Balance 2011-2013: Marcha atrás y menos seguros

Balance 2011-2013: dos años de Zoido

Juanjo Cerero / Jesús Rodríguez / Gregorio Verdugo | Las promesas estrella en el apartado de movilidad del programa electoral de Juan Ignacio Zoido eran “lograr una completa red de Metro para Sevilla”, la derogación del Plan Centro, un ambicioso plan de aparcamientos, la puesta en marcha de negociaciones para unificar las tarjetas de transportes en el área metropolitana y la elaboración de un Plan de Movilidad Urbana en la ciudad.

Dos años después, sólo ha llevado a cabo la supresión del plan de tráfico en el Casco Antiguo. De la consecución del resto de propuestas no hay noticias o visos de que vaya a haberlas pronto. En líneas generales, la actuación de Zoido ha consistido en desmantelar el plan de movilidad urbana emprendido por Alfredo Sánchez Monteseirín entre 2005, con las primeras peatonalizaciones, y 2011.

Como consecuencia de ello, junto a la caída del Plan Centro, ha restituido el doble sentido en una de las vías principales de la ciudad, Luis Montoto, sucumbiendo a la presión del lobby de los comerciantes de Aprocom. Por el contrario, no se ha atrevido a tumbar otras actuaciones del Gobierno anterior, como el Metrocentro o los carriles-bici, a causa del mayoritario respaldo por parte de la ciudadanía.

Ello no impide que la infraestructura que sostiene esta modalidad de transporte, que recientemente ha sido alabada como una de las mejores del mundo, esté prácticamente en estado de abandono, como demuestran la desarticulación de la Oficina de la Bicicleta y el hecho de que no exista una sola partida presupuestaria dedicada al mantenimiento de la red ciclista en estos dos años.

Un autobús de Tussam, una de las claves de los presupuestos de Movilidad y Seguridad | Foto: Juan Blanco

El círculo de movilidad se cierra con la promesa de emprender un “plan viable” de nada menos que 28 aparcamientos subterráneos y en superficie por toda la ciudad —más otro número no determinado en el “perímetro del Casco Antiguo”—. Hasta el momento no se sabe nada de ninguno.

En cambio, el regidor no está escatimando esfuerzos para sacar adelante un aparcamiento soterrado en la Alameda de Hércules, iniciativa que, curiosamente, no se encuentra en su programa electoral y que además cuenta con la oposición frontal de los vecinos. En ningún momento el alcalde prometió construir aparcamiento alguno en el interior del centro de la ciudad.

Entre las propuestas de Zoido también había lugar para el transporte público, que quería potenciar con Guadalbús, un servicio de catamaranes para el traslado de viajeros a lo largo de la dársena de Alfonso XIII que tampoco se ha llevado a cabo.

Por otra parte, en el capítulo de la seguridad destaca la propuesta de constituir la policía de barrio, incumplida e inexplicada en al menos once ocasiones a lo largo del programa, una por cada distrito. En cambio, el gran caballo de batalla del Gobierno municipal ha sido la lucha contra los gorrillas, la prostitución callejera y el macrobotellón. Todas se han saldado con dudosos resultados más allá de la recaudación indiscriminada a costa de quienes, en muchos casos, no pueden afrontar la cuantía de estas sanciones.

Otras promesas incumplidas de Zoido han sido la Junta Operativa de Seguridad Ciudadana, la Oficina de Atención al Ciudadano fija y móvil y la construcción de un nuevo parque de bomberos en la avenida de Eduardo Dato.

Los presupuestos de Seguridad y Movilidad

Dentro de los distintos capítulos correspondientes a este área, llama la atención el baile de cifras en el apartado de Movilidad, con una subida del 91% en 2012 respecto a 2011 y un recorte del 25,5% en 2013 frente al año anterior. La principal causa del incremento del presupuesto en 2012 son las partidas de reconocimiento de crédito para conservación de maquinaria, instalaciones y utillaje (1.839.390,94 euros) y de adecuación de cruces y vías (2.619.056,80). Ambas partidas se suprimieron en el año siguiente.

A ello hay que sumar un aumento del gasto en rescate de licencias del taxi, que se ha incrementado en un 260% desde los 451.440 euros de 2011 hasta alcanzar 1.625.555 euros en 2013. Además, en los presupuestos de 2013 se incluyen dos importantes partidas de gasto en este apartado. Una va dedicada a la indemnización de 882.788 euros a Iniciativas Aparca S.L. por responsabilidad patrimonial derivada del conflicto de los aparcamientos generado por la Corporación anterior. La segunda de ellas corresponde a un reconocimiento de crédito para obras de emergencia en el aparcamiento de la Plaza Rafael Salgado, por importe de 367.595 euros.

Las inversiones en materia de seguridad, que incluye las partidas de Convivencia y Seguridad y de una parte de Gobierno Interior referida a los servicios generales de la Policía Local, sufren un descenso del 5,9% entre 2011 y 2013. Dentro del primero de los apartados, el recorte es del 7,4%, mientras que en el segundo se produce una subida del 13,9%.

A pesar del recorte en Convivencia y Seguridad en 2013, se incluyen cuantiosas inversiones como 1,5 millones de euros para el centro de control en la Jefatura de la Policía Local en La Ranilla destinado a Protección Civil y casi 500.000 euros de transferencia a la Gerencia de Urbanismo por la construcción de la comisaría de Bellavista.

También más de 400.000 euros en conceptos como maquinaria, instalaciones, utillajes, mobiliarios, enseres, equipos para procesos de información o rehabilitación de edificios. Este incremento del gasto contrasta con la eliminación del Instituto Municipal de Asistencia Sanitaria, al que en 2011 se le destinaron 3,9 millones de euros y otros 2,4 el año siguiente.

