La rimbombancia de Zoido

A Juan Ignacio Zoido le apremia el reloj. No ése suizo como el que dijo que iba a funcionar Sevilla, cosa que nunca ocurrió, sino el que lleva en la muñeca y le marca los escasos veinte días que le quedan antes de las elecciones municipales. Dos semanas largas en las que el alcalde tendrá que pasearse por los barrios de nuevo con un traje de candidato-loseta que a estas alturas aún no se ha enfundado.

A Zoido se le ve nervioso últimamente. Estos cuatro largos años al frente de la Corporación no le han reportado frutos suficientes que poder presentar ante los sevillanos. Ni siquiera disponiendo del rodillo de una mayoría absolutísima de veinte concejales, la mayor de la historia de la ciudad, ha sido capaz de sacar adelante proyectos con los que maquillar una gestión parca.

Zoido inaugura una pista de petanca en el Parque Amate
Zoido inaugura una pista de petanca en el Parque Amate

A falta de nada, el regidor enarbola como su mayor éxito el saneamiento de las cuentas, una obra magna pero de difícil venta electoral. El resto, al parecer, lo confía a la propaganda partidista disfrazada de publicidad institucional y pagada, cómo no, con dinero público. La Junta Electoral de Zona ya le ha obligado a retirar tres campañas, tres. Ante el último varapalo de este órgano, Curro Pérez, el portavoz del PP, ha respondido que «es época de hacer balance de todo» y que «no voy a parar de trabajar por las elecciones». Es comprensible. No cabe duda de que buscar motivos para sacar pecho ante el electorado debe de ser una tarea hercúlea para el primer edil y su equipo, sobre todo cuando se recurre a artimañas ilegales.

En su carrera por encontrar un logro que enarbolar como estandarte antes de la escabechina que las encuestas le auguran para el 24 de mayo, Zoido ha sacado a pasear su rimbombancia con una de esas promesas a los que tanto bombo da él mismo como la prensa afín: plantar 8.000 árboles. Algo que recuerda a la incumplida promesa de 1.000 VPO anuales. En su programa para 2011, el regidor ya se comprometió a llevar a cabo una «plantación masiva de árboles» y a que cada alcorque estuviera ocupado por un ejemplar, en lugar de tapiado.

Dos objetivos cuyo cumplimiento ha quedado bastante lejos. Sobre todo si tenemos en cuenta un nimio detalle: los centenares de árboles que el Gobierno municipal ha talado, algunos sin justificación, como los plátanos de Almirante Lobo. Ha sido muy conveniente que a la prensa hispalense se le haya olvidado hacer la correspondiente resta para ver cuántos de los nuevos ejemplares irán destinados a suplantar a los desaparecidos.

Podas salvajes

Es de suponer que los cronistas andaban ocupados tomando nota de las más de 180.000 podas que, según Zoido, se han efectuado en estos cuatro años por obra y gracia del sacrosanto macrocontrato de zonas verdes. La cifra ha sido reproducida como si per se tuviera algún significado o fuera reflejo de algo. Al contrario: la realidad oculta tras la grandilocuencia de ese dato es una ciudad privada de sombra y llena de árboles muertos por culpa de podas indiscriminadas que, según los jardineros municipales, permiten los técnicos de Parques y Jardines.

Los trabajadores de este departamento municipal, epicentro de un Caso Madeja que ha manchado hasta al propio PP de Zoido —muy esmerado siempre por mostrarse inmaculado—, llevan años denunciado la connivencia de sus jefes y algunos mandos intermedios con las malas prácticas de las empresas concesionarias del servicio, a cambio de presuntas dádivas.

El caso más notable y conocido es el de Fitonovo y sus empresas pantalla, Conversa y Bremacons. Tres empresas implicadas —siempre presuntamente— en uno de las mayores tramas de corrupción de la ciudad, con dádivas —también presuntas— de todo tipo a cambio de contratos, han sido —y siguen siendo, en el caso de las dos filiales— responsables de las innumerables podas. No es algo que induzca a la confianza. Todo se torna más negro si se tiene en cuenta que tales podas salvajes le han costado a la ciudad más de 48 millones de euros, y que ello, además, ha supuesto que el dinero dedicado a privatizar Parques y Jardines haya aumentado nada menos que un 138% desde 2011.

No tanta austeridad

En los últimos años es más que palpable el enfado de la ciudadanía con unos representantes políticos más preocupados por mantener sus privilegios que por gobernar para la gente. Una cuestión que estos días, con la votación de investidura en el Parlamento de Andalucía y el acuerdo entre Susana Díaz y Ciudadanos, está más presente que nunca. Zoido, que no pierde una oportunidad para sacar provecho mediático a su mayor logro, el de sanear las cuentas, aprovechó la coyuntura y se colgó el pasado domingo la medalla de haber puesto fin a los «privilegios» de los políticos en el Ayuntamiento de Sevilla.

El primer edil sostuvo que «me los cargué todos» cuando accedió a la alcaldía gracias a iniciativas como bajar el sueldo de los concejales —él entre ellos—, eliminar las dietas en empresas públicas o reducir el número de vehículos oficiales. Sin embargo, otras medidas que ha señalado, como la de la bajada de impuestos, no se ajustan tanto a la realidad. Empezando por que ésta poco tiene que ver con los privilegios. Es cierto que Zoido bajó los impuestos en 2013, pero después de haber ordenado una notable subida de numerosas tasas municipales y tarifas públicas —IMD, Tussam— el año anterior.

