Radio Ruina vol. 1

Después de aquel fallido volumen 0, y tras el teaser de presentación en vídeo que colgamos hace unos días, por fin tenemos el honor de presentaros, desde Sevilla para el mundo, el volumen 1 de Radio Ruina, el nuevo podcast de debate y tertulia de Sin Futuro y Sin Un Duro. En nuestro estreno, Buentes, Cerote, MarcoMac y yo mismo, Jesu, debatimos sobre:

  • La polémica decisión del Ayuntamiento de Sevilla de implantar la zona azul en La Cartuja (y la situación del tráfico, el transporte y el aparcamiento en Sevilla).
  • El examen psicológico que tendrán que hacer los menores antes de someterse a una operación estética.
  • La agresión que un equipo de juveniles de un barrio sevillano ejerció sobre un árbitro tras un partido de categoría provincial.

Esperamos que disfrutéis de estos 40 minutitos de reflexión, aliñada con musiquita de la buena y, además, con alguna que otra sorpresita incluida. Y, por supuesto, queremos conocer vuestras impresiones y comentarios tanto sobre el programa como sobre el contenido, así que no os cortéis y ¡comentad!

Pica en este enlace para descargar el episodio.

La vigilia tecnológica

[También publicado en El arrozal]

Un tuiteo de @sinfuturo me informó hace cosa de una semana de que varios obispos italianos habían propuesto un ayuno tecnológico para la Cuaresma. Al día siguiente, pude ver en Antena 3 un pequeño vídeo de un par de minutos comentando la noticia. Desde que se hizo pública, esta exhortación ha causado cierto revuelo, aunque por dos vertientes distintas.

El primero de ellos es el de muchos creyentes que discrepan y se preguntan por qué tienen que renunciar a algo que realmente no es malo. «Puedo ayudar a alguien con un sms», dicen algunos católicos, y también hay quienes plantean la duda entre qué es tecnología y qué no. «¿Es la música algo tecnológico si la escucho en el mp3? ¿Y si lo hago en una gramola?».

Aunque cabe alguna matización, sin duda el sentido de esta recomendación es bueno. Y realmente no se entienden estas críticas arriba descritas, cuando el propio arzobispo de Módena, Benito Cocchi, que también apoya esta vigilia, ha aportado la clave en una de sus palabras: «desintoxicarse».

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Vídeo resumen del Ciclo de Invierno 2008 del Grupo Númenor

Los pasados días 17, 18 y 19 de diciembre tuvo lugar en el Salón de Grados de la Facultad de Derecho de la Universidad de Sevilla el Ciclo de Invierno 2008, organizado por el grupo poético Númenor.

Este año, la cita volvió a incluir en su cartel eventos de diverso tipo. El primero de los días, el doctor en Filosofía José María Prieto versó sobre Rainer María Rilke y los diversos aspectos que influyen en su obra, en una ponencia en la que ofreció al público un «modo de empleo» (tal era el título de la charla) con el cual poder acercarse y comprender al poeta alemán.

El día siguiente tuvo lugar la mesa redonda sobre Blogs y Literatura, en la que Enrique García-Máiquez —profesor y columnista del Diario de Sevilla—, Rocío Arana —doctora en Filología— y Juan José Fernández Cerero —estudiante de Comunicación Audiovisual—, todos ellos poetas además de blogueros, reflexionaron acerca de la fusión entre la literatura y los blogs —¿soporte o género?— y sobre la evolución y las consecuencias que la una provoca en los otros y viceversa. Asimismo, tras las ponencias, el público asistente a la mesa tuvo la oportunidad de entablar con los conferenciantes un interesante debate.

Finalmente, el viernes se cerró el Ciclo con la presentación del número 21 de la revista de poesía Númenor. En dicho ejemplar predomina la presencia de los poetas del Grupo Númenor, y por eso la lectura poética que acompañó a la presentación de la revista corrió a cargo de algunos de ellos: José Julio Cabanillas, Ramón Simón, Juan José F. Cerero, Pablo Buentes y Pablo Moreno, accésit de la edición 2007 del Premio Adonais con su poemario Discurso de la ceniza.

