Sexy Music 2×02 – 26 septiembre 2012

Juanjo Cerero y servidor seguimos domando los micros una semana más en Radio Guadalquivir. Os esperamos el miércoles que viene en el 107.5 de la FM sevillana y en la web de Radio Guadalquivir. Y seguid atentos a nuestra página de Facebook porque pronto conoceréis jugosas novedades que tenemos que contaros.

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Tracklist

  1. Clara Moreno – Sabe quem?
  2. Fabo feat. Angela Sheik – Can’t decide
  3. Deep Dish – Mohammad is Jesus
  4. YSE – Things never said
  5. Audioplacid – Nevertheless
  6. Todd Edwards – Love inside
  7. E-Tones – Ooh la la (Johnny Fiasco Remix)
  8. Sleepyhead & Figgy – Reason to believe
  9. Layo & Bushwacka! – Blind tiger
  10. Dorian Concept – Toe games made her giggle
  11. Solo – Groovin tonight
  12. Jakatta – My vision
  13. Craig David – Walking away (Step Child Remix)

Sexy Music 2×01 – 19 septiembre 2012

Tres meses después de comenzar nosotros y los amigos de Radio Guadalquivir un merecido descanso veraniego, Sexy Music vuelve a la antena del 107.5 de la FM para traeros la elegancia hecha música, con nuevas secciones, nuevos contenidos, sorpresas que aún están por venir y, cómo no, la mejor música del mundo a cargo de Juanjo Cerero y servidor. Ya sabéis: bailad u os matamos.

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Tracklist

  • Dj Kawasaki – Let the music play
  • Jessie Ware – Wildest Moments (Zed Bias aka MaddSlinky Remix)
  • Sven van Hees – Right here
  • Ordinary People – Baby you make my heart sing
  • Schwarz & Funk – Pike’s night
  • Moon Boots – Sugar
  • Barbara Walker – Saved me (Louis Benedetti’s Remix)
  • Jill Scott – He loves me (Groucho Marxx Edit)
  • Miguel Migs – Rely on me
  • Frej Le Vin – The more I see you
  • Night Drugs – Pense a les vagues
  • St. Germain – Alabama Blues (1965 Remix)
  • Daft Punk – Aerodynamic
  • The Beatles – And I love her (Dj Allure Remix)

El Nuevo Mundo de Sevilla

[Artículo publicado originalmente en El Correo de Andalucía, el 19 de octubre de 2010]

La Cartuja se levanta y extiende al otro lado del Guadalquivir, como una isla ignota para la ciudad. Un Nuevo Mundo particular que el sevillano debe, más que nunca, descubrir.

Sevilla la Barroca es un eterno claroscuro donde cada paso es un puente que cruza una nueva frontera entre la luz y la sombra, entre el brillo de lo antiguo y un nuevo hallazgo en la penumbra. La Sevilla barroca de antaño, la de los puentes entre orillas, entre lejanas tierras, aquella que se descubrió a sí misma y ante el mundo entero cuando el desvelo de la más nueva de sus partes cumplió cinco siglos, aquélla es la misma ciudad que hoy sigue tendiendo puentes hacia su orilla más nueva, La Cartuja. ¿Pero qué conocen los sevillanos de esta isla casi ultramarina para muchos? ¿Qué hay por descubrir en este Nuevo Mundo particular de Sevilla?

Que los tiempos han cambiado es indudable. Por eso todo aquél que pretenda lanzarse a la aventura cartujana ha de tomar un medio motriz práctico y apropiado, como las carabelas colombinas, pero acorde a los tiempos modernos. No es posible pensar en otra cosa que en una bicicleta con la que poder volar a lo largo de kilómetros de carril-bici y surcar los puentes que nos llevan hasta las maravillas de la orilla desconocida de la ciudad. 

Quizá como premonición, como profecía en la que nadie ha reparado, en La Cartuja el carril-bici se extiende como una gran serpiente a lo largo del Camino de los Descubrimientos, una de las vías principales de la Expo de 1992. Hoy es el punto de partida de un dédalo de calles y glorietas, de edificios y parques en los que las maravillas de entonces se alzan espléndidas junto a las más recientes. Probable y lógicamente, lo que más deseará conocer el visitante (y acaso lo primero que llamará su atención) son los antiguos pabellones de la Exposición Universal que aún quedan en pie.

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Apollo Brown – Clouds (2011)

Ahora que ya se acaba el año y que una nueva avería en el ordenador de mesa de mi casa me obliga a organizar muchos gigas de archivos que llevan un montón de meses rodando en desorden por mi disco duro, toca hacer inventario de toda la música, tanto actual como de otros años, que me ha dejado este 2011.