Tampoco puede tomarse como verdad absoluta que haya reducido los cargos de libre designación. Es complicado conocer el número y el sueldo reales de estas personas, sobre todo teniendo en cuenta el afán de transparencia de este Gobierno. Valga como muestra el botón de los presupuestos municipales de 2015, presentados en la web como un PDF escaneado. Una foto, a efectos prácticos. Un documento totalmente inútil si uno quiere extraer los datos que contiene y trabajar con ellos.

Las partidas presupuestarias dedicadas a los sueldos del personal del Ayuntamiento dejan en evidencia el esfuerzo de Zoido por promover la tan cacareada austeridad. En 2011, último presupuesto aprobado por la coalición de PSOE e IU, los cargos directivos de los distintos departamentos —sin incluir las empresas municipales— cobraron algo más de 983.000 euros. Bajo el Gobierno del PP esta cifra ha crecido cada año hasta alcanzar 1,43 millones en 2015, lo que supone un incremento del 45,31%.

El alcalde de la bulla

De sobra es conocida —en gran medida gracias al torrente sentimentaloide que se desborda en su cuenta de Twitter cada primavera— la devoción cofrade de Juan Ignacio Zoido. Pero esta Semana Santa de calor repentino, de pleno de hermandades en la calle y una Madrugá que ha vuelto a parecerse a los Sanfermines, ha debido de tocar de manera especial la fibra sensible del alcalde de Sevilla. Hasta el punto de que le ha entrado la bulla. Pero no la del Domingo de Ramos, sino la de aquél que siente que le coge el toro.

Entrevista con Juan Ignacio Zoido en el Diario de Sevilla, publicada el 5 de abril de 2015
Entrevista con Juan Ignacio Zoido en el Diario de Sevilla, publicada el 5 de abril de 2015

En una entrevista publicada el domingo en el Diario de Sevilla, el primer edil asegura que «me ha faltado tiempo» para llevar a cabo todo su programa.  Tras las elecciones de mayo de 2011, afirmó que iba a poner la ciudad a funcionar como un reloj, pero ahora desea que las agujas se paren en seco. La metáfora temporal de Zoido ha sido una paradoja en sí misma desde antes mismo de los comicios, merced a un programa electoral que se antojaba irrealizable a todas luces. En realidad, la propuesta del entonces candidato era una colección de medidas concretas que, sin embargo, no constituía un modelo de ciudad, un plan estratégico para sacar a Sevilla de un estancamiento que en los últimos años ha dejado evidentes signos de decadencia.

Zoido, que no tenía mucha capacidad para prometer, lo hizo hasta el exceso. A nadie escapa que la ruinosa situación en que el Gobierno del PSOE e IU dejó las arcas municipales no permitía mucho margen de maniobra, pero estas circunstancias ya eran de sobra conocidas antes de la última llamada a las urnas. La apuesta electoral del PP, que aparentaba ser tan imprudente que el PSOE creó un cronómetro de promesas incumplidas, estaba hipotecada de antemano. El regidor siempre ha defendido con firmeza que ha cumplido un alto porcentaje de su programa. En mayo de 2013 presentó su autobalance de mitad de mandato, un ejemplar de propaganda partidista pagado con fondos públicos y presentado con el sello municipal. Algo que ha intentado reeditar con la nueva campaña, #túhacesSevilla, que la Junta Electoral de Zona ha prohibido.

Hace dos años ya aseguró haber llevado a cabo más del 60% de sus promesas, aunque los principales logros que vendía eran una cuestionable bajada de tasas, un contrato de zonas verdes que se ha convertido en el epicentro del Caso Madeja o los nuevos locales de ensayo para las bandas de música. Aunque en la entrevista del domingo vuelva a insistir en que ha efectuado el 80% de sus medidas, que el alcalde reconozca ahora que «me ha faltado tiempo» deja en clara evidencia no sólo la vehemente defensa que ha hecho de su propio compromiso sino, sobre todo, el fracaso de su gestión: lo que prometió para 2015 no estará si no gobierna otros cuatro años.

Presentación del balance de dos años de gobierno de Zoido en el Ayuntamiento de Sevilla, en mayo de 2013
Presentación del balance de dos años de gobierno de Zoido en el Ayuntamiento de Sevilla, en mayo de 2013

 Zoido ha malgastado buena parte de su mandato en otros menesteres.  Prometió trabajar por Sevilla las 24 horas del día pero se embargó en aventuras tan lejanas de este objetivo como presidir la FEMP y el PP-A, además de ser portavoz del Grupo Popular en el Parlamento de las Cinco Llagas. Cuando estos cargos le han dejado tiempo, el alcalde ha basado su gestión municipal en quejarse de la herencia recibida, un lamento que aún hoy saca a pasear cuando tiene que enfrentar la dura realidad de sus promesas incumplidas. La primera medida del regidor, derogar el plan de tráfico en el Centro, simboliza como ninguna otra su manera de gobernar: desmantelar —en la medida de lo posible— todo lo que oliera a la Corporación encabezada por Monteseirín y Torrijos y dejar el estado de cosas previo, sin presentar soluciones alternativas a los problemas.

La falta de recursos —que siempre ha sido responsabilidad de la coalición de izquierdas, nunca del plan de ajuste impuesto por Rajoy a los ayuntamientos— ha constituido un obstáculo importante, aunque cabe preguntarse si tanto como para sumir en la parálisis al Gobierno municipal con la mayoría más amplia de la historia democrática hispalense. En varios proyectos de peso, el alcalde ha demostrado una alarmante pasividad y laissez-faire que los ha postergado sine die, cuando no condenado a muerte.