Como complemento a los eventos, tanto el público como los ponentes pudieron disfrutar de su mutua compañía al calor de unas cervezas, unos cigarrillos y unas palabras de amistad en la cercana Cafetería San Fernando. Un broche de oro perfecto para unos días de encuentros en los que todos juntos celebraron la vida.

Roquefordcast vol. 4

Después de dos meses de descanso, vuelve Roquefordcast con una edición especial dedicada al III Congreso Internacional de Nuevo Periodismo, celebrado la semana pasada en Cáceres, y donde estuvimos algunos de los integrantes de Sin Futuro y Sin Un Duro.

En esta edición, os contamos lo que pasó detrás de los focos y de las conferencias, lo que no todos pudieron ver, aquello de lo que no se habla en la blogosfera, y los detalles que no se discuten en ninguna redacción. El backstage del Congreso, algunos personajes que asistieron y sus aventuras, al descubierto.

¡Disfrutad, y no os olvidéis de dejar vuestro comentario!

Omodaka – Cantata No. 147

Omodaka -una de las mayores sorpresas musicales de este año- es un proyecto conformado por dos japoneses que, en palabras del señor Buko -quien me los descubrió, gracias-, «tienen que estar to locos».

De estos persoajes se sabe poco. Hay algunos vídeos -tan surrealistas como los temas- rulando por el Tubo, pero no encontraremos nada si nos ponemos a buscar por el videoclub eMule, e incluso en Gúguel encontraremos poca cosa, de modo que me he visto obligado a tirar de torrent para bajar el único disco que he encontrado: Cantata No. 147.

El LP consta de 10 temas cuya su esencia está conectada al tiempo que hay gran diferencia de matices entre ellos. El punto común lo encontramos en la presencia de una estética electrónica cercana a lo experimental en algunos temas, pero no tanto en otros. Vayamos por partes, como dijo Jack el Destripador.

Lo primero que suena es un tema chocante: Otemoyan. Una base casi bossera acompañada de un piano y trompetas de corte muy latin, y un bajo muy remarcado. Pero cuando aún no nos hemos repuesto del shock, explota Asadoya yunta, una sucesión de bucles, reverts y breaks, en la línea de la electrónica más pura, que recuerda mucho a Orbital (especialmente a Are we here?, entre otros).

Dentro de esta misma línea, aunque cambiando siempre de registro, está Hanagasa ondo, un tema que empieza con un toque a lo Timo Maas, pero que explota en una base y un bajo acid jazz espectaculares. Recuerda en cierto modo al High times de Jamiroquai. Todos los temas están cantados por la misma vocalista, aunque al final del LP están estos tres en versión instrumental.

A mitad de disco nos damos un paseo por el Ambient con Monkey turn, de corte más cercano quizá a algunas obras del Moby de los primeros años o, más aún, de Afterlife. También hay cabida para el pizzicatto con la versión del Cantata no. 147 de Johann Sebastian Bach, cantada en japonés y con una base dancera.

Y para el final dejamos la traca gorda de la fusión perfecta de electrónica y sintetizadores, al estilo de Daft Punk, Mylo, Linus Loves, y otros productores del mejor Electro-House (no, esa música enlatada para pijas que ponen en Máxima FM no). El primero de ellos es Kokiriko bushi, una paranoia musical que combina una perfecta base electro-house con synts sacados de algún arcade de la Mega Drive y vocales daftpunkeras. Brutal, sencillamente.

Pero mejor aún es Fortunate 1 mark, para mí el mejor tema del disco, con el que permanecemos en las vertientes más electrónicas del House, aunque con un toque bailable que recuerda a productores desde Dj Kawasaki a los Rinôçerôse, pasando incluso por el sonido más italiano y disco (DB Boulevard incluso, véase). Una joya. Con él os dejo. Espero que lo disfrutéis.

Roquefordcast vol. 3

En el tercer capítulo de Roquefordcast hablamos de…

  • … la Coalición de Creadores y su cruzada anti-p2p.
  • … la campaña ‘Ponle freno’ del Grupo Antena 3.
  • … las elecciones en Estados Unidos y la obsesión por la seguridad en este país.
  • … el amarillismo en los medios y la psicosis que provoca en la población.
  • … la censura en las empresas de comunicación.
  • … y alguna que otra sorpresa más.