Uno de los álbumes que más me ha llamado la atención es el Clouds de Apollo Brown, un registrador de la propiedad de Detroit metido a productor de rap underground. Apollo comenzó su incursión en la producción trasteando con diverso software a los 14 años. Tras graduarse en la universidad, comenzó a frecuentar a miembros de la escena hiphopera de su ciudad, antes de tomarse un par de años de inactividad, desencantado con el imperio de la radio como canal de acceso de la música al gran público.

Afortunadamente, volvió a picarle el gusanillo y en 2007 y 2009 publicó sendos álbumes instrumentales (Skilled Trade y Make Do) que lo llevaron a trabajar con multitud de raperos y firmar con el sello Mello Music Group en diciembre de 2009. En esta firma ha publicado tres elepés: The Reset (2010) con diversos MCs; Brown Study (2010), con Boog Brown, y Daily Bread (2011), con Haasaan Mackey.

Clouds, publicado en febrero de 2011, es su último trabajo, una colección de pequeñas joyas instrumentales creadas a partir de samples y bases de hip-hop. Esta mecánica sencilla cobra fuerza gracias a la belleza de las obras sampleadas, sobre todo de jazz, soul y otros estilos de la primera mitad del siglo XX, al estilo del jazzy hip-hop de algunos productores como Nujabes, y algunas veces haciendo uso de instrumentos orientales, en una fusión como la que encontramos en The Shanghai Restorarion Project.

Aunque el disco deja claro en torno a qué estilos se mueve su creador, la musicalidad y el tono ambiental, melódico y cálido de estas breves piezas lo hacen apto para todos los públicos, especialmente para los que gozamos con los samples revisitados con una base bien compuesta y que suene suave, nunca distorsionada, en nuestros oídos. Una delicia en pequeñas dosis.

Puedes descargar el disco en este enlace, o bien apoyar al artista comprándolo en iTunes.

Agur

Estaba el pasado jueves en el estudio de radio grabando una edición de Sexy Music cuando Juanjo me miró con sorpresa y giró la pantalla de su portátil. En la web de EL PAÍS, a sangre, se leía la noticia que los españoles llevábamos más de 40 años esperando: «ETA anuncia el fin de la violencia».

Entre meter indicativos y ráfagas, dar paso a una y otra canción, buscar documentación sobre la marcha y hablar sobre los temas, no tuve tiempo de leer el cuerpo de la noticia, ni siquiera de pararme a pensar en lo que acababa de leer, de ir más allá del choque profundo que el título me había provocado.

Luego estuvimos con Gregorio, hablando de periodismo y de proyectos diverso que pondremos en marcha dentro de poco. Pero ninguno mencionó el acontecimiento mayúsculo de ese día. Hasta el punto de que, hasta que no llegué a mi casa y, más tarde de la medianoche, me senté en el ordenador y leer en el Twitter lo que decía la gente sobre el (casi) fin de ETA, no volví a acordarme de ello.

Repasando los tuiteos que publicaban muchos compañeros periodistas, tuve la repentina certeza de esta en un día en los que más conviene callar y leer y escuchar que decir cualquier cosa, no sólo porque lo que decían esos periodistas, con mil y un tiros dados y con muchos años de convivir con noticias sobre ETA, dejaba en pañales que cualquier cosa que pueda decir yo, sino porque en ese momento comprendí que dijera, tanto menos en 140 caracteres, podría dar testimonio de lo que significaba el acontecimiento que estábamos sucediendo y lo que para todos suponía.

Hacía bastantes años que ETA atentó por última vez en Sevilla. Casi siempre que había oído hablar de alguno de sus asesinatos, era lejos de mi ciudad, pero no siempre fue así. En un instante me vi sentado en el pupitre de la escuela, con 10 años, en una mañana de invierno de la que sólo recuerdo al compañero que se sentaba delante de mí hablándome de que «esta mañana han dicho que la ETA ha matado a dos personas». «Seguro que habrá sido por el País Vasco o por Madrid, por allí arriba; no creo que se atrevan a venir a Sevilla», le respondí.

No podía imaginar que las dos víctimas eran Alberto Jiménez-Becerril, concejal del PP en el Ayuntamiento de Sevilla, y su esposa Ascensión García Ortiz, como tampoco podía imaginar la rabia que me produjo enterarme de que habían sido ellos los asesinados. Rabia, acaso, contra mí mismo, mezclada por vergüenza, por haber pensado que no podrían haber atentado aquí, tan cerca.