Ya se vio cuando Decathlon se cansó de pagar por unos terrenos y de esperar un cambio del PGOU mientras el Ayuntamiento jugaba a dos bandas para ver si construía un pabellón de baloncesto en esa misma parcela. Al final, la empresa declinó crear 150 empleos con una tienda en La Cartuja. Luego Zoido quiso enmendar el entuerto pero fue tarde. Tampoco hay fecha para el Ikea de San Nicolás Oeste, que espera desde hace más de un lustro en parte por la desidia del Consistorio. El Plan Integral de Tres Barrios sigue sin aplicarse y la rehabilitación de Los Pajaritos no se finalizará hasta el siguiente mandato. No se ha puesto un solo ladrillo de las 4.000 VPO —1.000 por año— prometidas para este cuatrienio. Y el Centro Pompidou que Zoido anunció a bombo y platillo para las Naves del Barranco se lo ha llevado Málaga sin hacer ruido. Ahora La Lonja no es un museo sino un mercado gourmet, igual que el de la Puerta de la Carne. Apenas son algunos ejemplos.

Antes que reconocer que  su Gobierno es incapaz de valerse de una mayoría absolutísima para sacar adelante estas iniciativas, Zoido ha preferido escudarse en que «la Junta no me deja» (sic) y mantener una confrontación claramente partidista con la administración autonómica. Es su pretexto para argumentar la renuncia del Consistorio a apostar por proyectos laborales y formativos cofinanciados, como las escuelas-taller, y sobre todo para explicar el estancamiento de numerosos proyectos urbanísticos cuya realización pasa por subvertir el PGOU aprobado en 2006. Valgan como muestra el aparcamiento subterráneo de La Alameda, la venta de la antigua comisaría de La Gavidia para construir un centro comercial, el convenio para dedicar Altadis a fines similares o la conversión de la pasarela peatonal de la Torre Cajasol en vía para tráfico rodado. En los dos últimos casos, el secretario del Ayuntamiento advirtió de la actuación claramente irregular de la Delegación de Urbanismo.

El olvido institucional sigue golpeando a Tres Barrios
El olvido institucional sigue golpeando a Tres Barrios

Los macroproyectos han constituido la verdadera seña de identidad de esta Corporación. El candidato-loseta que rechazó las grandes aventuras urbanísticas y vendió la micropolítica como la vía para levantar una Sevilla exhausta y desordenada no tardó en esfumarse para dar paso a un regidor obsesionado con la grandilocuencia: eventos de masas —Copa Davis, Mundial de Baloncesto—, enormes espacios y edificios a disposición de empresas —mercados gourmet, Sevilla Park, Altadis—, grandes superficies comerciales como única medida para crear empleo y macrocontratos como el de zonas verdes, con 48 millones dedicados a privatizar Parques y Jardines para poder pregonar muchas podas, aunque estén mal efectuadas.

El empeño del primer edil por asociar la creación de trabajo al urbanismo megalómano lo ha llevado a desahogar también en la Junta de Andalucía su frustración por no poder pasar a la historia como el alcalde del empleo, sino sólo como el hombre que soñó serlo. Su más repetida y rimbombante promesa había sido ésta, pero a día de hoy, y a pesar de los datos de leve mejoría a los que todas las administraciones se agarran como a un clavo ardiendo, en Sevilla hay 8.800 parados más que hace cuatro años. Incluso peligra la condición de gran capital, al descender por debajo de 700.000 los empadronados.

En contraste con su cachaza en otros ámbitos, Zoido ha destacado por su entusiasmo y velocidad para anunciar la creación de miles de empleos en la ciudad cada vez que tenía ocasión para ello. Un arrojo que le ha jugado malas pasadas, como cuando prometió la contratación de millares de sevillanos para el rodaje de Juego de Tronos, un extremo desmentido de inmediato por la productora de la serie. O cuando superó las previsiones del mismísimo Puerto de Sevilla y dijo que el dragado del Guadalquivir supondría 20.000 empleos. Una obra que, a pesar de la enconada defensa del alcalde hispalense, yace muerta en el fondo del río. Algo similar le ocurrió cuando anunció en Twitter el establecimiento de nuevas líneas aéreas basándose en una información errónea del ABC. Una metedura de pata que dejó al regidor en ridículo y con una imagen de gobernante que se entera por la prensa de lo que pasa en la ciudad que administra.

Los cuatro años de mandato de Zoido apenas le han dado para poder presumir de haber cumplido algunas de las principales promesas de su programa y casi ninguna de las que hizo sobre la marcha como primer edil. Y eso que algunos de sus logros los ha alcanzado con trampa, como en el caso del Brico Depôt del Higuerón Sur, su buque insignia en la creación de empleo, con 130 puestos de trabajo. El alcalde inauguró esta superficie de 7.100 m² cuando aún no contaba con todas las licencias que exige la Gerencia de Urbanismo.

Tampoco parece haberle cundido todo este tiempo para ofrecer a los sevillanos una explicación razonable sobre el Caso Madeja, los trapicheos sin control en Parques y Jardines, los sobresueldos que presuntamente le pagó Luis Bárcenas, las cuentas de la APPES, el enchufismo en los distritos o la contratación de filiales de Azvi, empresa propiedad de la familia del gerente de Emvisesa y que fue donante irregular del PP.

A mes y medio para someterse al implacable juicio de las urnas, Zoido no puede vender más que su impotencia, aparte de presentarse, en un intento de salvar los muebles, como el alcalde que saneó las cuentas municipales. Una tarea magna, es cierto, pero muy lejana de cualquier otra de la que se hubiera propuesto presumir, no tanto en términos de gestión como electorales, que es lo que apremia a estas alturas. En la entrevista del domingo, como ya hizo en su autobalance de mayo de 2013, el regidor sigue pidiendo paciencia y apoyo porque «lo mejor está por venir». También lo estaba hace dos años. Queda por ver si los sevillanos están ya demasiado cansados de esperar una tierra prometida que no parece cercana por más años que pasen.