Y además, esta semana, ampliamos el tiempo a 30 minutos, sin ningún motivo en especial, simplemente porque me puse a hablar como un desesperado y cuando me di cuenta ya me había pasado. Ahora me ausentaré hasta mediados de septiembre, debido a que tengo por delante algunos asuntos importantes.

Enjoy and comment!!

Pica aquí para descargar el podcast.

Roquefordcast vol. 2

Que no, cojone, que no se libráis de mí y de mi aburrida voz aunque cuelgue el podcast con dos días y medio de retraso -debido a causas de fuerza mayor-. En esta segunda edición damos un repaso a los Juegos Olímpicos de Pekín y a la maquinaria de censura y represión del estado chino, a la par que comentamos la actualidad en algunos países del mundo islámico y vemos cuáles son los últimos movimientos en la ‘guerra’ de las cadenas de televisión por controlar los derechos de los partidos de fútbol, si bien tampoco faltará nuestra sección de ‘Noticias breves y curiosas a la par que interesantes’.

Espero que disfrutéis, y no dudéis en dejar vuestros comentarios. Y al que encuentre la redundancia, le dedico una canción en el próximo programa.

Pica aquí para descargar.

Gabin

La primera vez que escuché un tema del dúo italiano Gabin fue en 2002. Se trataba de su primer single, Doo oap, doo oap, doo oap, un tema en el que el Deep House adquiere una deliciosa estética jazzie, desde lo más profundo. Casi podríamos hablar de Nu Jazz.

Tras este tema, que no es poco, me dio por indagar un día, y cual fue mi sorpresa cuando cayó en mis manos su primer LP, titulado como la propia banda, y aparecido en 2002. Consta de 12 tracks, a través de los cuales se puede realizar un viajecito por la vertiente más exquisita del House.

El disco lo abre, con permiso del propio Doo oap, doo oap, doo oap, el mejor de la docena: La Maison. Una estupenda melodía de piano combinada con una base de aires muy latinos (como de bossa), un bajo suave pero intenso y otros instrumentos coordinados al milímetro. Todo ello da como resultado un tema a caballo entre el Ambient, el Deep y sonidos más a lo José Padilla incluso.

Pero no sólo temas ambientales hay en este LP. Ya os he dicho que toca varias ramas del sonido elegante. Y así es como podemos ver en la segunda pista, Une historie d’amour, que tiene una base más acelerada y en general es más bailonga. Del mismo estilo que Mille et une nuit des desires (que a mí no me gusta mucho, pero bueno).

También hay lugar para algún que otro tema más sexy -que diría el Buk, como Delire et passion (que no sé a los demás, pero a mí me recuerda al Underwater love de Smoke City), así como para el Lounge más melódico y envolvente, con Urban night, un temazo bueno.

Por supuesto, como buenos italianos que son, no iban a faltar coqueteos con la electrónica, ya sea de modo más seriote y chillerTerra pura-, o en un tono muy desenfadado –House trip-, pero siempre con un rollo muy spaghetti.

Sin embargo, y volviendo a donde empezamos, las pistas que verdaderamente destacan en el álbum son las de corte jazzie. Ahí tenemos el tema central, Gabin, un escarceo por el swing, pero sobre todo Sweet sadness, un trallazo con un bajo extraordinario que hace vibrar hasta el cristal de la chimenea -momento lol-, un ritmo cautivador y una melodia latin y calida.

Aunque no podemos olvidarnos del segundo single del dúo, Azul añil, cantado en español por Isabel Fructuoso, la vocalista malagueña de Afromedusa. Una base y unos arreglos deep elegantísimos para un tema que aporta el equilibrio necesario entre vertientes houseras dentro de un mismo CD. Perfecto y exquisito, simplemente.

Y así, terminamos como empezamos, con La Maison, pero en esta ocasión con el Di Battista’s Dream Rmx, que aporta un cálido saxo a la versión original.

Un disco que no deja indiferente, desde la primera escucha, y en el que todos los gustos tienen cabida, ya que, como os digo, toca muchas vertientes del House, fusionándolas con otros géneros, pero siempre primando la elegancia. Merece mucho la pena ser escuchado. Estoy seguro de que a ninguno, ni mucho menos, os defraudará.