Rabia y también miedo. Era la primera vez, desde que tenía conciencia, que veía que los etarras mataban en Sevilla, y de pronto entendí que mi padre, policía nacional, podría ser el siguiente, un día cualquiera. Desde entonces empecé a desear verlo sentado en el sillón al llegar a casa y empecé a odiar los turnos de noche, y no quería que dejara el ritual de llamar desde la comisaría, como siempre hacía.

Un día, años más tarde, mi padre llegó a casa con una foto en la que él posaba junto a Creta, una perra con la que rastreaban la plaza en la que se ubica la comisaría en busca de explosivos. En aquél tiempo, la ETA era ya ciertamente más débil, y yo, que tenía ya 18 años, había conseguido aplacar ese miedo de niño, pero no pude evitar sentir desasosiego ante aquello que mi padre, sin ánimo de asustarme, me contaba.

Acababa de casarse con mi madre y ya partió hacia la Academia, en Ávila. No tuvo tiempo de egresar y de pasar unos días en el pueblo cuando los dos pusieron rumbo a Pamplona, para luchar contra los terroristas. Allí permanecieron tres años, desde 1980 a 1982. Con el tiempo he ido conociendo historias de aquella época, de «los años malos de la ETA», como los llama mi madre. Mi propio padre me ha ido relatando las noches en que protegían centrales eléctricas contra los atentados; los atardeceres por campos en medio de ninguna parte, intentando captar las comunicaciones por radio de los etarras (al tiempo que los etarras podían interceptar las suyas, descubrir su posición y acribillarlos); las manifestaciones de abertzales en que los policías se veían obligados a salir corriendo porque los lapidaban a pedradas.

El año pasado diagnosticaron a mi padre cáncer de pulmón. Los médicos vieron en la intervención la única posibilidad de erradicarlo y que no supusiera un peligro mayor del que ya era. Finalmente, la operación fue un éxito. Le extirparon el pulmón derecho, le rasparon algunos pequeños restos cancerígenos en las costillas y no hubo más problemas. Ni siquiera tuvo que tratarse con quimioterapia. Un auténtico milagro (sobre todo para el que haya visto cuánto llegaba a fumar mi padre antes de operarse).

No le pregunté cómo se sentía tras la operación. Me conformé con poder preguntarle cualquier otra cosa. El otro día tampoco le hice un solo comentario sobre el fin de la violencia de ETA. Pero, aunque él no hable sobre ello, estoy seguro de que, una vez más, igual que tras su operación, por dentro mi padre se siente más liviano, carente de un nuevo peso que ha llevado con él mucho tiempo y que al final no ha conseguido ahogarlo, y sabedor de que, de nuevo, su lucha y su esfuerzo contra los asesinos, como la de muchos otros, algunos de los cuales dieron hasta su vida, no ha sido en vano.

Essential Mix 25 sep 11

Tracklist

  1. Filur – Closer
  2. Soulsearcher – Feelin’ love (Axwell Vocal Remix)
  3. Axwell – Feel the vibe (Dj Flex feat. Sandy Wilhem Remix)
  4. Sophia May – Come back (Sunfreakz Remix)
  5. Moony – I don’t know why (Jerome D’Isma AE Remix)
  6. Hott 22 – Something real
  7. Soul Emphasis invites Menoosha – Do it again
  8. Kings of Tomorrow feat. April – I need to love me (Sandy Rivera Club Mix)
  9. Jamiroquai – Little L (Boris Dlugosch Mix)
  10. Kiko Navarro feat. Concha Buika – Up to the sky (Richard Earnshaw 2011 Rework)
  11. Tom de Neef – White Isle Memories
  12. Dj Circle feat. Nicole Tyler – Diggin’ it (Raúl Moros Fortune Cookie Remix)
  13. Supreme Beings of Leisure – Divine (Static Revenger Remix)

Essential Mix

Septiembre es mes de disfrutar la vida y abrazar el mundo, pero también de novedades y de buenas noticias. Aunque con cierta incertidumbre, ya he anunciado a través de diversos canales mi presencia en las ondas, D.M., a partir del miércoles 28. Tiene mucho que ver con otra novedad que les presento a continuación: mi primer dj set. Disfrútenlo, cuéntenme qué les parece y sigan atentos a este blog, a mi twitter o a mi Facebook si quieren saber qué novedades tengo reservadas para ustedes.