Post scriptum

La encuesta de SIGMA DOS que publica hoy EL MUNDO, sobre intención de voto en el las elecciones municipales de Sevilla, revela que, efectivamente, casi la mitad de los que confiaron en Zoido en 2011 están cansados de esperar.

Encuesta de SIGMA2 para EL MUNDO, sobre intención de voto en las elecciones municipales de mayo de 2015 en el Ayuntamiento de Sevilla
Encuesta de SIGMA2 para EL MUNDO, sobre intención de voto en las elecciones municipales de mayo de 2015 en el Ayuntamiento de Sevilla

Balance 2011-2013: Mareando al personal

Balance 2011-2013: dos años de Zoido

Juanjo Cerero / Jesús Rodríguez / Gregorio Verdugo | La gestión interna del Ayuntamiento de Sevilla consumió la mayor parte de los presupuestos municipales en los tres últimos años, en torno a 450 millones de euros para cada ejercicio. Las cantidades totales en este área son similares. El recorte entre 2011 y 2012 fue de 3,6 millones (un 0,8% menos), mientras que en 2013 hay una pequeña subida de 2 millones (un 0,4%) respecto al año anterior.

La clave de este capítulo está en dónde se gasta el dinero. A pesar del sostenimiento de las cuentas totales, numerosas partidas experimentan importantes incrementos y surgen otras tantas con una cuantiosa asignación. Otras, especialmente las empresas municipales o los recursos humanos, sufren severos recortes. Dentro de los sueldos del personal también se produce esta dinámica: unos ganan menos para pagar las subidas en las retribuciones de otros.

La austeridad es una constante en el programa electoral de Juan Ignacio Zoido. A ella dedica una de sus principales promesas durante toda la campaña: reducir el gasto municipal y la carga fiscal para el ciudadano. Los dos términos están incumplidos. Los presupuestos crecen de forma progresiva hasta alcanzar los 776 millones en 2013, un aumento del 11,3% frente a los 698 de 2013. Además, en 2013 un número superior a 20 tasas municipales subieron un 3% y otras lo hicieron aún más, como en el caso de los precios públicos de las instalaciones del IMD, un 7%, la grúa municipal y la zona azul, un 6%, y las tarifas de Tussam, una media del 5%.

Zoido también se comprometió a reducir el número de áreas de gobierno de once a ocho, algo que ha cumplido, aunque ha mantenido los mismos departamentos con una simple reordenación que ha conllevado que algunos delegados municipales, como Gregorio Serrano, titular de Economía, Empleo y Fiestas Mayores, ostenten una notable concentración de poder dentro de la corporación municipal.

El Ayuntamiento de Sevilla

También fue rotundo el regidor al asegurar que reduciría el número de cargos de confianza. En el pleno del 28 de junio de 2011, medio mes después de tomar posesión el nuevo gobierno, dijo que se aplicaría un recorte del 20%, de 81 a 58, con un ahorro de 1,2 millones. La página Sueldos Públicos ya informó el pasado 19 de diciembre de que en el Boletín Oficial de la Provincia de Sevilla de 10 de septiembre de 2012 se recogían 106 cargos de confianza.

El 7 de mayo, tras publicar la prensa local que Zoido supera a Alfredo Sánchez Monteseirín en el número de cargos de libre designación, el Ayuntamiento respondió que sólo hay 120, menos que entonces y con menos sueldo. De cualquier manera, los que ahora reconoce el gabinete de comunicación de Laredo son más del doble que los que el alcalde prometió hace dos años.

El caso más llamativo es el de Juan José Cortés, padre de Mari Luz Cortés y asesor municipal en la Delegación de Servicios Sociales, que fue imputado en marzo por delitos de tentativa de homicidio y tenencia ilícita de armas tras participar en un tiroteo en septiembre de 2011. Al PP no le bastan estos antecedentes y ha afirmado que no decidirá sobre la situación de Cortés hasta que la Justicia se pronuncie de manera definitiva.

En su obsesión teórica por mantener a raya el gasto municipal, Zoido llegó a calificar de “fundamental” la existencia de una Oficina de Control Presupuestario “que garantice que el dinero que está presupuestado se ejecute en su totalidad con un seguimiento semanal”. Dos años después, el control de las cuentas municipales sigue siendo brillando por su ausencia.

Los números que mecen la cuna

Un análisis pormenorizado de los distintos capítulos que componen Gobierno Interior muestra el mismo patrón que en el presupuesto general del área: las cantidades totales apenas se ven recortadas, pero es en el reparto y la cuantía de las partidas donde se producen los cambios estructurales más significativos. Como decía aquel viejo refrán, el diablo está en los detalles.

Un ejemplo ilustrativo es el apartado de Recursos Humanos, en el que se incluyen los sueldos del personal del Ayuntamiento de Sevilla. Entre 2011 y 2013, el presupuesto desciende más de 6 millones, un 2,34%. No obstante, lo interesante es comprobar que en los dos años de gobierno de Zoido, especialmente en 2013, los recortes se producen por sistema en los sueldos de funcionarios de la categoría C-2, la más baja, a la que se asigna a quienes sólo cuentan con el título de Secundaria. Estas bajadas, además de cumplir con la tasa de reposición cero, sirven para compensar subidas de sueldos para cargos directivos, algunos de nueva creación, y altos funcionarios.