En lo relativo al gobierno interior de la Policía Local, la subida del 13,9% entre 2011 y 2013 es debida a un incremento de más de 260.000 euros en el suministro de vestuario del último año. Junto a todo esto, resulta llamativo que las productividades de los trabajadores de la Policía Local y del servicio de Bomberos se mantienen intocables en los tres años por un total de 10,7 millones de euros anuales.

Sin alternativa

Las actuaciones del Gobierno municipal en materia de movilidad y seguridad durante estos dos años podrían resumirse en derogar lo que estaba en funcionamiento sin disponer de una alternativa que ofrecer a la ciudadanía. De ahí que Sevilla no disponga del Plan de Movilidad Urbana que el alcalde prometió en su programa, a pesar del creciente problema que supone el tráfico aun con el descenso del número de vehículos en circulación como consecuencia de la crisis. El Barómetro de Opinión de la Fundación Antares refleja que el tráfico es una de las tres principales preocupaciones de los ciudadanos. La gestión municipal de la movilidad no recibe el aprobado y la nota que le otorgan los sevillanos apenas sube desde el 3,9 de junio de 2011 hasta el 4,4 de enero de 2013.

Parte de este descontento se podría achacar al enconado empeño del regidor hispalense por echar un pulso constante a la ciudadanía, siempre a lomos de los lobbies locales. Sucedió con la derogación del Plan Centro y la consiguiente demanda de una alternativa viable por parte de los vecinos, y también en las quejas de los usuarios de Sevici y la red de carriles para ciclistas ante el abandono de estas infraestructuras.

La respuesta del alcalde ha sido poner sobre la mesa apuestas que no figuraban en su propuesta electoral, caso del proyecto del parking en la Alameda de Hércules. Mientras, a los sevillanos que pagaron una fianza por una plaza en los aparcamientos proyectados por Monteseirín aún no se les ha devuelto su dinero, aunque Zoido ha prometido en innumerables ocasiones batallar por conseguirlo.

La apuesta de Zoido por la seguridad, a pesar de las diversas propuestas de su programa, se ha reducido a aumentar el número de agentes de Policía Local en la calle. A pesar de ello, la inseguridad ciudadana ha crecido como principal preocupación en un punto desde enero de 2012 a junio de 2013, sin importar la campaña económica y mediática de Zoido contra los gorrillas, la prostitución callejera, el macrobotellón y otras “amenazas para la seguridad ciudadana”.

Tampoco ha influido que cada vez se convoquen más plazas de agentes de Policía Local. La solución parece no pasar por un aumento cuantitativo, sino por ser más efectivos en su trabajo, tal y como recomendó el Defensor del Ciudadano de Sevilla, José Barranca, en la presentación de su informe de quejas en marzo de este año.

La falta de control a las contratas de Parques y Jardines siembra Sevilla de árboles caídos

Este reportaje fue publicado en sevilla report el 12/11/2012 bajo el título de «Caminar por Sevilla mirando al cielo»

Desde los meses del verano, Sevilla ve cómo sus calles y aceras albergan cada vez más ramas y troncos de plataneros, tipuanas o paraísos desmoronados en el viario público. El Ayuntamiento defiende la labor de las empresas privadas designadas para el mantenimiento de zonas verdes en virtud del contrato de 48 millones de euros licitado en mayo, pero trabajadores de las concesionarias y de Parques y Jardines apuntan a una mala gestión que se une a una falta de control por parte de los técnicos de la empresa municipal.

Lo que no se ve de este reportaje

  • 36 días de trabajo
  • 10 fuentes consultadas
  • 3 visitas a Parques y Jardines
  • 4 visitas al Registro del Ayuntamiento
  • 27 llamadas de teléfono
  • ~400 kilómetros en coche
  • 20 horas de transcripción de entrevistas
  • 30 horas de redacción y edición

J. Cerero / J. Rodríguez / G. Verdugo | El pasado día 27 de septiembre, a Alfonso Sánchez Vázquez, de 51 años, se le olvidó pasear por las calles de Sevilla mirando al cielo. Eran las 19.45 y cruzaba la calle Laraña bajo la lluvia acompañado de su hijo, de 15 años de edad, cuando escucharon unos gritos seguidos de un crack y una rama de platanero de enormes dimensiones se les desplomó encima. “Esto se veía venir, mira que se ha dicho veces, cualquier día iba a pasar”, recuerda que comentaron algunos de los presentes.

La rama golpeó a Alfonso en en el hombro y en la espalda. Su hijo salió ileso del altercado por los pelos. “La cosa no fue peor porque los paraguas amortiguaron el golpe”, contó después. Las personas que presenciaron el incidente llamaron a la Policía Local, que se personó en el lugar de los hechos, tomaron nota de sus nombres y los de los testigos y levantaron el atestado correspondiente. Preguntaron a Alfonso si necesitaba una ambulancia. “Le dije que no, porque yo notaba cómo mi hijo estaba preocupado por mi estado de salud”.

La rama que cayó sobre Alfonso y su hijo el 29 de septiembre, en la calle Laraña.

El día 3 de octubre, Alfonso acudió a la Jefatura de la Policía Local y formuló la denuncia contra el Ayuntamiento de Sevilla indicando que hubo atestado y aportando los partes de lesiones, unas fotografías de lo ocurrido e hizo constar que creía que eso era debido a una falta de mantenimiento y poda reglamentarias del arbolado. También solicitó en el Registro de Entrada una copia del informe policial y del atestado. La Policía le informó de que, una vez formulada la denuncia, en unos 15 días recibiría un informe. A día de hoy, todavía no ha recibido respuesta y está esperando a que pase el plazo preceptivo del silencio administrativo para denunciar al Ayuntamiento por la vía civil y pedir daños y perjuicios.

