Balance 2011-2013: A vueltas con el lastre de la deuda

Balance 2011-2013: dos años de Zoido

Juanjo Cerero / Jesús Rodríguez / Gregorio Verdugo | El área de Hacienda es de las que mayor peso específico han adquirido desde que Juan Ignacio Zoido llegó a la Plaza Nueva. Su propósito de fiscalizar las cuentas municipales y de aplicar la austeridad ha coincidido con una subida del 57,73% en la asignación presupuestaria para este área entre 2011 y 2013, hasta llegar a 18,3 millones de euros.

El incremento del presupuesto en algunos capítulos es especialmente evidente. La dirección y administración recibe en 2013 3,2 millones de euros, un 329,4% más con respecto a 2011, mientras que el gasto en la Tesorería ha subido entre estos dos años un 174,3% hasta alcanzar los 1,8 millones. En cambio, la partida para la Agencia Tributaria desciende un 26,7% entre 2011 y 2013.

Una asignación que contribuye de forma notable a engrosar el presupuesto general de Hacienda son los 6,13 millones del Fondo de Contingencia, dentro del capítulo de Imprevistos y Funciones No Clasificadas. Esta partida, que sólo existe en 2013, tiene su origen en el Plan de Ajuste impuesto por el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas en mayo de 2012 y sustituye a las partidas destinadas a abono de sentencias.

El área de Hacienda del Ayuntamiento de Sevilla tuvo que hacer frente a una abultada deuda tras las elecciones de 2011
El área de Hacienda del Ayuntamiento de Sevilla tuvo que hacer frente a una abultada deuda tras las elecciones de 2011 | Foto: Avij / Wikimedia

En la memoria del Presupuesto Municipal para 2013 se explica que el fondo tiene como fin “atender necesidades de carácter no discrecional y no previstas en el presupuesto, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 31 de la Ley Orgánica 2/2012 de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera”.

En el citado artículo se explica que “la cuantía y las condiciones de aplicación de dicha dotación será determinada por cada Administración Pública en el ámbito de sus respectivas competencias”. Que el Ayuntamiento y la normativa se pasen uno a otro la responsabilidad de establecer su aplicación implica que el fondo de contingencia no cuenta con un mecanismo de control establecido para su gestión.

El pago de la deuda es otro de los grandes aumentos presupuestarios durante los dos primeros años de gobierno de Zoido. En 2012, el incremento es del 190%, desde los 24 millones hasta los 89,6. En el capítulo dedicado al pago de intereses llama la atención la subida del 41% en 2012 debida, básicamente, al incremento de la refinanciación del préstamo contraído en 2008 con BBVA, Dexia-Sabadell y BCL.

En 2013 se produce otro incremento del 27% respecto al año anterior como consecuencia del abono de los intereses de los préstamos contraídos con el Instituto de Crédito Oficial (ICO) en 2012 dentro del plan de pago a proveedores del Gobierno central. El presupuesto total para este fin llega a los 4 millones de euros.

Por otro lado, en el capítulo de amortizaciones destaca el pago de varios préstamos invertidos en 2010, por importe de 15,1 millones de euros en 2012 y de 17 en el año siguiente. También se incluyen las retenciones de la Participación en los Ingresos del Estado que el Ministerio de Hacienda aplicó al Ayuntamiento en 2008 y 2009, y que supone que en 2012 y 2013 la ciudad ha perdido 22,3 y 6,4 millones, respectivamente, por este motivo.

Además, en 2013 existe una partida por la que se dedican al pago de la deuda 28,4 millones de euros excedentes del techo de gasto impuesto por el Ministerio de Hacienda a las administraciones locales, como se recoge en el apartado 5º del artículo 12 de la Ley 2/2012.

Mención aparte merece el capítulo de impuestos y tasas municipales. En los dos años de Gobierno de Juan Ignacio Zoido se aprecia una recaudación total menor a la de 2011. El año pasado se produjo un descenso del 31,7% respecto al anterior, mientras que en 2013 hay una subida de más del 30% frente al ejercicio previo.

Sin embargo, la evolución de los ingresos según su tipo no es homogénea. Mientras que los directos experimentan un crecimiento en los dos años hasta alcanzar un 5,9% más en 2013 respecto a 2011, los impuestos indirectos, entre los que se incluye el IVA, sufren un descenso continuo que en 2013 es del 22,81% respecto a dos años antes. Esta bajada es achacable a la persistencia de la crisis y el desplome del consumo, uno de sus síntomas más evidentes. Los ingresos por tasas municipales, por su parte, caen un 62% en 2012 pero vuelven a repuntar con una subida del 98% un año más tarde.

Zoido llegó a calificar de “obligación ineludible de cualquier gobernante responsable” la bajada de impuestos municipales. En las ordenanzas fiscales de 2013 quedaron congelados los cinco impuestos directos, pero más de 20 tasas se encarecieron en torno al 3%, mientras que otras lo hicieron aún más. Los casos más llamativos fueron los de los precios de las instalaciones del Instituto Municipal de Deportes (un 7% más), la zona azul y la grúa (aumento del 6%) o las tarifas de Tussam (subida media del 5%).

También en este área el alcalde de Sevilla ha faltado a su programa y a sus principios. Su pretensión de bajar los impuestos, aplicada durante el primer año de mandato, ha chocado con la cruda realidad de las cuentas municipales. De ahí que en el ejercicio siguiente se viera obligado a aparcar su ideología para cuadrar los presupuestos a golpe de tasas.

Además, la intención de reducir el gasto se ha visto truncada por la imposición del Gobierno de Rajoy a través del plan de ajuste de las administraciones públicas. De los alrededor de 80 millones de euros de incremento en el presupuesto de 2013 frente al de 2011, más de la mitad ha sido destinado al pago de deuda. Mientras que las partidas destinadas al pago de intereses crecen de forma escalonada, las de amortizaciones de créditos se disparan en los dos últimos años.