Variaciones en los sueldos de los funcionarios y el personal del Ayuntamiento de Sevilla entre 2011 y 2013
Variaciones en los sueldos de los funcionarios y el personal del Ayuntamiento de Sevilla entre 2011 y 2013

Aunque durante la campaña electoral y en sus primeros meses de Gobierno el alcalde enarboló la bandera del recorte en puestos de confianza y altos cargos, la realidad que muestran los presupuestos municipales es que en estos dos años el gasto en personal directivo ha crecido más de un 36%, desde los 983.000 euros de 2011 hasta los 1.338.000 de este año.

Un ejemplo ilustrativo de lo anterior es lo ocurrido en la Administración General de Participación Ciudadana, donde el sueldo destinado a personal directivo se incrementa más del doble en 2013 con respecto a 2011, pasando de 70.324 a 152.690 euros. Otro detalle significativo es que en 2013 la partida para productividad del funcionariado alcanza los 17,6 millones de euros, cuando ese concepto no aparece en los dos años anteriores.

Por otro lado, en 2013 las asignaciones para las partidas de complementos y antigüedad se reubican en las catalogadas como “otras retribuciones”, que crecen hasta triplicarse en la mayoría de los grupos de funcionarios y de personal laboral. La práctica de aunar varias partidas detalladas en un solo e impreciso concepto, más difícil de escudriñar por el ojo público, se ha convertido en una práctica habitual en los presupuestos de esta Corporación. De hecho, la nota que Transparency International otorga al consistorio hispalense en transparencia económico-financiera en 2012 es de 21,4 sobre 100 frente al 79 de 2010.

La austeridad galopante impuesta por Juan Ignacio Zoido con el recorte de 6 millones de euros en los sueldos del Ayuntamiento responde al plan de ajuste impuesto por el Ministerio de Hacienda. Este plan también incluye una reestructuración del sector público que en los presupuestos de 2013 cuenta con una financiación de 7,2 millones en concepto de gastos diversos. Paradójicamente, la austeridad le cuesta a Sevilla 13 millones de euros.

En otros capítulos del área se producen bajadas significativas. Es el caso de Relaciones Institucionales, a las que en 2011 se asignaron 1,3 millones de euros y que en 2012 fueron eliminadas. Entre éstas se encontraban dos transferencias a la Agrupación de Interés Económico (ahora denominada Corporación de Empresas Municipales de Sevilla, un cambio de nombre que no afecta en nada a las funciones del ente) por valor de 940.000 euros y otros 184.320 dedicados a intervenciones relacionadas con la población inmigrante y otras minorías.

Entre las empresas municipales, Tussam percibe un 3,2% más en 2013 respecto a 2011, si bien en el último ejercicio la asignación baja un 1,2% frente a 2012. Lipasam corre peor suerte. Deja de recibir 18 millones de euros en los dos años de gobierno de Zoido, lo que supone un recorte del 17%.

En cambio, también hay notorios incrementos de presupuesto. El principal es el de 10,5 millones en Conservación de Edificios Municipales, un 117% más entre 2011 y 2013. Gran parte de este dinero se asigna a inversiones de reposición de edificios en colegios por valor de 3,2 y 4,3 millones en 2012 y 2013, respectivamente, mientras que otros 2,8 millones se destinan a inversión de rehabilitación de edificios y otras construcciones, dentro del apartado de Gestión del Patrimonio.

En este mismo capítulo hay otros cuantiosos gastos, todos en los presupuestos de 2013, como los 478.000 euros del Parque Infantil de Tráfico, los 150.000 euros de la rehabilitación del Convento de Santa Clara o las escandalosas subidas del gasto en la Administración General de Edificios Municipales. Entre 2011 y 2013, el suministro de luz sube un 50%, el de agua lo hace un 736,2% y el de gas asciende un 240%. Además, se abonan atrasos de luz y gas por valor de 519.000 y 153.000 euros, respectivamente.

Algunas partidas de Innovación Tecnológica también aumentan su asignación. El apartado de Desarrollo y Producción Informática recibe 1,2 millones de euros más en 2013, una subida del 181% respecto a 2011. Los dos conceptos que se reparten este incremento son los de mantenimiento de equipos informáticos, con 260.000 euros más en estos dos años, y la partida de aplicaciones informáticas y licencias de uso de programas, existente sólo en el último ejercicio y a la que se dedican 980.000 euros. Además, Desarrollo y Producción Informática, una sección de nueva creación con el actual gobierno, recibe en 2012 y 2013 sendas partidas de 590.312 y 1.110.000 euros.

Órganos de Gobierno, dentro del capítulo de Presidencia, experimenta un descenso de 700.000 euros menos, un 37%, en 2012 frente al año anterior, pero en 2013 vuelve a crecer un 82%, hasta los 2,2 millones. El motivo es que en 2013 se incluye una partida destinada a la Oficina de Relaciones Externas para la liquidación del millón de euros que costó a la ciudad la celebración de la final de la Copa Davis de 2011.

Otros gastos significativos, dentro del apartado de Gobierno Interior, son los del suministro de vestuario de la Policía Local, que asciende un 48% en los dos años del actual gobierno, y el de servicio de imprenta municipal, que duplica su asignación desde los 106.000 de 2011 hasta los 215.500 de dos años más tarde. Los grupos municipales no se quedan atrás y suben un 9% las transferencias por representación en el Ayuntamiento.

Dispendio y opacidad

Parafraseando a Zoido, en materia de austeridad “hay que predicar con el ejemplo”. Pero el alcalde no aplica esta máxima a su gestión, puesto que si no se imparte con criterios equitativo, pasa de ser una necesidad justificada a convertirse en una manifiesta injusticia. Una condena al pobre a ser cada vez más pobre.