Este incidente no ha sido el único que se ha producido en fechas recientes en la ciudad de Sevilla. Incluso se podría afirmar que viene siendo más frecuente de lo habitual. Tanto en la prensa local como en las redes sociales se han constatado desde el pasado agosto numerosos casos de caídas repentinas de ramas e incluso de árboles completos sin razón aparente.

[ver el mapa en un tamaño mayor]

Ya el 22 de agosto, en plena canícula veraniega, una rama de enormes proporciones se precipitó sobre una farola fernandina que sirve de sostén a la alimentación eléctrica del tranvía en la Avenida de la Constitución y que lo mantuvo inactivo durante una hora al obstaculizar su paso. Sólo la reparación de la farola de diseño costó a Tussam 1.896,53 euros, aunque el importe final de la factura, con el 21% de IVA, asciende a 2.294,80 euros (imagen JPEG, 6 MB). Cuatro días después, el 26 del mismo mes, otra rama cayó de manera inesperada sobre la fachada de la Iglesia de la Anunciación, en la Plaza de la Encarnación, en pleno centro histórico de Sevilla. Por suerte, no se produjeron daños materiales ni tampoco personales.

Con la llegada del otoño y las primeras aguas los desprendimientos de ramas del arbolado de la ciudad se multiplicaron. El 4 de octubre cayó otra rama de uno de los árboles de Afán de Ribera, en la barriada del Cerro del Águila. Los vecinos comentaron que fue debido al mal estado del arbolado. El presidente de la asociación de vecinos, Tomás de Soto, manifestó entonces que algunas ramas de los paraísos “están podridas por dentro” y “poniendo en riesgo el tránsito de los ciudadanos por esta zona”.

Ese mes ha sido nefasto en cuanto a este tipo de sucesos. El 20 de octubre se produjo uno en la esquina de la calle Pablo Iglesias con la calle Samaniego, cerca de la estación de Santa Justa. Cuatro días después, un matrimonio que circulaba en coche por la calle Juan Pablos, en El Porvenir, vio cómo un platanero se precipitaba sobre el vehículo en el que viajaban. Por suerte, ambos resultaron ilesos, ya que el tronco impactó sobre el capó.

El día 25, sendas ramas de platanero y tipuana se precipitaron sobre la vía pública en la calle Gonzalo de Bilbao y en la plaza Ponce de León respectivamente. También los vecinos y transeúntes de la calle Arcos fueron testigos de cómo la calzada fue acordonada tras desplomarse otra rama de una enorme tipuana sobre otro coche estacionado. Al día siguiente se pudo observar cómo las lluvias habían dejado diversas ramas de tipuana esparcidas por el suelo en el entorno de la estación de Plaza de Armas. Finalmente, el 4 de noviembre una gran rama de paraíso se desgajó sobre un parque infantil y varios vehículos estacionados en la esquina de las calles Celestino Tejero Jiménez y El Gomari, en el barrio nervionense de Ciudad Jardín.

Esta reiteración de casos en apenas un mes comenzó a sembrar en la redes sociales la sospecha de que algo extraño sucedía con el arbolado de Sevilla.

Este medio se interesó por conocer si existían más casos de caídas de ramas, sobre todo con víctimas mediantes, y por ello solicitó a través del Registro del Ayuntamiento (imagen JPEG, 9,2 MB) la estadística de atestados tramitados por la Policía Local por este tipo de sucesos. Sin embargo, más de tres semanas después de realizar la petición, lo único que ha obtenido por respuesta ha sido el silencio administrativo.

Un contrato de 48 millones de euros anunciado a bombo y platillo

El 3 de mayo de 2012, el Ayuntamiento de Sevilla anunció una de las mayores partidas presupuestarias de la legislatura (PDF, 180 KB): 48 millones de euros que el Gobierno de Zoido iba a dedicar al mantenimiento del arbolado del viario de la ciudad a través de un «macrocontrato» licitado en mayo y adjudicado a mediados de septiembre. Los pliegos de licitación dividen las zonas verdes de Sevilla en seis lotes distintos que serían adjudicados a diferentes empresas, mientras que algo menos del 20% del total de estas zonas —entre ellas algunos de los parques más reconocidos de la ciudad, como el Parque de María Luisa o los Jardines de Murillo- seguiría estando a cargo de Parques y Jardines.

Este macrocontrato de 48 millones de euros divide las zonas verdes subcontratadas en seis lotes diferentes, como se puede leer en la documentación de adjudicación (PDF, 34 KB). El primero, correspondiente a Casco Antiguo, Triana, Los Remedios y Macarena, fue adjudicado a la U.T.E. Valoriza Servicios Medioambientales —relacionada con Sacyr, la empresa propietaria de las Setas de la Encarnación— y Cointer Concesiones, S.L. —unida al Grupo Azvi—.

Por su parte, los lotes 5 y 6 definen parques y zonas forestales o extensivas de la ciudad. El primero de ellos, que cubre estas zonas en Triana, Bellavista-La Palmera, el Casco Antiguo, Norte y Macarena, quedó adjudicado a la U.T.E. Aljarafe Medio Ambiente —encargada del mantenimiento de las zonas ajardinadas de la Universidad de Sevilla— y Althenia, filial de la empresa de construcciones Sando. Finalmente, el lote 6 se adjudicó a nombre de la empresa personal de Juan Antonio López Reyes, sita en Guadalcacín (Cádiz).

La delicada situación de Parques y Jardines

Según Manuel Loza, secretario de la sección sindical de CCOO en el Ayuntamiento de Sevilla, el presupuesto de Parques y Jardines “todos los años se va reduciendo, y este año más de un 20%”, lo que provoca que “gran parte de las zonas verdes de Sevilla ya las hacen las empresas privadas”.