GabinSweet sadness

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ACTUALIZADO >>> Ya está listo el enlace para descargar el LP completo. Picad en la carátula, introducid el código que se os pide y esperad a que el servidor os dé permiso. Perdonad la tardanza, pero como Lentofire es una mierda, he tenido que subirlo a Megaupload, otra mierda mayor.

Grey of life

No eran tiempos de preocupaciones. Lo único que queríamos era salir a la calle, correr por los callejones, sentirnos libres mientras la lluvia de febrero empapaba nuestras camisetas desteñidas. No importaba el tiempo. Habíamos derrotado al péndulo del reloj de aquella pequeña tasca que había frente a mi casa. Salíamos de los portales en desbandada. De almuerzo a cena jugábamos a escondernos de los miedos, de las heridas, del invierno.

Yo era Tom Sawyer y tú Huck Finn. Y con nosotros, la pandilla. Los héroes del barrio. En cada esquina se adivinaba nuestra presencia. ¿Recuerdas tu calle empedrada, siempre cuesta abajo, siempre verde en los bordillos, cubiertos de verdina y vinagritos? Aquellas tardes nubosas de marzo, ora sol, ora penumbra, en que nos sentábamos en mi azotea a comer pipas, viendo pasar la tormenta, allá a lo lejos, como si no fuera con nosotros. El viento solano meciendo los árboles de nuestra placita, y el sonido de sus hojas al rozarse, como cuchicheando, advirtiendo de la llegada de la tempestad.

¿Recuerdas la casa de tu abuela, el patio estrecho, encalado con macetas? Lo noto ahora igual que entonces, siempre húmedo, oliendo a lluvia, con ese tono tenue y verdoso de pequeño bosque de bolsillo. Y veo a tu abuela surgir como el ave fénix de las brasas de la copa de cisco, y llamarnos a merendar. Esperábamos inquietos, de pie entre aquella selva con lagartijas y canarios, a armarnos de panecillos, cual tesoro de Injun Joe, y partir hacia el campillo en busca de aventuras.

Nos pasábamos las tardes encaramados a una higuera, mirando al cielo, enmarañando entre borregos esponjosos nuestros deseos, y adivinando, casi inventando, un futuro entonces lleno de polvo de estrellas. Soñábamos sonrientes, como unos corsarios de agua dulce, con espadas de cartón y cañones de gominola. Con las hojas de nuestra higuera en el mascarón de proa. Henchidas al viento, nuestras viejas ropas.

Y al caer las sombras, regresábamos veloces con el rayo en los talones, galopando como demonios enloquecidos, envueltos en el resplandor de la centella. ¿Te acuerdas? El eco sordo del trueno sucumbía ante nuestras voces. Y así, un día más, cada mochuelo en su olivo, observando la lluvia en los cristales, y tras ella la verdina en los balcones, los árboles danzantes, los vinagritos, las esquinas sombrías, los callejones de secretos, el péndulo del reloj impasible en la pared del bar.

¿Recuerdas el día en que todo acabó? Era septiembre. El sol brillaba con fuerza y sólo la chicharra acudió a aquel improvisado velatorio. Los héroes del barrio partieron para siempre. Las plazuelas enmudecieron. Los bordillos de tu calle dejaron de verdear. Se apagó el canto de los árboles, y en las callejas ya sólo hubo almas en pena en la madrugada. Los patios se cerraron, los vinagritos se secaron, y el péndulo del reloj del bar se paró por siempre a las seis y veinte, nuestra hora.

Ya tocaron a su fin aquellos días grises, de grises nubes que nosotros saludábamos sentados en la acera. Y la lluvia gris que resbalaba por nuestras frentes ya jamás volvió a acudir a la llamada de nuestro alboroto. Ya no hubo más panecillos, ni escondites a plena luz de los candiles, ni carreras desafiando a las centellas. No volvimos a gritar por las esquinas, ni a sentarnos en la azotea a observar el horizonte, ni a contar las nubes echados sobre el trigo. No volvimos a decirnos secretos, ni volvimos a reir sin miedo.

Pero recuerda, viejo amigo, las sonrisas soñadoras de piratas vagamundos en un barco de papel que me disteis aquel día, y que guardo desde entonces como nuestro gran tesoro, en ese pequeño cofre de madera oscura, tallado con la rama más alta de aquella higuera nuestra.