A la tasa de reposición cero se suma una determinada manera de distribuir un presupuesto que se mantiene estable en su cuantía de forma que se encubre una estrategia de adelgazamiento y elitización del sector público bajo unos supuestos parámetro de profesionalidad y eficiencia que, hasta la fecha, son bastante cuestionables. Esto se ve favorecido por los constantes bailes de partidas y cambios de denominación sin otro objeto aparente que el de dificultar la fiscalización de las cuentas municipales.

La tan cacareada austeridad ha acabado suponiendo una ola de recortes por doquier que, sin embargo, no han impedido ciertos dispendios como el incremento del número de directivos y cargos de confianza y que el funcionariado de alta cualificación sea el que menos se vea afectado por los ajustes. En esto, como en la vida misma, la peor parte también se la lleva el más débil.

José Carlos López: «Nunca ha entrado tanto dinero en Almensilla, pero no hemos avanzado en nada»

José Carlos López, candidato de Izquierda Unida a la alcaldía de Almensilla, habla sobre el pueblo y sobre sus propuestas para gobernar su Ayuntamiento en esta entrevista también publicada en Sevilla Actualidad.

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¿Cree que necesita presentación después de tres años como concejal?

Siempre necesita uno presentarse porque siempre hay gente que está menos en contacto con el pueblo y siempre hay gente que no te conoce, aunque yo creo que la mayoría de la gente me conoce.

Y a quien no le conoce, ¿qué le diría sobre usted?

Yo intentaría transmitir, más que sobre mí sobre las ideas que represento, que entraran con una visión más localista en estas elecciones, que se despojen un poquito del voto de las autonómicas y las generales y que concentren un poco más su voto en la realidad del pueblo. Ahí yo creo que nos la llevamos nosotros, porque hemos hecho una oposición buena, somos los únicos que damos publicidad e información de lo que pasa en nuestro Ayuntamiento y en nuestro municipio y creo que ahí la tendríamos ganada. Más, incluso, si se observan las propuestas que llevamos.

¿Qué ha aprendido durante estos tres años en el Ayuntamiento?

Que es un caos. Yo ya lo olía, porque llevo en política toda mi vida y aquí en el municipio más de 15 ó 20 años, pero jamás pensaba que fuera tal caos organizativo, una forma de hacer las cosas chapucera y cateta… Eso es lo que he aprendido en estos últimos tres años. Unas informalidades horrorosas, una poca democracia incluso como institución, y eso es lo que he aprendido.

Y para usted, ¿qué supone encabezar la lista de su partido en estos comicios?

Para mí, primero, y creo que esto lo diremos todos, supone una responsabilidad grande porque para mí es un honor que todos mis compañeros, nuevos y viejos, hayan confiado en mí para que lidere la lista. Por otra parte, me siento también afortunado de que haya muchísima gente con otras ideas y que, en las autonómicas y las generales, votan a otros partidos pero que me conocen, conocen nuestro trabajo, son amigos míos y confían en mí. De hecho, en la presentación de mi candidatura había gente del PP, que querían que dijera que eran del PP, y del PSOE, y eso me hace sentirme bien pero con una gran responsabilidad de no defraudarlos, evidentemente.

¿Por qué cree que sus compañeros y esas personas confían en usted?

Yo creo que es por mi trayectoria política de siempre. Llevo militando desde los 14 años, siempre en cosas de izquierdas. Participo en todo lo que se pueda participar en mi pueblo, porque me importa mi pueblo, mi gente y mis hijos: el APA, la Asociación de Reyes Magos, el Consejo Escolar… Y yo creo que por es por lo que confían en mí. No me he desviado nunca, he mantenido el mismo mensaje, evolucionando pero sin perder la línea de las ideas que hemos defendido siempre. Eso me da la sensación de que transmito seguridad y tranquilidad de que no los voy a defraudar. Otra cosa es la gestión posterior, aunque confío en que, menos aún, los vaya a defraudar.

¿Cómo ve Almensilla?

Lo veo muy desfasado. En pocos años, hemos crecido mucho en habitantes y nada en servicios. Seguimos teniendo servicios de cuando éramos 1.500 habitantes, y eso no ha ido creciendo paralelamente al crecimiento de población. Tres municipales para una población de 6.000 habitantes es algo desfasado. Tenemos un pediatra media jornada, unas veces por la mañana y otras por la tarde… Es vivir con los servicios de 1.000 habitantes con una población de 6.000, y lo veo atrasado y económicamente mal, entrampado en años. Incluso con el mismo dinero procedente de una buena organización administrativa por parte del Ayuntamiento mejoraríamos mucho los servicios.

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Antonio Martín: «Creo que es viable un Gobierno de concentración en Almensilla»

Antonio Martín, candidato del PP a la alcaldía de Almensilla, habla sobre el pueblo y sobre sus propuestas para gobernar su Ayuntamiento en esta entrevista también publicada en Sevilla Actualidad.

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¿Cómo se presenta Antonio Martín ante los almensilleros?

Yo soy natural del pueblo de toda la vida. Nací aquí y aquí he vivido siempre. Desde bastante joven he tenido siempre inquietudes políticas. Empecé pronto a dedicarme a la política, aunque después hubo un tiempo en que la dejé. Últimamente he vuelto a ilusionarme con la política y mis compañeros me han elegido candidato para las elecciones, así que aquí estoy dispuesto a lo que el pueblo me pida.

¿Cuál es su bagaje político?