En lo referente a la falta de personal, causa que esgrime el Ayuntamiento para la concesión del contrato de 48 millones de euros, Loza explica que en Parques y Jardines “ahora mismo tendría que haber una plantilla de alrededor 250 trabajadores”, y sin embargo “puede haber unas 50 vacantes en todas las categorías”. Esto está provocando “que no se hagan los trabajos que se deberían realizar” y con la calidad necesaria, porque “el proceso que llevamos los de Parques y Jardines es el que realmente se tiene que hacer: cuándo y cómo se tiene que hacer la poda para que no haya estos incidentes”.

La sede de Parques y Jardines, en el Pabellón de Marruecos de la Exposición Iberoamericana de 1929 | Foto: NonoFotos (CC BY-NC)

Miguel Ángel Sáinz, secretario del CSIF en el Ayuntamiento de Sevilla, incide en este aspecto al recalcar que “se le está dando más prioridad a la privada”, puesto que, ante un aviso urgente, “van a llamar a la contrata, y si ésta no da abasto suficiente, entonces tiran de nosotros; antes era al revés”.

Las fuentes coinciden en apuntar a la tasa de reposición cero como la causa principal de esta escasez de empleados. Loza afirma que “no se están sustituyendo ni las bajas maternales, cosa que no le cuesta dinero al Ayuntamiento”. A su parecer, para hacer la poda “se podrían hacer contrataciones no sujetas a vacantes por períodos de tiempo” recurriendo a las propias bolsas de trabajo del Ayuntamiento, “porque es gente que se ha presentado a unas oposiciones y se ha quedado detrás del personal que entró fijo”.

Pedro (nombre ficticio), inspector del servicio de Parques y Jardines que prefiere mantener el anonimato, confirma que “en inspección tenemos una Citröen C15, un Fiat Punto del año de la pera de matrícula CU, que se ha pegado seis meses para pasar la ITV, y un Citröen Saxo que se acaba de averiar ahora mismo”, por lo que asegura que “Parques y Jardines es una selva”. “Hemos estado todo el año sin empresas, solamente actuando en las dos cuadrillas que que tenemos nosotros, que son cuadrillas de seis personas nada más, es decir, como el ejército de Pancho Villa”, continúa. “Cuando no hay un camión, falta una furgoneta; cuando no, la pluma se ha averiado; cuando no, resulta que hay gente que se da de baja por problemas y no hay tanta gente… Horroroso”.

Este inspector asegura con resignación que él va “todas las mañanas al trabajo pensando «a ver con qué me voy a encontrar ahora, a ver con qué problema me voy a encontrar hoy», y así no se puede funcionar”, de modo que sostiene que “si tú tienes un servicio de parques y jardines lo tienes que potenciar y le tienes que dar el personal y los medios que requiere Sevilla”.

La rama de paraíso caída sobre un parque infantil y varios coches en la esquina de las calles Celestino Tejeiro Jiménez y El Gomari, en Ciudad Jardín

Estas fuentes hablan de la mala organización del trabajo en Parques y Jardines como una de las causas de la externalización del servicio. Gonzalo lo explica con casos concretos: “la cuadrilla que se dedicaba a la poda del arbolado viario exterior ha estado retirando las ramas que tiraban otros servicios, ya sean públicos o privados”. En concreto, afirma que esto sucede cuando se realiza una llamada al 072, que interviene pero no retira el forraje, y después “la cuadrilla de poda, con vehículos y herramientas inadecuados, van a recoger la basura que el otro genera y a lo mejor lleva 15 días allí, en vez de estar podando propiamente”. La conclusión que extrae es contundente: “parece que lo que se pretende es que no se dé el servicio con las pocas personas que hay”.

Podas que no son tales

Sin embargo, a las 15.00 horas, una vez realizada la poda y con los restos desperdigados por la vía pública, las ramas seguían invadiendo la calzada y la acera, del mismo modo que sucedía con el resto de los árboles de esa calle y de las adyacentes, que presentaban unas copas muy cargadas. Los mismos vecinos constatan hoy, varias semanas más tarde, que la poda que se realizó fue “de pasada y para que las ramas no te dieran en la cara”, pero que “los árboles siguen cargados y las ramas en medio de la calle”.

Que las ramas se extiendan hacia abajo es un fenómeno que responde a una causa concreta que explica Agustín (nombre ficticio), empleado en una de las U.T.E. concesionarias del servicio que también prefiere guardar anonimato. “El problema es que al principio se hizo mucho desmoche a bastantes árboles”, aclara, “el árbol necesita de las hojas para sobrevivir y, en el momento en el que le pegas un buen pelado, empieza a tirar ramas por todos lados; son ramas que salen de emergencia para hacer la fotosíntesis y tienen menos resistencia”.

Poda de tipuanas en la calle San Jacinto, el domingo 28 de octubre. En la foto puede apreciarse el desmoche de los árboles.

Por su parte, Pedro asevera que “depende de qué tipo de poda contrates”, porque su coste varía en función de ello. “Una poda de mantenimiento es cortar la ramita que vaya para allá, las ramitas bajas y ya está; la empresa te dice que no tiene tiempo y no sólo eso, sino que no gana dinero con esa poda”.

La panacea de la empresa privada

Loza coincide con el planteamiento de Miguel Ángel Sáinz al afirmar que “la privada era antes para casos excepcionales, si no teníamos determinada maquinaria o un elevador para árboles muy altos; ahora es al revés, la excepcionalidad la hacemos nosotros y la empresa privada es la que cubre la normalidad”.

Según Gonzalo, las concesionarias no ejecutan los servicios tal como se contratan. “En determinados parques en los que debe haber cuatro personas de forma continua sólo hay uno, y cuando aparece una inspección, entonces hay cuatro; eso lo ha llegado a decir incluso algún miembro de las empresas privadas”, cuenta, al tiempo que habla también del caso de la plantación de árboles nuevos, para la que “se contrata el riego durante algún tiempo y ese riego desaparece y se produce la seca del árbol; a lo mejor sale más barato volver a plantar el árbol antes de que acabe el año que seguir regándolo”.

