Al abuelo
Me acuerdo de las tardes de verano,
el aldabón tocando aquella puerta
carcomida y raÌda por los años,
la escalera y sus pasos encorvados,
los cuartos con olor a polvo antiguo
y tu vieja figura en la cocina,
silente, triste y corva, despojada
de todo cuanto vale en esta vida.
Parece que fue ayer cuando te fuiste
y me dejaste solo, en esta casa
vieja, de techo apolillado y tejas
cubiertas de verdina y jaramagos.
Parece que fue ayer, y aún te veo
sentado en el aljibe, junto al pozo,
en este patio angosto y silencioso.
Pero ya no seré más ese niño
que buscaba impaciente un beso tuyo.
22-02-09