Estuve de concejal en el año 83, también en el año 87. Llegué a presentarme como independiente y tuvimos tres concejales independientes en el Ayuntamiento. Después me retiré hasta ahora que he empezado otra vez.

¿Qué supone para usted presentarse como candidato del Partido Popular a la alcaldía?

Representa una ilusión de poder ayudar a los paisanos y los amigos y tratar de que en el pueblo se haga un poco más de justicia de la que creo que se está haciendo y mirar un poco más por todas las cosas que hacen falta en el pueblo, que parece que hacen falta bastantes.

¿Cómo ve Almensilla?

Últimamente la veo un poco dejada de todo. Ahora mismo, de lo que más se queja la gente es de la seguridad. Nos hemos quedado con tres policías locales y la Guardia Civil parece que viene poco por aquí. En lo demás también hay mucha dejadez en todo, porque la limpieza deja mucho que desear, los jardines están abandonados, y así está todo. El otro día estuvimos reunidos con los empleados públicos del Ayuntamiento y están todos disconformes con la gestión que está llevando el consistorio. Hace ocho años que no se firma un convenio y no hay relaciones con los trabajadores. Teníamos un servicio de urgencia y nos lo quitaron y llega la tarde y la noche y hay que ir a Bormujos o a Coria. En el Sector F de Santa Iglesia antes tenían una obra pendiente y ahora tienen la obra y la deuda de unos dineros que pidieron para hacerlo. El campo de fútbol es el único de la provincia que aún está de tierra, y si no se pone de césped nos tendremos que ir a jugar a Bollullos porque la ley obliga a que sea de césped. Está todo dejado.

Valore los ocho años de Gobierno de Carlos Ufano.

En un principio, le fue bastante bien, porque le llegó el boom urbanístico y se dejaron caer por aquí muchos compradores de fincas que generaron mucho dinero, lo que ha permitido que haya, más que una gestión, un despilfarro de dinero bastante grande y se han hecho muchas cosas a base de despilfarrar bastante dinero. Ha hecho muchas VPO, pero sin infraestructuras y sin posibilidad de darle vida al pueblo. Solamente ha venido muchísima gente que viene sólo a dormir, porque en el pueblo no hay nada. Y el PGOU lo ha dejado sin aprobar. De ese dinero ha estado dando trabajo hasta que se ha agotado y tiene un trabajadores con un ERE pendiente, trabajando a media jornada y con promesas que no cumple. Y así está, que no ha terminado nada de lo que se propuso.

¿Cuál será su primera medida como alcalde?

La más urgente que tenemos es la de acabar con el problema de los empleados que están en media jornada de trabajo y cerrar el ERE para que empiecen a trabajar y que vuelva la normalidad con los trabajadores. También habrá que ver por qué el PGOU está aún en el Ayuntamiento y solucionarlo, y también que funcionen el servicio de urgencias, la seguridad y la limpieza pública.

¿Hay dinero en el Ayuntamiento para acometer grandes proyectos o ésta será una legislatura de gestionar las arcas públicas y guardar como hormiguitas?

La forma que tenemos nosotros de saber si hay dinero o no es a través de los presupuestos, y este Ayuntamiento nos ha dejado sin aprobar presupuestos durante estos ocho años, y nunca hemos sabido si hay más dinero o hay menos dinero. Ahora, para cumplir un poco con las elecciones, aprobaron el de 2010 a último de año y el de 2011 sigue sin aprobar. Nos imaginamos que dinero habrá poco, más bien ninguno, porque he oído que a los empleados públicos le deben 300.000 euros. Dependemos más de lo que consigamos de otras administraciones, de la Junta, de la Diputación, aparte de lo que que nos corresponda, pero recursos propios apenas tenemos.

¿Volveremos a ver el Ayuntamiento de Almensilla en bancarrota después del 22 de mayo?

Yo creo que es posible que se vea. Habrá que aplicar una ley de gastar lo mínimo posible en todo y conseguir que nos ayuden a salir de estas deudas que tenemos. Yo no sé si podremos incluso vender algunas de las propiedades o solares que tiene el Ayuntamiento, pero no es la fecha de vender. Es muy difícil recuperarnos de la cuestión económica. Dependemos de otros organismos.

¿Piensa rebajar los impuestos municipales?

Sí. Hay distintos impuestos que han caído muy mal en el pueblo y lo primero que tengo que hacer es bajarlos y que el pueblo esté más o menos conforme con lo que está pagando. Por ejemplo, los vados los han subido un disparate a cambio de nada, porque después no se les presta el servicio que conlleva pagar un vado para tener tu garaje libre. Si no prestamos el servicio, por lo menos que sean baratos para que no pase como ahora, que la gente los está quitando. Y a las empresas que, por ejemplo, empleen parados se les permitirá pagar menos para que contraten personas y acaben con el paro en Almensilla.

Respecto al precio de los vados, ¿bajarlo es compatible con que el pueblo cuente por fin con un servicio de grúa municipal?

Sería bastante bueno poderlo poner. Yo creo que las circunstancias no están para ello. No es nada fácil poner un servicio de grúa. A ver si por lo menos podemos poner un servicio de policía local que vigile, denuncie y controle un poco a los que no respetan las señales.

¿Qué medidas tiene pensadas para mejorar la red de transporte público del pueblo?

Sí, es otra cosa que está muy deficiente y habría que tratar de mejorarlo. Este servicio no depende del Ayuntamiento, pero habrá que reunirse con las empresas que lo gestionan y obligarles a que den los mismos servicios que en otros pueblos de alrededor donde hay servicios que los unen con todo el Aljarafe y con el hospital y la universidad de Bormujos, con los que nosotros no tenemos conexión. Sobre todo queremos conexión con Bormujos, pero también con otros pueblos del Aljarafe, como Sanlúcar o Castilleja, a través del circular. Y habría que obligar a la empresa a que nos ponga más servicios que conecten con Sevilla y con el Metro.