Poda en la esquina de la calle Béjar con la calle Arqueros, en Los Remedios. Los vecinos la solicitaron porque las ramas estorbaban el paso de viandantes y vehículos. Sin embargo, el resultado de la intervención aún ha dejado ramas invadiendo la calzada.

Paco, trabajador de una de las empresas concesionarias del servicio de poda que prefiere quedar en el anonimato, reconoce que “problema de mantenimiento hay, porque somos tan poca gente que no podemos podar toda la ciudad en la época de la poda”. Asimismo, asegura que “hay 128 puestos de trabajo que tenían que haberse cubierto y no se ha hecho, además de una zona más amplia que antes”.

Aunque las fuentes de Parques y Jardines aseguran que las empresas privadas cuentan con más y mejores medios para desempeñar sus tareas, Agustín los contradice al afirmar que “ahora mismo algunas están cortas de herramientas”. Sí que reconoce que “ya se ha empezado a comprar material nuevo en algunas” y que en otras “están en proyecto de hacerlo”. No obstante, Paco asegura que en su empresa acusan mucha falta de medios y que, por ejemplo, en cuestión de vestuario “sólo nos han dado un pantalón y un polo”.

Al inicio del contrato y con revisión anual se realizará sobre el inventario realizado un programa teórico de cada una de las labores o actuaciones anuales (PLANIFICACIÓN ANUAL).

Dependiendo del tipo de labor y tras los datos recogidos deberán facilitarse una serie de documentos del trabajo realizado y las desviaciones que se han producido del programa inicial en soporte informático. Estos informes serán la base, junto con las inspecciones visuales realizadas periódicamente, del control del servicio.

Art. 5, sobre las Inspecciones y Control del Servicio; Pliego de Prescripciones Técnicas, pág 109.

La dirección e inspección técnica de los trabajos descritos en este pliego de condiciones se ejercerá directamente por el servicio técnico de Parques y Jardines de acuerdo con las competencias establecidas por el mismo. Cada lote tendrá un director facultativo que será el responsable del cumplimiento del pliego y la oferta.

Asimismo, el Ayuntamiento designará un Director de Contrato, que podrá serlo de uno o varios lotes al mismo tiempo, y velará por el cumplimiento de los diferentes contratos.

Art. 11, sobre Responsabilidad Técnica y Control del Servicio de Conservación, apartado 1 (11.1); Pliego de Prescripciones Técnicas, pág 132.

Pedro, el inspector de Parques y Jardines, asegura que en la empresa hay cinco inspectores, a los que “el técnico tiene entretenidos en ver llamadas que han hecho los vecinos desde primeros de año, que a lo mejor él no se ha podido encargar de mandar empresas concesionarias porque no las hemos tenido hasta ahora”.

Paco, de una de estas empresas, incide en que “no se lleva a cabo ni la supervisión del trabajo ni que vengan a ver cuántas personas hay en la zona; todo eso no está supervisado”. Sin embargo, Agustín afirma que “depende del técnico: hay unos que están más encima, incluso demasiado encima, como es su obligación”, aunque mantiene que “hay zonas en las que tienen que pasar la mano”. Es algo en lo que coincide Paco, quien asegura que conoce “técnicos que sí se se preocupan y otros que no aparecen durante la época” de poda.

La rama del paraíso de Ciudad Jardín mostraba la pudrición interna que sufría el árbol, un síntoma habitual en parte de la arboleda de la ciudad, especialmente en los plataneros, una especie muy propensa a pudrirse, sobre todo si no se la trata adecuadamente.

Relata una anécdota que deja entrever la preferencia hacia las concesionarias por parte de la dirección de Parques y Jardines. “Había un jefe de servicio que decía que la empresa privada no le daba problemas: «Yo llevo aquí 24 horas del día, durante 31 días del mes, durante un año, y la privada no me da problemas; y, además, invitan»”, cuenta Pedro. “En Parques y Jardines hay un dicho, que el que juega con miel se chupa los dedos, y los técnicos juegan mucho con eso, con los dineros”, concluye.

Según las mismas fuentes, la picaresca alcanza también al recuento de personal e, incluso, a la propia realización de los trabajos. Así lo manifiesta Agustín, al asegurar que “yo he cortado cubas de leña y me han dicho: «no, esto es para Fulano de Parques y Jardines»”, algo por lo que “luego se hacen favorcitos aparte”. El mismo Fulano sobre el que un compañero le comentó que “iba a pasear a caballo a la finca” del dueño de una de las empresas concesionarias. De la misma manera, asevera que han llegado a “ir a hacerle el seto a uno de Parques y Jardines” y que han sido testigos de cómo “gente del Ayuntamiento llegó con la plataforma a coger dátiles para alguien de allí”.

Una rama caída en el acerado frente a la estación de Plaza de Armas, en la mañana del viernes 26 de octubre.

“De hecho”, corrobora Agustín, “a mí me han picado estando yo de horas sindicales o un día de baja”, ante lo que pregunta de inmediato: “¿Sabes por qué? Porque el Ayuntamiento paga por horas de trabajo a la empresa, según las categorías una cantidad”. También hace hincapié en que “nosotros hemos ido a trabajar 15 ó 20 personas a un sector en que tenía que haber 50”, algo que “se nota después en el servicio”. Además, afirma que en los días de inspección siempre se avisaba a los trabajadores. En su anterior empresa “era «cámbiate de camisa y vete a tal lado» para que el técnico te viera, pero es tontería, porque los técnicos lo sabían y a los compañeros se lo dijeron: «¿Éste tiene trillizos aquí o qué?»”.