Tracklist

1. Solu Music feat. Kimblee – Fade (Bimbo Jones Strings Remix)
2. Sophia May – Come back (Director’s Cut Signature Essential Dub)
3. Human Life – In it together (Director’s Cut Signature Togetherness)
4. Olav Basoski – New day
5. Dan Rubell – Estanyol (Magnetic Boogle Remix)
6. Lil’ Love – Waiting for tonight
7. No Halo – Put your hands on (Richard Earnshaw Remix)
8. Amy Winehouse – Tears dry on their own (Alix Álvarez Sole Channel Mix)
9. Frankie Knuckles & The Shapeshifters – The ones you love
10. Samantha James – Breathe you in (Eric Kupper Remix)
11. Alec Carlsson – Paris Fried Chicken
12. Olav Basoski – Waterman

Todos con El Correo: ¡no más despidos!

Me enteré anoche por Juan Blanco y no pudo darme más rabia. Mentiré si digo que no llevaba tiempo esperando con angustia esta noticia. Todos andábamos con las orejas tiesas, sobre todo desde que nombraron director a Diego Suárez. Y en la redacción llevaban mucho tiempo con el runrún de la sospecha. Pero no por eso ha dejado de ser un palo enterarme de que van a despedir a más compañeros del diario en el que he pasado seis meses ya no de mi corta carrera periodística, sino de mi vida, y que además es el decano de la prensa de Sevilla.

Creo que con lo que ha dicho Juan en su entrada, poco hay que añadir. Pero entre todas las cosas que dice hay una que me duele especialmente.

Lo dije en su día, y hoy he elevado el tono: me parece obsceno que desde la dirección del periódico se jacten de haber dado el salto al 100% color -por mucho que se reduzca en paginación– justo antes de que se produzcan nuevos despidos. Es como lo de celebrar el 110 (sic) aniversario, y de resaca, un ere.

Cuando Juan Carlos Blanco, director adjunto del diario, anunció en twitter los cambios más recientes, a mí, aparte de como apuestas para mejorar la cabecera, me sonaron a una respuesta al rumor (o al menos supongamos, o sigamos suponiendo, que sólo es eso) de que El Correo y el Diario de Sevilla iban a fusionarse.

Aunque Juan Carlos, en respuesta Juan Blanco y Christopher Rivas, dijo otra cosa muy importante y significativa: hay que innovar y apostar. Precisamente lo mismo que yo le pedí, pero respecto de lo mejor en lo que puede invertir un diario: sus profesionales.

Pero el problema de El Correo es el mismo de todas las empresas periodísticas: que quienes dicen que saben que hay que apostar por un buen equipo de profesionales que hagan buen periodismo e innovar en los formatos, las narrativas y la forma de llegar a las historias (apoyar a esos estupendos redactores de la web, de lejos la mejor de toda la prensa local), los que saben que ésta es la única forma posible de salvar un diario porque es la única forma posible de que esté relleno de buena información y buenas historias, que es lo que quieren los lectores, los que son conscientes de ello están atados de manos.

Me consta de Diego y de Juan Carlos que son unos excelentes profesionales y maravillosos compañeros y personas. No cabía en mí de alegría cuando supe que ellos tomarían el timón de El Correo, y fui a la redacción a felicitarlos. Pero lamentablemente no son ellos quienes toman las decisiones. Los que deciden en los diarios son personas que no tienen idea de periodismo, directivos ciegos que creen que un diario es una fábrica de azulejos, que la solución para que la gente lea el periódico es poner colorines a las páginas como si fuera solería de cuarto de baño.

Eso pasa, y no es la primera vez que lo vemos, cuando se compra un diario para satisfacer caprichos personales y usarlo como ariete de otros negocios. Pero levantar y dirigir medios de comunicación no es jugar al Infopoly, y la información no es un juego, sino todo lo contrario. Es como el agua: un bien necesario para la sociedad pero, por desgracia, cada vez más escaso y, para más inri, más contaminado.

Esta tarde, a las 18.00, hay una concentración en las puertas de El Correo, en el 39 de la calle Américo Vespucio, frente a la Facultad de Comunicación, en la Isla de la Cartuja. También hay convocada una huelga para los días de Feria (4, 5 y 6 de mayo) y las elecciones municipales (20, 21, 22 y 23 de mayo).

Podéis seguir toda la información sobre esta convocatoria de huelga y todo lo relacionado con este nuevo ERE en el blog del Comité de Empresa de El Correo y en su perfil en Facebook.

TODOS CON EL CORREO

¡NO MÁS DESPIDOS!