Además de intentar incrementar el número de policías, ¿cuáles son sus propuestas para paliar el problema de la inseguridad?

La ampliación de policías conlleva convocar oposiciones y que luego se vayan un año a hacer el curso de policía. Estamos hablando de que tardaríamos dos años como poco en cubrir las plazas de policía local, por lo que habría que recurrir a una empresa privada de vigilancia y que nos hicieran algún servicio extra que no puede hacer la poca policía que tenemos actualmente.

¿Cuál es su propuesta en materia de empleo?

En materia de empleo disponemos de poca posibilidad de emplear, porque desde el Ayuntamiento lo único que tenemos es abrir la bolsa de trabajo e ir empleando a la gente en los servicios que están tan deficitarios y hacer que la bolsa rote y se beneficien todas las personas que están en el paro. Lo primero que habría que hacer es destinar algún terreno para que se pudiera montar naves industriales, aunque no fuera un polígono, pero que en ese terreno hubiera 15 ó 20 naves en que se pudieran instalar empresas y que a esas empresas se les facilitase el terreno barato y ponerle pocos problemas a condición de que puedan ofrecer empleo a las personas y los jóvenes de Almensilla que estén en el paro.

¿Cree que de aquí a 8 ó 10 años es posible que Almensilla cuente con su propio polígono industrial, o al menos con un germen?

Sí, eso ya está medio hablado, los terrenos están cedidos y ya sólo falta empezar a hacer el proyecto y que alguien sea capaz de meterle mano y de hacerlo, porque el Ayuntamiento eso no lo puede hacer. Eso debe hacerlo alguna empresa privada y que pueda sacar eso para delante. El Ayuntamiento tratará de impulsar todo lo que haga falta.

¿Qué ideas tiene para los jóvenes de Almensilla?

Para los jóvenes hay pocos recursos, porque ya la cosa se ha puesto en que ya vamos todos a lo grande, y ahora en Almensilla empezar por algo grande es muy difícil. Se podrán impulsar los temas deportivos, pero en el ocio lo veo muy difícil, porque por todas partes nos han dejado a años de distancia y va a ser muy difícil poder alcanzar lo que ya tienen en otros sitios para el ocio de la juventud. Trataremos de hablar y de conseguir algo pero lo veo muy difícil.

Y en el aspecto de la educación y la cultura, ¿cuáles son sus propuestas?

Pues tengo poquita cosa en ese aspecto, porque pasa lo mismo: depende de que estamos muy atrasados en todo. Queremos poner Wi-Fi público y gratuito en un par de plazas para que la gente puede conectarse a Internet y se potenciará que todos vayan aprendiendo informática. En tema cultural se intentará que se trabaje un poco lo que ya se ha hecho aquí antes, exposiciones de fotografía y de otras temáticas. Pero tenemos pocos recursos para ello.

¿Con cuánta fuerza ve las candidaturas de sus dos contrincantes?

La verdad es que no tengo ni la más remota idea de qué fuerza puede tener cada uno. Yo pienso que va a estar bastante repartido, que vamos a estar muy igualados y que tendremos que hacer un Ayuntamiento entre todos, porque el pueblo nos va a repartir los votos de tal manera que entre todos tendremos que sacar esto adelante. No creo que sea cuestión de que uno gane con tantos votos.

¿Cree que a Agripina Cabello, la candidata del PSOE, puede pasarle factura no sólo la gestión de su predecesor en el Ayuntamiento, sino los escándalos del Gobierno de la Junta y la gestión de la crisis en el Gobierno de la nación?

Claro, por supuesto, no sólo la mala gestión que está haciendo el PSOE en todo sino el cambio de candidato, porque eso siempre le pasa factura al partido. A ella le van a pasar factura ambas cosas y creo que va a perder bastantes votos.

¿Cómo cree que ha sido la oposición que ha efectuado su partido durante estos ocho años?

Ha sido poca oposición pero más bien constructiva, y las cosas que se suponía que eran buenas para el pueblo las ha estado apoyando. Pero no ha hecho oposición porque no ha podido ante la mayoría absoluta que tenía el PSOE.

¿Piensa que el Partido Popular y su trabajo son suficientemente conocidos en el pueblo?

Sí, porque en un pueblo pequeño no hace falta hacer mucho trabajo para que la gente sepa lo que tú has hecho y lo que tú eres. En un pleno que se vota cualquier cosa que sí o que no, al poco tiempo ya se ha enterado todo el pueblo de lo que ha votado cada uno y siempre está enterado de lo que cada uno hace porque la voz se corre muy rápido.

¿Tiene pensado efectuar pactos con otros partidos para llegar a la alcaldía?

No hemos pensado hacer pacto alguno. Lo que sí tengo pensado es que, al igual que hará el pueblo con los votos, tendremos que hacer nosotros con los partidos. Tendremos que repartir un poco los trabajos y entre todos los partidos tendremos que sacar el Ayuntamiento adelante. No creo que sea un Ayuntamiento para que lo saque un partido solo adelante.

¿Apuesta, entonces, por un Gobierno de unidad entre el PP, el PSOE e IU?

Sí, creo que es viable, porque, en primer lugar, al ser los tres candidatos nuevos, hasta ahora no estamos enfrentados. Nos conocemos y nos llevamos bien y por eso creo que es fácil que se pudiera hacer un Gobierno de concentración.

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