Con el fin de contrastar la información, esta redacción acudió en reiteradas ocasiones a la sede de Parques y Jardines, en el Pabellón de Marruecos de la Avenida de Molini, con la intención de que el jefe de servicio, Francisco de Amores, o alguno de los técnicos de la casa responsables de la supervisión de los trabajos de las concesionarias confirmaran o desmintieran la información. En todas ellas se negaron a hablar al respecto argumentando que respondería el gabinete de comunicación municipal, en el Edificio Laredo de la calle Granada.

El servicio municipal afirma que “los inspectores no están relegados de sus funciones”, y pone especial énfasis en que “la dirección y el control de las tareas de las empresas concesionarias se llevan a cabo por técnicos con suficiente capacitación laboral, y así se hace”. Al igual que en la solicitud previa por correo electrónico, se requirieron documentos que sustentasen tal afirmación, como copias de los expedientes de la supervisión de los trabajos de las empresas concesionarias por parte de los técnicos de Parques y Jardines, ante lo que la periodista del gabinete de Laredo contestó que ya estaban dando la respuesta oficial de la empresa.

Alfonso Sánchez justo tras caerle encima una rama en la calle Laraña.

La empresa también afirma que la externalización de servicios “no es algo nuevo, en años anteriores ya se habían externalizado”. “La única diferencia” entre este Gobierno y el anterior es que “ahora se ha hecho un macrocontrato que aúna todos las labores mientras que antes se hacían contratos por partes”.

La sombra de la privatización

Sin embargo, la realidad entre los trabajadores de la empresa municipal es bien distinta. No sólo no creen que vaya a arreglarse el oscuro panorama actual, sino que, como dice Gonzalo, tienen “no el miedo, la certeza” de que va camino de la privatización. A su juicio, la viabilidad del servicio de Parques y Jardines “ni siquiera se ha planteado”. “«Es que no hay medios». Claro que no hay medios, no los ponen”, critica con resignación, “y ahora cuando dicen: «Es que los empleados públicos…»; es que los empleados públicos los gestiona, organiza y manda alguien; la cuestión es que no hay ganas de querer que la cosa funcione”.

¿Cuánto sudan la camiseta los diputados de Sevilla en el Congreso?

sevilla report | Ahora que el descontento de los españoles con los políticos arrecia y se acrecienta avivado por los recortes, la crisis que sigue fagocitando el país sine die y, para colmo de males, con el bochornoso espectáculo que algunos representantes públicos dan en el Congreso, en sevilla report hemos estado reflexionando sobre todo ello y hemos acabado haciéndonos una pregunta que de seguro es tan vieja como extendida: ¿qué hacen los diputados que hemos elegido en las pasadas elecciones del 20 de noviembre en la provincia de Sevilla?

De este modo, ni cortos ni perezosos -hace falta no serlo para indagar sobre cuestiones así-, hemos armado un zafarrancho de búsqueda y hemos arramplado con todos los datos disponibles en la web del Congreso de los Diputados acerca de los doce representantes de nuestra provincia en la Cámara Baja.

Cuando uno se pregunta a qué se dedican los diputados, lo normal es que alguien responda lo -supuestamente- obvio: a representar al conjunto de los ciudadanos que los han votado (y, también supuestamente, a los que no) y a los intereses de dichos electores. Pero lo cierto es que de inmediato surge una nueva cuestión: cómo representan a los ciudadanos. En sevilla report no sólo hemos querido responder a esta pregunta fijándonos en cuál es la actividad de cada uno de los diputados sevillanos en el Congreso. También, especialmente, hemos querido saber cómo enfocan esa actividad para solucionar los problemas de la provincia que los ha enviado con sus votos a la Carrera de San Jerónimo de Madrid.

La respuesta completa a esta intrincada pregunta, cómo no, en sevilla report.

Sevilla hierve, y no sólo por la calor

sevilla report | Movilizarse en Sevilla al mismo tiempo que una ola de calor africano derrite sus calles milenarias debe ser lo más parecido a la antesala del infierno que se conoce. Ayer, con la ciudad bajo los efectos de una flama realmente insoportable y convocados por las centrales sindicales mayoritarias CCOO y UGT bajo el lema “Quieren arruinar al país, hay que impedirlo, somos más”, miles de sevillanos se lanzaron a las calles para expresar su protesta ante los últimos recortes aprobados por el Gobierno de Mariano Rajoy.

Como cada vez que se produce un acto de este tipo, la guerra de cifras no faltó a su cita con los manifestantes, si bien la Delegación del Gobierno se negó a dar datos en esta ocasión y los ofrecidos por los convocantes oscilaban, según la fuente consultada, entre los cincuenta y cien mil asistentes. Lo cierto es que la afluencia fue masiva, con las riadas de personas que fluían a través de las avenidas que rodean al casco histórico de la ciudad desde mucho antes de la hora de inicio.

Este medio, que es dado por norma a dejar las cifras para quienes interesadamente hacen de ellas armamento pesado para la lucha política, sí está en condiciones de afirmar que nos encontramos ante una de las movilizaciones más multitudinarias de las acaecidas en Sevilla en los últimos tiempos.

La crónica completa, con muchas fotos y vídeos, en sevilla report.

Cuando uno no quiere, dos no se pelean

sevilla report | Es la mejor frase para resumir lo ocurrido en el congreso del PSOE de Sevilla durante la pugna de Susana Díaz y Antonio Gutiérrez Limones, los dos aspirantes a la secretaría general de los socialistas sevillanos.

Ante un plenario conformado por 409 delegados y un nutrido grupo de invitados, y ante una mesa del congreso presidida por el portavoz del grupo municipal socialista en el Ayuntamiento de Sevilla, Juan Espadas, ambos dirigentes se subieron al atril de manera muy distinta, al menos en relación a cómo habían sido los discursos de cada uno en los actos de presentación de sus respectivas candidaturas.

