que “no puedo renunciar al instrumento más potente que hay ahora mismo para llegar a los ciudadanos”.

Ciertamente, Espadas demuestra una amplitud de miras nueva, impropia del político español actual -lo cual es grave per se, y más a estas alturas-, que no sólo alcanza el mero uso y explotación de los nuevos recursos que ofrece Internet, sino la posibilidad de que los ciudadanos, por fin, puedan tener una manera rápida y efectiva de acceder a los políticos.

Pero, lejos de que el cuento de esta entrada tenga un final tan feliz como éste, las preguntas surgen una tras otra, y la primera es una transposición dospuntocerística lógica de una duda omnipresente entre el electorado: ¿realmente Juan Espadas -o ponga aquí el nombre de su político preferido- está en las redes sociales para ser un político -y/o futuro alcalde- al que los ciudadanos puedan dirigirse con rapidez y eficacia o bien su fin es únicamente el de hacer que su foto circule por Facebook, Twitter, Flickr, etcétera?

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En el Pumarejo

Les presento un adelanto del reportaje sobre el acoso inmobiliario en Sevilla en el cual estamos trabajando Jack Daniel’s y servidor de ustedes. Pronto, en estas mismas páginas, la versión íntegra. Permanezcan atentos. O no.

***

Esta vorágine de compra y venta de inmuebles que se desató en la zona norte del Casco Histórico de Sevilla desde finales de los 90, al abrigo de la burbuja inmobiliaria, se detuvo de golpe con el estallido de la crisis en 2008. Sin embargo, Ángel Monge, director de OTAINSA, aclara que no se paralizó “absolutamente”, sino que persiste un “acoso menor”, debido a que “el propietario tiene un interés en que se marche el inquilino, pero sabe que mañana no va a vender”.

Este “período de descanso” al que hace referencia Monge dificulta el encontrar víctimas de acoso inmobiliario. Es la causa de que, durante los sucesivos periplos por el barrio, haya resultado complicado encontrar vecinos que quisieran dar su testimonio. A ello hay que añadir el habitual miedo de las víctimas a hablar, un temor palpable que tiene su raíz en las represalias que han tomado los caseros contra los inquilinos que osaban denunciar sus abusos.

Fue así como, finalmente, llegamos a la calle Macasta, en las entrañas de San Luis. Un callejón estrecho de solería antigua de barro, en forma de ángulo recto, invadido por construcciones de nueva planta y estética moderna en ambas aceras, en cuyo vértice se alza un ruinoso edificio de tres plantas que se desmorona a pedazos, como una atalaya fantasmal que resiste los envites del tiempo y de los hombres.

En esta casa viven seis familias. Una de ellas es la de Julio, el inquilino de la primera planta que nos enseñó la casa. Durante el macabro itinerario turístico comenzaron a revelarse los tabiques y muros agrietados, los tendidos eléctricos deprimentes, los rastros de los sumideros atascados, las humedades, los canalones de desagüe descolgados y fracturados por la mitad, las escaleras desvencijadas, las puertas reventadas y arrancadas de sus goznes, las ventanas desnudas de cristales, los escombros y la basura amontonados y el mal olor que impregnaba toda la estancia.

Los trabajadores de Tussam protestan ante el pleno del Ayuntamiento

Los trabajadores de Tussam han reclamado en el pleno municipal celebrado hoy una solución para la empresa tras el cambio de postura del presidente y concejal de Movilidad, Fran Fernández, que en la reunión de ayer retiró de encima de la mesa de negociación el plan de viabilidad.

Este viraje se produce para sorpresa de propios y extraños, ya que el acuerdo se encontraba bastante próximo, como afirmaban hasta los medios afines al Gobierno municipal, e incluso el propio Fernández daba su apoyo al plan de viabilidad en la mañana de ayer, antes de acudir a la reunión con el secretario general de los socialistas sevillanos, José Antonio Viera.

Tras manifestar su protesta, los trabajadores fueron desalojados por miembros de la policía local, siguiendo las indicaciones de la presidenta del pleno, Rosamar Prieto Castro. Con posterioridad, continuaron con sus manifestaciones en la puerta del Ayuntamiento hasta que se disolvió la concentración.

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Guillermo Guitérrez vuelve a las andadas

Por Jack Daniel’s

Cuando a Guillermo Gutiérrez, vicepresidente de Tussam, le colocan un micrófono por delante, miente más que duerme. Sobre todo durante las reuniones en las que ha de ejercer como negociador junto a ese otro gusiluz dormilón llamado Carlos Arizaga. Debe ser que el esfuerzo del diálogo tiene un potente efecto sedante.

Gutiérrez ha vuelto a hacer gala de sus viejas artes utilizando de nuevo los argumentos provocadores de siempre y con los medios serviles cual dóciles doncellas enamoradas bajo los ladridos del amo, con ese afán por impregnar a la opinión pública del mensaje interesado que cubra y vele sus carencias y sus verdaderas intenciones. Si de paso se echa al público encima de los trabajadores, mejor que mejor.