La primera en intervenir fue una Susana Díaz pletórica, con un discurso bastante bien estructurado y al que supo dotar de la dosis de emotividad necesaria para que el plenario la interrumpiera con aplausos en varias ocasiones. “Sentir Sevilla”, el lema de su candidatura, afloró cada dos por tres a lo largo de una intervención que despegó con un “hoy vamos a ganar todos los socialistas de Sevilla, porque hoy va a ser un congreso de la militancia”.

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Susana Díaz, al asalto de la secretaría general provincial del PSOE en Sevilla

sevilla report | Cuando José Antonio Griñán acudió como secretario general del PSOE-A al 38 Congreso Federal que se celebró el pasado febrero en Sevilla, guardaba dos órdagos bajo el brazo: uno, el de apoyar a Carmen Chacón en su carrera hacia la secretaría general del PSOE, que perdió; y otro, el de agotar toda la legislatura y no convocar las elecciones andaluzas junto a las generales, que le salió bien.

Durante aquella travesía, que muchos dirigentes socialistas consideraron demasiado arriesgada y que iba a suponer la defunción política del veterano dirigente socialista, le acompañó, siempre como fiel escudera, la hasta ayer Secretaria de Organización de los socialistas andaluces y actual consejera de Presidencia de la Junta de Andalucía, Susana Díaz.

Hasta ayer precisamente porque fue entonces, ante alrededor de doscientas personas que abarrotaban la sede provincial del partido, en la calle Luis Montoto, en una tarde de calor sofocante, cuando Susana Díaz hizo oficial su candidatura a la secretaría general de ese corral de gallos que ha sido siempre el PSOE sevillano.

Con el presidente del partido y de la Diputación de Sevilla, Fernando Rodríguez Villalobos, haciendo de anfitrión y con una amplia representación del equipo de Griñán a su lado para mostrar músculo, Susana Díaz desbrozó un discurso casi sin florituras retóricas y que recordó en ocasiones al que Carmen Chacón pronunció en aquel congreso que perdió por un escaso margen de votos, aunque eso sí, sin levantar tanto la voz.

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La encrucijada de Izquierda Unida en Andalucía

Foto: @likordelpolo

sevilla report | El de los recortes que va a aplicar el nuevo Gobierno de la Junta de Andalucía está siendo el primer culebrón de un verano que se presenta bastante calentito en lo social como en lo político, y no precisamente por el viento que abrasa la cara en las tardes de Sevilla, o porque las noches de nuestra ciudad sean más infernales que los días en buena parte del país.

El final de esa larga culebra, a modo de corolario, es la disputa interna de Izquierda Unida a causa del apoyo de la dirección del partido, encabezada por Valderas, vicepresidente del Gobierno andaluz, a los recortes contemplados en el plan de ajuste de la Junta de Andalucía, con una reducción de 747 millones en las nóminas de los funcionarios autonómicos.

Durante la última semana, las críticas contra este apoyo entre las bases del partido se han sucedido desde el clamor inicial hasta sofocarse en cierto modo tras la última reunión de la dirección de la coalición en Andalucía. Incluso los críticos con el sí de Valderas a los recortes, caso del vicesecretario general del PCA, Juan de Dios Villanueva, han aceptado esta postura como conveniente.

Al fin y al cabo, todos tienen claro que la disolución del Gobierno bipartito es una opción impensable en estos momentos, a pesar del órdago que, en un principio, lanzó Valderas poniendo sobre la mesa la ruptura del pacto. El propio vicepresidente andaluz pone de manifiesto la cruda realidad en su carta dirigida la militancia el pasado viernes: “Para avanzar socialmente debemos seguir siendo una fuerza de lucha y de Gobierno”. También Villanueva, desde su postura crítica, deja muy claro ya en el título de su artículo en la web del PCA de Sevilla que “no se trata de «Gobierno sí» o «Gobierno no», sino de cómo se gobierna”.

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El debate sobre el estado de la ciudad: entre el ruido y la furia

sevilla report | En esta urbe anclada en el estereotipo impuesto desde fuera y alimentado desde dentro, recurrente como pocos es el tópico del ser barroco de Sevilla, ese permanente claroscuro y contraste que es capaz de enfrentar, como dos conceptos antagónicos, los bloques del barrio más pudiente con las paredes ocres de uno de los más humildes en la misma calle. Pero es que la ciudad se empeña en dejar constancia de ese alma contradictoria con mañanas como ésta, fresca a la sombra del Ayuntamiento, precisamente el día en el que más caldeada estaba, como se suele decir, la cosa.

Casi con una resaca de la noche en la que se celebró el Día de la Música y decenas de conciertos pusieron banda sonora a la ciudad, Sevilla se despertó con una sinfonía propia de este verano recién estrenado, ese murmullo de paseantes bajo un ejército de golondrinas que rasgaban el aire con sus graznidos. Apenas 15 minutos antes del comienzo del primer debate sobre el estado de la ciudad, la pereza se adivinaba en la casi solitaria puerta del Ayuntamiento, al igual que en el rellano de la escalinata del interior de la Casa Consistorial, donde los periodistas se reúnen antes de poder entrar en el salón de plenos. Allí, este cronista que les escribe aguardó solo mientras los concejales y otros miembros de los grupos fueron llegando con cuentagotas, con el temor de haberse quedado rezagado y de estar perdiéndose un acontecimiento al que, por novedoso, nadie había querido llegar tarde.

Resultó, más bien, ser todo lo contrario. Los informadores fueron copando el rellano con sus cámaras poco a poco, entre una expectación disimulada y la perplejidad de no encontrar, precisamente, más acogida entre este debate que, se presume, supondría la oportunidad de poner sobre el tapiz los asuntos que más preocupan a los sevillanos. En esos momentos, en Twitter algunos dudaban de que ni siquiera el mismo alcalde tuviera interés en asistir, por no haberlo confirmado previamente.

La crónica completa del primer debate sobre el estado de la ciudad, cómo no, en sevilla report.

El 15M avanza con paso firme tras cumplir un año

sevilla report | La Sevilla eternamente barroca, la que implanta la carrera oficial en su Semana Santa, la que canoniza a San Fernando y lo hace patrón de la ciudad, aquella que se decanta, ante las disputas entre franciscanos y dominicos, por las Inmaculadas de Martínez Montañés y de Murillo, es un dicho recurrente en boca de quienes la adulan.

Pero a los motivos históricos y de tradición artística, monumental, propiamente urbana, hay que añadirle otros más intrínsecos al alma y al ser profundo de una ciudad que sólo conoce quien la vive o la sufre, que es otra manera de sentirla y, por tanto, de amarla. Así es el alma sevillana: siempre cerrándose sobre sí misma en círculos cada vez más concéntricos. Más que por las tallas de imagen, por los frontispicios de las iglesias y los palacios, más que por ese carácter magnificente de la ciudad que llega al nivel de lo exagerado o por ese claroscuro continuo que sume al paseante en una infinita sorpresa, Sevilla es barroca por sus singulares habitantes, expertos en la tradición de convertir la más rizada de las volutas en una mera anécdota y, al mismo tiempo, escenificar una pose hasta el histrionismo y convertir la tramoya, el puro artificio, en la más genuina y auténtica de las realidades. Sevilla siempre en sí misma, pero nunca para sí misma.

El 27 de marzo del año 2011, tras casi cuatro años de retraso, el entonces alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, inauguró el Metropol Parasol (las conocidas como “setas” de la Encarnación) entre expectativas, tanto oficiales como entre los propios sevillanos, de que la nueva Plaza Mayor se convirtiera en el flamante epicentro de la vida callejera de la ciudad.

Lo que tardó cuatro años más de la cuenta en levantarse y costó bastantes millones de euros más de lo previsto, un símbolo del dispendio de los años de grandes proyectos y la megalomanía que enladrillaron este país, se convirtió finalmente en el corazón de la urbe gracias a los miles de sevillanos que, tarde sí y tarde también durante casi un mes, abarrotaron la plaza y las escalinatas, aunque no precisamente en la forma y con el objetivo que más hubieran querido los gobernantes hispalenses.

Igual que en aquella Sevilla del siglo XVII que menospreció a la corte para alabanza de los aldeanos, de pronto y sin aviso previo, decenas de miles de sevillanos se lanzaron a la calle la tórrida tarde del 15 mayo de 2011, al compás de otras muchas ciudades de España, y ocuparon las escalinatas y todo el entorno urbano del fastuoso Metropol Parasol. La plaza fue bautizada “Plaza de Mayo” por quienes hicieron de ella su casa, como símbolo inequívoco de conquista popular. Les bastó para ello tapar una ere sobrante e intermediar la preposición “de” entre las dos palabras que conforman su nombre.

Como hongos bajo las setas que tardaron años en izarse, miles de moradores de la ciudad brotaron de la nada para, clamando por su dignidad y contra esta crisis que consideran una estafa, echar abajo el sambenito impuesto por cierto columnista local, que persiste en tachar a Sevilla de ciudad “tragona” y “cobarde”.

Al igual que cuando el nacimiento del barroco, la ciudad y todo el país estaban sumidas en una profunda crisis, que luego ahondaría con el transcurso del tiempo, y que desembocaría entonces en el motín de la calle Feria, en 1652, por la escasez y el alto precio del pan y ahora en el renacer de un movimiento ciudadano que exige más democracia y participación en las decisiones que gobiernan sus vidas, ante la manifiesta e interesada ineptitud de sus dirigentes políticos.

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Tras las huellas de una mina para desenterrar voces

sevilla report | Es mañana de domingo en la Ruta de la Plata, la autovía que parte desde Andalucía hacia Extremadura. El campo está pletórico en un mes de mayo que ya atisba el disparo de las temperaturas que sobrevienen con el verano. Corre una ligera y fresca brisa procedente del norte que alivia la insistencia de los rigores del sol sobre los cuerpos. Nos dirigimos a Las Minas del Castillo, una pequeña aldea próxima a El Castillo de las Guardas, al noroeste de Sevilla, donde hemos quedado con algunos integrantes de una asociación local de defensa de los caminos y senderos de titularidad pública que nos van a guiar hasta la mina de Peñas Altas, el lugar mítico donde se refugiaron 23 mineros tras el estallido de la Guerra Civil y permanecieron más de un año parapetados en sus oscuras concavidades.

A las nueve de la mañana pasadas, el sol pega de costado en el vehículo que conduce uno de los miembros del equipo. No hemos desayunado todavía y, tal y como llevamos el cumplimiento de la agenda prevista, es más que probable que no podamos hacerlo en toda la mañana. La carretera se sucede a sí misma delante del parabrisas delantero del coche, como un compás de espera que se eterniza, mientras una música suave y sexy invade el habitáculo impelida por el silencio reinante entre sus moradores. Estamos cansados, muy cansados, pero con unas ganas enormes de llegar y meternos en faena. Este trabajo, sobre todo este de salir a encontrarte con gente que no conoces, que nunca has visto, y que te lleven a lugares escondidos, casi inaccesibles, y que te cuenten historias tras cuyo rastro llevas semanas y semanas es fascinante. A ello se debe probablemente el silencio, a que cada uno elucubra mejor dentro de sí mismo lo que le espera en una jornada como ésta, las experiencias, las emociones que le gustaría vivir en lo que viene a partir de ahora. Como si pensándolo antes uno pudiera modelar a su gusto el futuro venidero.

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