Sería conveniente, por el bien de la ciudadanía y por el de su propio estado anímico, que este aguador profesional –cada vez que Fran Fernández tiene sed durante una reunión le ordena levantarse e ir por una jarra de agua– confesara en público la humillación que sintió cuando su jefe jerárquico retiró de encima de la mesa su propuesta estrella, el famoso “plan de viabilidad”. Si esto no es que desacrediten tu trabajo en público, los cerdos no es que vuelen, sino que son expertos astronautas.

Si Gutiérrez tuviera vergüenza y dignidad políticas, lo que sin duda es pedir demasiado, hubiera presentado su dimisión en ese mismo momento. Pero, tal y como me cuenta un veterano militante socialista, Gutiérrez lleva dimitiendo toda su carrera como político en cuantos cargos ha desempeñado, sin que tal dimisión se haya hecho efectiva jamás.

Así es como funcionan los estómagos agradecidos al sacrosanto acróstico que les da de comer, aparentando una cosa para luego, entre bambalinas, hacer otra completamente distinta, cuando no contraria.

No resulta nada difícil cerrar la boca de los medios con el dinero que nunca procede de tus propios bolsillos, para eso no hay quiebra. Forma parte de esa habilidad ancestral, tan en boga en los tiempos que vivimos, de mostrar cierta laxitud y flojera de miras a la hora de administrar el erario público. Pero tales prácticas jamás han otorgado la razón a nadie, y mucho menos cuando las maniobras que todo el mundo ha podido ver en estos días dejan al descubierto y hasta las cejas de descrédito.

Gutiérrez sabe mejor que nadie que, si se produce la huelga, se verán cumplidos sus objetivos y, si no también, porque será señal de que quienes todos tenemos en mente habrán conseguido lo que andaban buscando y saciado su ambición sin límites. Así es la política y así nos va a los ciudadanos.

[También en El Blog de Jack Daniel’s]

V di Vendetta

Supongo que una gran cantidad de quienes lean esto, si no todos, habrán leído el cómic V de Vendetta o habrán visto la película homónima. De modo que conocerán la historia del héroe Guy Fawkes, que en 1605 quiso volar el edificio del Parlamento británico en aras de la consecución de un ideal: el de la libertad de los católicos en el Reino Unido.

Fawkes fue capturado y ajusticiado. Y con él, todos los conspiradores que le acompañaban en esta empresa. Pero, como dice la voz de Natalie Portman en el prólogo de la película, «a un hombre pueden matarlo, pero 400 años más tarde los ideales pueden seguir cambiando el mundo».

Probablemente eso será lo que le pasará a Massimo Tartaglia, el italiano que golpeó en la cara a Silvio Berlusconi el pasado domingo. Un Fawkes moderno, a la italiana. Lo arrestaron, y seguramente acabará en la cárcel. Pero ese acto suyo, recogido por todas las televisiones y periódicos del mundo, quedará para la posteridad como la encarnación de un ideal.

Tras años de inestabilidad, corrupción, tensión social, populismo y todo tipo de abusos, la política italiana ha alcanzado ese punto en el que el gobernante absorbe para sí el poder absoluto del Estado y lo personaliza, como sucede con Berlusconi, al igual que en V de Vendetta el poder se concentra en la figura del High Chancelor Satler. En ese punto, el símbolo del poder se convierte en un icono: una persona rodeada de un aura de intocable.

Pero resulta que a veces surge de las sombras un Fawkes o un Tartaglia, un iconoclastia que quebranta ese aura que, en apariencia, vuelve intocables a las figuras que personfican el poder simbólico. Eso es lo que hace V en la película: hace ver al pueblo de Inglaterra cuál es su verdadero poder, y entre todos tumban al Gobierno. Y eso le pasó el domingo a Berlusconi. Tartaglia fue capaz de tumbarle con un golpe, y todos sus compatriotas vieron cómo el lider supremo dejó de ser intocable. Y esa imagen será la que quede en su memoria, como el símbolo de la iconoclastia del poder personal.

La imagen de ese Berlusconi sangrante y con la mirada desnortada recuerda a la del Líder Satler en las escaleras del metro de Londres, maniatado y de rodillas ante V, que encarna a todos los ingleses. Entonces, Satler se da cuenta de lo que ha hecho, y por arrepentimiento o cobardía acaba llorando y pidiendo clemencia. Así vemos a Berlusconi, preguntando a sus allegados: «¿Por qué me odian tanto?». De un modo u otro, tiene miedo, porque sabe que el golpe de Tartaglia es el peor de los que podrían haberle dado.

En la película, finalmente, Creedy -el jefe del partido de Satler, el Norsefire-, mira al High Chancelor y le dice: «Me das asco». Y lo mata con un tiro en la frente. Probablemente, con el golpe que Tartaglia le dio en la cara, toda Italia le esté diciendo lo mismo a Berlusconi.